Hija de Shirohige (Tú, en el mundo de One Piece)

Capítulo 12: Nuestro secreto.

La noche había caído, (t/n) sin dudarlo fue por el tesoro y le pidió a Ace que fueran a la isla donde se habían hospedado, llegaron casi a la media noche, pero no importaba, ella quería alejarse de la isla del tesoro lo más pronto posible.

A aquellos piratas los amarraron en los árboles del bosque y destruyeron su embarcación, pues la joven no deseaba que piratas así surcarán los mares.

Al llegar a la habitación, que había sido la misma de la noche anterior, dejaron el equipaje en una esquina, durante ese tiempo (t/n) permanecía pensativa y callada, Ace no sabía qué hacer o decir, cuando estaba dispuesto a decir algo...

-(t/n)...- se acercó a ella, pero no se dejó tocar.

-Quiero tomar un baño...- bajo la mirada, mientras iba por su mochila y sacará algunas cosas. -Volveré pronto...- salió de la habitación y fue a los baños de mujeres que se encontraban en aquel hostal.

-Ve con cuidado...- susurró antes de que saliera, después se sentó en la cama, estaba furioso, su nakama fue humillada, aunque le habían dado su merecido al enemigo, pero parecía no ser suficiente. -Maldicion...- tenía que decírcerlo a Marco, sabía que lo culparían, que incluso lo golpearían, pero era lo mínimo que merecía, no pudo protegerla.

Mientras tanto en los baños, la joven enjabonaba su cuerpo, al pasar por su pecho se detuvo, al recordar aquel hombre, soltó la esponja, se estremeció ante el recuerdo y se abrazó a si misma, unas lágrimas eran inevitables.

Recordó las palabras de aquel sujeto, también su memoria remontó al día que zarpó, como la gente de su isla natal miraba con desagrado aquella situación, ahora entendía el porqué, ¿una mujer es una tripulación de hombres?

Hombres que sin dudarlo se aprovecharían de ella, pero eso era mentira, recordó los 7 años que ha estado con Shirohige, cariño, compresión, amor, aventuras... una gran familia, no todos eran iguales, ¿verdad?

Limpio sus lágrimas, terminó de bañarse, mientras se colocaba una bata, tomó sus cosas, observando su brazalete, aquel regalo de Marco...

Flash back...

-... eres como este brazalete, una joya entre todos nosotros...- el día de su primer cumpleaños con los piratas de Shirohige, el regalo de su comandante, de su "hermano mayor", Marco.

Fin del flash back.

Conocía algunas cosas sobre Shirohige, por ejemplo que la Isla Gyojin es su territorio para proteger a las sientas y gyojin que viven ahí, víctimas de los piratas de bajo honor, ahora todo le quedaba claro, Shirohige debía convertirse en el rey de los piratas, debían existir más piratas como él, que protegen territorios y personas sin pedir nada a cambio, hombres libres en el mar.

Ace había salido por algo de comer, pues no habían comido nada desde la mañana, escucho ruido en la habitación e intuyo que (t/n) había llegado, así que toco la puerta.

-Adelante...- para su sorpresa la escucho más tranquila, así que entró.

-Traje comida...- dijo con cautela, observando que la joven tenía un camisón que le llegaba por arriba de la rodilla un poco flojo con tirantes, de color (c/f).

-¡Qué bien!- contestó con una amplia sonrisa, lo que pasmo al pecoso.

-¿Estás bien?- dejo la comida en la mesa, acercándose a la joven, quien borro por un momento la sonrisa.

-Si... lamento si te preocupe...- sonrió levemente. -Todo fue una sorpresa para mí... no te voy a mentir, me asusté, y aún no sé exactamente qué me iba a hacer, pero con lo que hizo fue suficiente... no deseo que ningún hombre me toque de esa manera...- al decir eso se abrazó a si misma de nuevo. -Perdóname Ace, por mi culpa te lastimaron...- levantó la vista pare verlo a los ojos, pero él la tomo de los hombros con delicadeza.

-No digas eso... yo debería disculparme... le prometí a padre, que te protegería...- declaró, la joven se sorprendió por aquellas palabras por una poderosa razón.

-¿Le dijiste padre?- abrió lo más que pudo aquellos ojos (c/o), Ace sonrió levemente.

-Si... me di cuenta de muchas cosas, padre no es como los demás piratas, ¡sin duda él debe ser el rey de lo piratas!- declaró el pecoso, la joven sonrío más ampliamente e incluso se sonrojó. -¿Qué pasa?- la soltó con delicadeza.

-Yo pensé lo mismo...-  confesó, lo que avergonzó a su compañero. -¡Pero es bueno... así lo ayudaremos!- exclamó.

-Así es...- se alegró de que la joven estuviera más tranquila.

-¡Bien, a comer, me muero de hambre!- ambos se acercaron a la mesa donde Ace había dejado la comida. -¿Qué trajiste?- cuestionó con curiosidad, pues un delicioso aroma salía de la bolsa.

-(A/f)...- dijo de manera sencilla. -Es tu favorito, ¿no?- sonrió con simpatía, lo que logró que la joven se volviera a sonrojar.

-Gr... gracias...- ambos jóvenes comieron, mientras platicaban.

Tanto Ace como (t/n) comenzaron a conocerse, ahí la joven se entero que su nakama tenía un hermano menor, de nombre Luffy, quien también sería un pirata.

-Aún le falta más de dos años para que él zarpe al mar, pero estoy seguro que le irá bien, que encontrará buenos nakamas, así como yo lo hice...- dijo con una sonrisa de nostalgia.

-Tu hermano debe ser muy valiente, noble y fuerte...- dijo la joven, lo que intrigó a su compañero.

-¿Cómo puedes saberlo?- preguntó después de pasarse un bocado grande de comida.

-Porque eres igual...- contestó sin dejar de sonreír, lo que sonrojo al mayor, casi se atragantaba.

-Ya veras, algún día te lo presentaré...- dijo con un leve sonrojo y sin borrar su amplia sonrisa. -Estoy seguro que se llevarán bien...- concluyó.

-Lo esperare con ansias...- ambos platicaron por otro rato, después de comer, el sueño los invadió, así que debían descansar para regresar al Moby Dick.

Antes de que Ace se acostara, (t/n) se acercó a él...

-Ace... yo... ¿puedo dormir contigo?- preguntó bajando la mirada, aquella declaración hizo que a su nakama se le pusiera toda la cara roja.

-¡¡¿Por qué dices eso?!!- se fue de espaldas a la cama, notando que ella estaba sonrojada.

-No quiero dormir sola... en tus brazos me sentí segura...- sabía que estaba mal, tampoco quería sonar como una niña, pero en verdad deseaba sentirse segura. -Sólo será esta noche... por favor...- levantó su vista, Ace notó aquellos ojos cristalinos y suplicantes, suspiró.

-Pero sólo está noche...- dijo un poco serio.

-¡Si!- ella sonrió con alegría. -Gracias...- ambos jóvenes se acomodaron en la cama, la joven abrazo a su compañero pegando su cabeza al pecho del mayor, cerrando los ojos para dormir, acurrucándose.

Ace por su lado, abrazo a la joven, mientras buscaba tranquilizarse, sólo era un abrazo, ella sólo quería paz, no debía arruinarlo.

-Eres cálido...- susurró ella. -¿Será por la Mera Mera?- cuestionó.

-Tal vez...- dijo con cierto nerviosismo.

-Ace...- habló llamando su atención.

-Dime...- ella puso su palma en el pecho del mayor.

-No le digas nada a padre... ni a Marco-niisan... no tienen porque saberlo...- dijo en un tono somnoliento.

-(t/n)...- iba a protestar.

-Por favor... que lo ocurrido... y esta noche... sea nuestro secreto...- dijo. -Para mí el único hombre que estuvo tan cerca de mi, serás tú...- Ace se sorprendió por aquellas palabras, lo que ocasionó que su corazón latiera con más fuerza y recordará lo que hizo en aquel mismo lugar la noche anterior.

-El único...- susurró, abrazando con más cariño a la joven. -Tienes razón... que sea nuestro secreto...- concluyó.