Capítulo 11

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Micaela

Masticando sin ganas mi tostada recordé la fiesta en la que por última vez lo besé. Había pasado una semana de aquel encuentro, y aunque vivíamos en el mismo edificio, el destino jugaba en nuestra contra o mejor dicho en mi contra.

Tomando mi bolso, me dirigí hacia la veterinaria y como todo día de trabajo fue espantoso. Y si eso me parecía pesado, imagínense qué me podía esperar durante el ensayo de baile junto a Erick. Hace una semana empezamos a ensayar para el concurso y Erick era bastante exigente, y lo entendía, ya que era uno de los mejores bailarines y debía tratar de estar a su altura.

----Debes relajar tus hombros----. Me repitió por enésima vez en el día---- Tu mirada y tus gestos acompañan al baile, nunca lo olvides----. Puedo decir que siempre fui pésima para la actuación pero debía concentrarme en mi trabajo y luchar para vencer aquel problema.

----Veo que no estás concentrada----. Apagando la música, dio por finalizado la práctica---- Será mejor que descansemos----. Tomando un poco de agua, lo miré apenada.

----Lo siento, no sé qué me pasa.

----Seamos sinceros, estás así por Sebastián, ¿no?----. Bajando mi mirada, afirmé moviendo la cabeza.

----No puedes dejar que él influya en ti de esta manera. Podés ser la mejor bailarina pero para ello debes poner todo de ti, y eso incluye manejar tus sentimientos----.

----¿Crees que yo pueda serlo?

----Claro que sí. Todo está aquí----. Tocó mi cabeza con uno de sus dedos----Y aquí....----.Tocó mi corazón.----Yo bailo por mi hermana. Vos, ¿por quién bailas?----. Era difícil encontrar la fuente o la inspiración de la cual podría provenir la fortaleza que me faltaba para bailar, pero sin dudar pensé en Erick.

----Vos.... Vos serás mi fuente de inspiración----.Contesté para abrazarlo.

----Como tu fuente de inspiración, te concederé una oportunidad para demostrarme lo que tienes----. Levantándome del suelo, fui a mi posición. Respirando profundamente, me preparé para bailar y actuar a la vez. Y gracias a Dios, lo hice bien o eso pensé.

----¿Cómo estuve?----.Erick sonrió para abrazarme sorpresivamente.

----¡Estuviste fenomenal!----.Dando pequeños saltitos de alegría, me sentí más tranquila.

Poco después, tomando una ducha, salí a comprar algo de comida para la cena. Escogiendo un poco de lechuga y tomate, compré milanesas ya que era la comida favorita de ambos.
Pagando, salí nuevamente a la calle y mirando las distintas vidrieras, quedé helada al pasar por un puesto de revistas. Tomando con cierto temblor una, quedé mirándola por varios segundos o minutos hasta que el señor del puesto habló.

----Sí quiere leer la revista debe comprar----.Asintiendo con la cabeza, la pagué para caminar perdidamente por la calle hasta encontrar una plaza y sentarme en uno sus asientos verdes. Volviendo a tomarla entre mis manos con ojos lagrimosos  fui a la página en que relataba la entrevista de la boda. Sí, Sebastián Galli se había comprometido. Leyendo la nota sentí como mi corazón se rompía a pedazos.

----Salieron algunos rumores de que usted estaba saliendo con la actual pareja de baile de Erick Molina. ¿Qué me puede decir al respecto?----. Le preguntó la periodista.

----Solo aclarar que no podría tener una relación con ella cuando encontré a esta bella mujer que amo  y espero que esté a mi lado el resto de mi vida----. Cerrando la revista de golpe, caminé hasta el primer tacho de basura para tirarla. Secando mis lágrimas, caminé hacia el departamento y sacando mi celular para mirar la hora, choqué con una persona.

----Lo siento, no fue mi…----. Me disculpé sintiendo un nudo en la garganta.

----¿Mica?----. Dirigiendo mi mirada hacia él, quedé sorprendida. Era Marcos. Hacía una semana que lo trataba de evitar  luego de aquel beso que por estar pasada de copas se lo pedí.

----Hola…----. Saludé tratando de que no se diera cuenta de mi estado.

----¿Sucede algo?

----No, estoy bien----.Sonreí falsamente.

----Creo que tu mentira es tan grande como la muralla china así que… - Pasando un brazo por mis hombros, me guió por la vereda----Te invito un café y si quieres me cuentas lo que te pasa----. Con pocas ganas dejé que me llevara a una cafetería cercana. Quizás hablar con él me haría sentir mejor.

----Dos cafés con leche y dos medialunas, por favor----Tomando mi mano, instó a que hablara----¿Me vas a decir qué sucede o debo adivinar?----.

----No es nada grave. Solo un amor no correspondido.

----Debo suponer que lo quieres. 

----Sí, lo quiero demasiado.

----¿Y qué pasó?

----Se va a casar.

----Oh… Lo siento.

----Más lo siento yo que fui una estúpida por pensar que me quería.

----La vida a veces no es justa Mica, pero te vas a reponer.

----¿Has pasado por algo parecido?

----Podemos decir que sí. Mi novia se acostó con mi mejor amigo un día antes de nuestra boda.

----Lo siento. Creo que mi situación no se compara con lo que tú pasaste.

----Puede ser que no sean las mismas situaciones pero te entiendo----. Asintiendo con la cabeza, tomé en silencio mi café, y varios minutos después salimos de la cafetería.  Y gentilmente, se empeñó en acompañarme al departamento.
Entrando al edificio nos dirigimos al ascensor para comenzar a subir.

----Me gustas----. Dijo de repente.
¿Qué? Girando mi cabeza, él tomó mi rostro para acercarme a sus labios y besarme.

----Sé que es apresurado, pero debía decírtelo----.Su repentino arrebato como su reclaración, terminó por dejarme más confundida de lo que estaba. Tomando mi mano, salimos del ascensor y abriendo con cierto nerviosismo la puerta, me encontré con Erick junto a Melisa. Saludándola me retiré a mi habitación, usando como pretexto que me dolía la cabeza. Llorando por un rato terminé por dormirme en mi suave cama.
Al día siguiente, Erick apareció con una bandeja en mi habitación en la que me traía el desayuno.

----Buen día, ¿Cómo estás?----. Sentándome en la cama, hice un espacio para que él se sentara a mi lado, y así lo hizo.

----Estoy bien, ya no me duele la cabeza.

----No lo digo por el dolor de cabeza sino por la noticia.

----Ah… La noticia----.Repetí sintiendo mis ojos lagrimosos.

----Mica...Me encantaría partirle la cara de un golpe pero sé que no es la mejor solución.

----Ya lo superaré.- Contesté sin ánimos.

----Claro que lo harás----. Sacando unos pasajes de su bolsillo, me sorprendió.----Porque iremos de viaje a Neuquén----.

----¿A Neuquén?----.

----Sí, recibí una llamada de mis padres. Parece que tienen nuevas pistas de mi hermana y pensé que te gustaría acompañarme. Necesito de tu apoyo----.

----Claro que cuestas conmigo pero no creo que pueda dejar el trabajo votado.

 ----No te preocupes, ya solucioné ese problema con mi tía.

----Entonces, ¡Nos vamos de viaje!----. Exclamé sonriendo por primera vez en medio del infierno amoroso que estaba viviendo.

Mi último baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora