Hija de Shirohige (Tú, en el mundo de One Piece)

Capítulo 29: Promesa.

A la mañana siguiente (t/n) abría los ojos con cierta pereza, estaba exhausta, pero feliz, a su lado estaba Ace, quien dormía plácidamente, ambos abrazados el uno con el otro, sólo cubiertos por las sábanas, la noche anterior había aclarado sus sentimientos y se entregaron a la pasión.

Para la joven eso era la promesa de estar unidos para siempre, todo parecía perfecto, la joven pensaba que nada malo podía pasar...

Hasta que tocaron a su camarote...

-¡¡(t/n)-chan!! ¡¡Capitán Ace!!- exclamó uno de sus nakamas, la joven lejos de cuestionarse cómo sabían que Ace estaba ahí, se percató del tono de desesperación de su nakama, así que movió a su compañero.

-¡Ace... despierta!- lo movió con cierta brusquedad.

Ace se despertó de golpe, pero antes de cuestionar el porqué el golpeteo seguía en la puerta.

-¡Es una emergencia!- aseguró.

Los jóvenes sin tardar se levantaron y vistieron, al salir, rectificaron la angustia de su nakama.

-¿Qué pasa?- cuestionó preocupada la joven. -¿Padre está bien?- exigió saber.

-Si... padre está bien, pero pasó algo terrible...- salieron a cubierta donde estaban varios reunidos alrededor de alguien, había incertidumbre y (t/n) tenía un mal presentimiento y un nudo en la garganta.

-¿Que pasó?- Ace se acercó de inmediato, Marco, Vista, Yozu estaban ahí, quienes se mostraban furiosos.

(T/n) alcanzó a Ace y con horror observó el cuerpo inerte de Thatch, quien tenía una herida mortal atravesándole el pecho, atónita cubrió su boca para no gritar, pero las lágrimas fueron inevitables.

-¿Quién fue?- exigió saber Ace, su deber era vigilar el Moby Dick, que pasara algo así era imperdonable, había dejado de guardia a 15 hombres, 14 de ellos estaban frente a él, (t/n) se arrodilló al lado del cuerpo.

-Thatch-san...- susurró llorando a su alrededor había silencio e incertidumbre.

-Nosotros no vimos nada...- aseguró uno de los vigías, Ace se percató del faltante.

-¿Dónde está Teach?- exclamó mirando a su alrededor, todos parecieron reaccionar, voleando a todos lados, en efecto, el mencionado no estaba ahí.

-Imposible...- susurró (t/n), llevando su mano a la espada que siempre reposaba en su costado, aquel regalo de Teach.

-¿Esta seguro Capitán Ace?- cuestionaron algunos incrédulos.

-No eres el único que piensa en eso yoi...- declaró Marco.

-Pero ¿por qué?- (t/n) se levantó aún atónita por la revelación, se negaba a creerlo.

-No lo sé...- dijo Ace.

-No es posible... debe haber otra explicación...- dijo la joven, no quería creer que después de 10 años de conocerlo, Teach resultara ser un traidor. -Si en verdad Teach-san... lo hizo significa que debe ser...- dijo temerosa.

-Ejecutado...- completo Ace, quien se mostraba bastante serio, en ese momento llegó Shirohige, quien se mostraba afligido, dio órdenes para darle un funeral digno a Thatch, ante la tristeza de todos y la furia de Ace.

Para sorpresa de Ace, Shirohige le negó la ejecución a Teach, pero el joven no lo aceptó, después de un sencillo pero significativo funeral, Ace se fue a su camarote, (t/n) estaba ahí.

-(t/n)...- por un momento calmo sus facciones y fue con la joven, quien lloraba, aún no creía lo que había pasado.

-Ace... no lo hagas...- suplico, él se sorprendió al ser descubierto por la joven.

-Sabes que no puedo... Teach cometió un crimen y cómo su comandante debo hacerme responsable...- declaró y ella sabía que no podía detenerlo, al menos quería intentarlo.

-¡Entonces vamos!- se acercó a él.

-(t/n)...- pese a las lágrimas ella estaba furiosa también.

-No puedes ir solo... Teach-san... no es un humano normal...- aseguró intrigandole.

-Debo detenerlo... pero no puedo exponerte así...- con una de sus manos acarició el rostro de la joven. -Volveré pronto...- ella lo abrazó.

-Ten cuidado...- pidió, él levantó su rostro, robandole un beso corto.

Ace tomó su mochila, saliendo a cubierta, dispuesto a irse, pero fue detenido por sus nakamas.

-¡Ni se te ocurra Ace!- exclamó Marco, mientras lo detenían. -Cálmate...- (t/n) salía a cubierta, observando aquello.

-Padre a dicho que esta vez no hay porqué ejecutarlo...- dijo uno de sus nakamas, mientras Ace trataba de liberase.

-¡Suélteme! ¡Era miembro de mi división... si no hacemos algo al respecto Thatch no podrá descansar!- exclamó molesto por la aptitud de todos, (t/n) estaba dispuesta a intervenir y apoyarle.

-Ace...- habló Shirohige, la joven se detuvo. -Esta bien... sólo por esta vez...- la joven se dio cuenta del tono usado por su padre, preocupándose. -Tengo un mal presentimiento con respecto a esto...- aseguró el mayor.

-¡Ha asesinado a un nakama y huyó!- declaró su punto, pues parecía ser perdonado. -¡Después de vivir bajo tu protección durante tantos años... te ha escupido en la cara!- (t/n) pasmada, le dio la razón a su compañero.

-¡Teach-san... nos engañó a todos!- exclamó (t/n), todos la miraron, tanto Marco como Shirohige se percataron de la tristeza de la joven, parecía decepcionada y dolida. -Yo... yo...- libero el dolor que aún guardaba dejándose caer de rodillas.

-(t/n)-chan...- dijo uno de sus nakamas, algunos se acercaron a reconfortarla, sin duda se sentían avergonzados, pues la joven los amaba más que a nada y lo que Teach había hecho era romperle el corazón.

-Y lo que es peor...- ya habían soltado a Ace, pues se mostraba más tranquilo. -Macillo tu buen nombre...- el segundo comandante se acomodó el sombrero, -¿Crees que puedo ignorar eso?- comenzó a caminar hacia la orilla del barco, para irse en su embarcación. -¡Yo mismo lo ejecutaré!- exclamó molesto.

Para Ace, Teach había cometido tres graves crímenes, matar a un nakama, haber traicionado a Shirohige y haber hecho llorar a (t/n).

(T/n) levantó la vista y observó a Ace, quien se dirigía a su embarcación, pero antes de brincar hacia ella, volteó a mirarla, ella lo comprendió en un instante, le prometía encontrar a Teach, ejecutarlo y regresar, ella asintió.

-¡Ace! ¡Detente!- exclamó Marco, Ace saltó a su embarcación, comenzando su camino. -¡¡Ace regresa!!- gritó, pero nada detuvo al comandante de la segunda división.

Ace estaba dispuesto a cumplir su promesa.