Hija de Shirohige (Tú, en el mundo de One Piece)

Capítulo 21: Emperatriz blanca.

Después de aquel beso, Ace y (t/n) se levantaron, se arreglaron, desayunaron y dejaron aquella casa, la joven antes de alejarse miro por ultima vez su hogar, porque no volvería, ya no había nada para ella.

-Dime por favor que dejaste ese sake…- cuestionó con ironía Ace, ella carcajeo levemente, pues notó cierto nerviosismo.

-No te preocupes de hecho me lo termine…- suspiró. -Pero gracias a ese sake…- se sonrojó, Ace tuvo la misma expresión. -Sabes… me gustas mucho… pero no creo que sea prudente que seamos pareja…- dijo un tanto avergonzada.

-No te preocupes, lo mismo pensaba…- declaro Ace, tomándola de los hombros. -Sólo que no se te olvide algo…- la tomó del mentón, ella observó una mirada firme y cautivadora en su nakama. -Eres muy valiosa para mi…- susurro en tono tierno, lo que intensificó el sonrojo de la (t/c), ella sólo unió sus labios con los del pecoso, dándose un tierno beso.

Después de eso, ambos continuaron con su camino hacia el puerto, sin embargo se sorprendieron al ver un barco de la marina.

-Maldición…- se quejó la menor.

-Podremos con ellos…- aseguró astutamente el comandante de la segunda división.

-¡Así es, cuales son sus ordenes capitán Ace!- declaró con ironía, pero con una amplia sonrisa.

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-¡Busquen por todo el pueblo, debemos capturarlos!- exclamó un marine, quien portaba el cargo de Vicealmirante, era joven, de cabellos rubios y ojos castaños. -No podemos perder la oportunidad de capturar piratas cercanos a Shirohige…- hablaba con aptitud arrogante, quien apenas había sido ascendido, deseaba tener una gran victoria.

Él y varios soldados estaban custodiando la embarcación de Ace, habían llegado por aviso de los pobladores del lugar, miraban para todos lados tratando de visualizar a los piratas, después de unos momentos, aparecieron.

-¡Grimm-sama!- señaló un soldado.

-¡Prepárense!- ordenó, reconoció a Ace, pero se pasmo al ver a (t/n) a ella no la conocía, pero por el tatuaje que tenía en la pierna, sabía muy bien que también era una pirata de Shirohige.

-Les recomiendo que se entreguen…- dijo altanero, pero ni Ace o (t/n)  se inmutaron.

-¿Podrías quitarte de nuestro camino?- ordenó la joven, Grimm no pudo evitar enojarse.

-¡Cómo te atreves a hablarme de ese modo, pirata!- se enojó bastante desenfundando una espada. -No creas que por ser mujer tendré piedad de ti…- la señaló.

-¡No creas que porque soy mujer necesito tu piedad!- exclamó enojada.

-No te preocupes lo venceremos rápido!- declaró con una confiada sonrisa Ace, pero antes de moverse (t/n) levantó el brazo para detenerlo, eso lo sorprendió.

-Déjeme esto capitán Ace…- dijo ella, él noto una sonrisa altanera y llena de confianza, recordó que a la joven no le gustaba que la menospreciaran por ser mujer.

-¿(t/n)?- ella desenfundo su espada.

-Esto terminara pronto…- dijo antes de dirigirse hacia Grimm.

Pasaron un par de días y las noticias volaban, una nueva recompensa aparecía, Marco sostenía entre sus manos aquel nuevo cartel.

-¡¿Mentira, qué hicieron esos dos?!- exclamó con incredulidad.

Ahora (t/n) tenia una recompensa y un nuevo sobrenombre, el valor por su captura era de 150 millones de berries, portando el nombre “Shiroikoho”.

-No le veo nada de malo, eso es algo que (t/n)-chan buscaba…- dijo Thatch, leyendo las noticias, la joven había logrado vencer a Grimm, ello provocó que al marine lo destituyeran de su cargo.

-Lo sé pero…- Marco no sabía que decir, deseaba que la joven llegara.

-¿Padre dijo algo?- cuestionó con cierta preocupación el cuarto comandante.

-Padre nunca había pensado que (t/n) se hubiera hecho tan fuerte…- dijo nostalgico.

-Sin duda (t/n)-chan ya no es una niña…- dijo con una amplia sonrisa, muy orgulloso de ella.

En alta mar, Ace y la joven regresaban al Moby Dick, ella poseía un pedazo de vivre card de Shirohige, así no seria tan difícil llegar.

A ellos también les había llegado las noticias, las cuales la alegraron.

-¡Esto es genial!- declaro con una amplia sonrisa.

-Me preocupa qué piensen los demás, ellos no querrían que estuvieras en peligro…- dijo Ace, quien estaba feliz por la joven, pero un poco preocupado por la consecuencias de aquello.

-Aunque me pregunto… ¿por qué me pusieron "emperatriz"?- comentó con curiosidad.

-No lo sé, por un momento pensé que te pondrían el de fantasma…- comento con una leve sonrisa.

-Bueno, da igual…- dijo sin borrar su sonrisa. -¡Al fin tengo mi propia recompensa!- exclamó.