Hija de Shirohige (Tú, en el mundo de One Piece)

Capítulo 01: Pequeña ladrona.

Hace 10 años, la tripulación de Shirohige arribaba en una isla de Grand Line, la gente se mantenía alejada, pues temían al gran Younko, todo el mundo sabía que él era el hombre más cercano al One Piece, era poderoso, ya que tenía varios territorios en Shinsekai, entre ellos la Isla Gyojin.

Entre las calles de esa isla se encontraba Marco con algunos de sus hombres, en búsqueda de provisiones.

-Recuerden que mañana partimos a Shisekai, si gustan pueden ir a divertirse... pero eso si, no se metan en problemas...- advirtió el primer comandante, sus hombres asintieron, aunque eran piratas, ellos tenias reglas que seguir.

-¡Si! ¡Como diga Capitán Marco!- exclamaron los hombres ante la sonrisa del rubio.

De repente un ruido los hizo voltear, había cristales rotos más adelante, y un hombre gritaba, mientras una niña corría en su dirección, era pequeña, de cabellos (t/c) y ojos (c/o), en sus manos había algunas frutas, quien en su huida no veía al frente, y chocó con Marco.

-¡¡Devuélveme eso!! ¡¡Maldita Ladrona!!- exclamó un hombre regordete, el dueño del local que fue robado por la niña, ella se levantó rápidamente ignorando con quien había chocado y siguiendo con su camino.

La escena se alejó de los piratas de Shirohige, pero Marco no dejaba de ver a aquella niña, sin duda todos teníamos diferentes destinos, ella era aún pequeña y tenía que buscar la manera de sobrevivir, sintió lastima por ella.

-¿Capitán Marco?- cuestionó uno de sus hombres, llamando la atención del rubio.

-Sigamos...- dijo con simpleza y continuaron con su camino.

En la noche, Shirohige y sus piratas fueron a uno de los bares más grandes y lujosos de la isla, bebiendo y disfrutando de la noche, reían, cantaban e inclusive bailaban.

-¡Recuerden hijos míos! ¡Pueden tomar todo lo que quieran!- exclamó Shirohige mientras sostenía una botella de sake y reía animado.

Marco se encontraba recargado en la barra del lugar, mientras disfrutaba de la noche, en ese momento uno de los jóvenes que se habían quedado en el barco encontró corriendo.

-¡Capitán Marco!- gritó, pero no era tanto el alboroto como para interrumpir la celebración.

-¡oi! ¿Qué pasa?- se quejó. –Se supone que tú serías uno de los que cuidarían el barco...- expresó con molestia, el joven se tensó, pero tragó grueso.

-Tenemos una situación...- parecía nervioso.

-¡Habla!- exigió el rubio.

-Alguien logró colarse al barco... y entraron a la sala de los tesoros!- Marco abrió atónito los ojos.

-¡¿Cómo pasó?!- cuestionó atónito, pues se supone que para eso dejaron guardias. –¿Cuánto se llevaron?- recordó ese detalle, pues no sería tan grave.

-Vera... fue... casi la mitad...- declaró con miedo, ante la sorpresa del primer comandante.

-¡¿Cómo permitieron que pasara eso?!- se levantó de asiento. –Vamos...- discretamente salió del bar, evitando preocupar a Shirohige.

Al llegar a la embarcación, observó a los jóvenes que se quedaron, eran novatos, pero no podía creer que haya sucedido un robo así, llegó a la sala de tesoros, observando la puerta abierta, monedas tiradas alrededor.

-¿Están seguros que no han visto nada?- cuestionó con molestia.

-No... lo sentimos mucho Capitán...- los hombres bajaron la mirada avergonzados, de repente Marco escuchó un ruido, adentrándose en la sala, para su sorpresa, encontró a la niña que había visto en la tarde.

-¡Oi!- la niña se asustó al ver aquel hombre. –¡¿Cómo entraste?!- ella retrocedió asustada.

-N... no... no te tengo miedo...- se levantó y sacó una daga, temblaba levemente.

-¿Acaso eres tú la que se ha llevado todo nuestro tesoro?- ella tragó grueso. –Contesta...- exigió con tono frío, eso la tenso, pero optó por huir, comenzando a correr, Marco suspiro, pensando que sería fácil agarrarla, pero al momento de querer tomarla del brazo, simplemente sus dedos la atravesaron.

-¿Una usuaria?- la niña corrió lo más rápido que sus piernas le dieron, en su camino trataron de detenerla, pero ella hacía uso de su habilidad, Marco sabía que debía poner serio, rápidamente tomó su figura de fénix y voló en dirección a la niña, apareciendo frente a ella, antes de que saliera del barco, regresando a su forma humana, la niña se sorprendió al ver aquel fuego azul.

Usando Haki, Marco la tomó del brazo, ella se sorprendió, pues nadie había podido tocarla.

-Hasta aquí llegó tu vida de ladrona...- la niña buscaba soltarse.

-¡Suéltame!- Marco la levanto con delicadeza, mirándola fijamente, ahí observó sus ojos (c/o).

-¡Oi! Dime dónde está todo lo que te llevaste...- ella desvío la mirada. –Habla...-

-¡Tú no sabes nada!- exclamó. –Acaso no saben que existe gente que necesita dinero y comida...- en ese momento Thatch llegaba a la embarcación.

-¿Qué pasa?- cuestionó al ver la escena, para él un poco graciosa.

-Está niña se llevo parte de los tesoros...- la soltó, dejándola caer. –Debe devolverlo...-

-Duele...- se quejó la pequeña, en ese momento el cuarto comandante se acercó a ella, inclinado con las rodillas flexionadas.

-¿Tienes nombre?- cuestionó con mirada curiosa.

-No te interesa...- contestó sin mirarlo.

-Vamos... ambos sabemos que lo que hiciste estuvo bien...- dijo con una sonrisa, que sorprendió tanto al primer comandante como a la pequeña ladrona.

-¡Oi!- se quejó Marco, viendo con cierto enojo a su nakama.

-¿Tu eres de la villa del otro lado de la isla, no? Sé que esa villa es muy pobre a comparación del pueblo que está aquí...- la niña se sorprendió por los conocimientos de aquel pirata. –Pensaste que llevándote nuestros tesoros, no nos daríamos cuenta...-

-S... si...- confesó avergonzada.

-Entonces... ¿tú nombre?- insistió con aún sonriendo de manera amable.

-(t... t/n)...- contestó tímidamente.

-Y dime... ¿no te gustaría ser una pirata?- cuestionó ampliando su sonrisa y extendiendo su mano, ante las miradas atónitas de todos los presentes.