Hija de Shirohige (Tú, en el mundo de One Piece)

Capítulo 08: Una aventura juntos.

Unas semanas después (t/n) salía de su camarote, con una sonrisa en los labios, un papel enrollado, portando una pequeña mochila y su espada.

-Hoy es el día...- se encontraban en Grand Line, el clima era cálido, por lo tanto llevaba una blusa de titanes de color (c/f), un short de mezclilla claro, y unas sandalias de medio tacón, su cabello suelto adornado por una pañoleta roja, se dirigió a cubierta, donde se encontraba Shirohige, ese día Marco no estaba, había ido a una misión que el Yonkou le pidió.

-¿Y esa mochila?- preguntó el capitán.

-Hace mucho que no busco un tesoro... aún me falta mucho por pagarle...- exclamó con una leve sonrisa, había algunos de sus nakamas cerca, entre ellos Ace, quien enarco la ceja, no sabia de que hablaban.

-Otra vez con eso...- exclamó un poco molesto. -¡Ya te dije que terminaste de pagar!- la joven no perdía su sonrisa.

-Claro que no...- de su mochila saco una pequeña libreta. -Lo que robe equivalía a la cantidad de 600 millones de berries, sólo he pagado 475 millones de berries, restan 125 millones de berries más intereses...- explicó.

-Pero Marco no está para que te acompañe...- se dio cuenta de algo. -Ya veo... esperaste a que él saliera, ¿verdad?- la joven carcajeo un poco avergonzada.

-Me ha descubierto padre, tiene razón, deseo ir yo sola...- sin embargo ya sabía lo que diría.

-¡No puedes! ¡Como mi única hija debo protegerte, así que hasta que llegue Marco, no podrás salir!- la joven no pudo evitar molestarse.

-¡Pero ya puedo pelear yo sola!- se quejó. -¡Yo soy una pirata! ¡No una niña!- Shirohige con su puño golpeó el brazo de su asiento, la fuerza fue tal que meció el Moby Dick, algunos se tambalearon, otros cayeron, (t/n) se mantuvo de pie.

-¡Entonces deja de actuar como una mocosa y actúa como una pirata, debes obedecer mis reglas! ¡No dejarte sola!- Thatch apareció.

-Si gusta, yo puedo acompañarla padre...- dijo en tono conciliador, (t/n) se ilusiono ante esa posibilidad.

-(t/n) pertenece a la primera división, Marco debe protegerla... habló Shirohige, tú eres de la cuarta, no puedes descuidar tus deberes...- dijo con una imponente voz, la joven se molestó.

-De acuerdo...- accedió el comandante.

-¡Padre... por favor!- pidió la joven. -¡Yo soy fuerte!- el yonkou sonrió con cierto orgullo.

-Eso lo sé bien, sé que eres fuerte, por algo eres mi hija, pero tú no conoces qué tan malos podemos ser los hombres, aquí eres respetada, si alguien se atreve a mancillarte, juro que lo haré pagar antes de matarlo...- la joven se pasmo por esa palabras, no entendía del todo de qué hablaba, pero sabía que Shirohige la quería mucho, por eso la protegía.

Ace se dio cuenta del amor, de su ahora capitán, por la joven, después de todo tenía enemigos que no dudarían en usarla para dañarlo, amenazarlo, dañaría de la peor manera a (t/n), quién era muy inocente.

-Yo la acompañaré...- Ace se apartó de los espectadores, y se acercó a la escena.

-Ace...- la joven se sorprendió, pero al mismo tiempo, se alegró, Ace aún no pertenecía a alguna división, era el candidato perfecto para acompañarla.

-¿Estás seguro?- cuestionó el capitán, Thatch sonrió levemente.

-Puede confiar en mí...- hizo una leve reverencia. -Yo la acompañaré y la protegeré...- lo miró a los ojos, Shirohige analizaba, era cierto que Ace no llevaba mucho tiempo en la tripulación, pero parecía un buen muchacho, respetaría a su joven hija, observó a (t/n), quien tenía los ojos levemente cerrados, cruzando los dedos.

-De acuerdo... Ace, cuida a (t/n), ella es nuestro gran tesoro, si algo le pasa, no dudes que te haré pagar por no cumplir mis órdenes...- amenazó, Ace asintió.

-Así se hará...- (t/n) salto de alegría.

-¡¡Gracias Ace!!- lo abrazo tomándolo por el cuello, como él era más alto que ella, sus pies se separaron del suelo, el joven se tambaleó un poco, pero se mantuvo, sonrió al verla tan feliz.

-Traten de regresar lo más pronto posible...- dijo con una amplia sonrisa Thatch.

-¡Así será!- dijo (t/n), soltando a Ace.

Ace contaba con su pequeña embarcación que podía usar gracias a su habilidad, pero sólo podía ir él, (t/n) no le vio nada malo, ya que su nakama usaba su habilidad para moverse en aquel bote, ella usaría la suya para evitar ser quemada.

Así que esa misma tarde, ambos piratas se fueron, (t/n) se había acomodado muy bien detrás del mástil de aquella pequeña embarcación, a ella le encantó el viaje, aquel bote se movía muy rápido, sentía la brisa y el viento.

-Sin duda esto es genial...- dijo ella, Ace volteo a verla.

-Me alegra que te guste...- regresó su vista al frente. -¿Te puedo preguntar algo?- cuestionó y la joven se sorprendió.

-Claro... dime...- animo con curiosidad.

-¿De qué deuda hablabas?- preguntó sin voltearla a ver.

-Yo conocí a padre, tras robarle tesoros...- explicó con una leve sonrisa y una mirada nostálgica, sorprendiendo a su nakama. -Robe oro y joyas para las personas del pueblo pobre donde vivía, Padre dejo que sus tesoros se quedaran a cambio de que lo siguiera, pero no me parecía justo, debía pagar lo que robe, debes en cuando he despojado de sus tesoros a piratas sin honor, he encontrado mapas de tesoros, y así he juntado lo necesario para pagar, aunque ya me han dicho que no debo nada, tengo orgullo...- dijo lo último con una leve carcajada.

-Sin duda eres admirable...- dijo con una sonrisa. -De dónde vengo solía ver niñas, me parecían aburridas, torpes, miedosas y extrañas, llegue a pensar que todas las mujeres eran así, pero fui criado por una mujer fuerte, también conocí a una muy amable y valiente, a lo largo de mi viaje me he dado cuenta que no todas son iguales, entre ellas, tú...- confesó, al escuchar aquellas palabras, la joven se sintió un poco avergonzada, y sus mejillas se tiñeron de un tenue rosa.

-Gra... gracias...- dijo ampliando su sonrisa.

-Y bien... ¿a dónde vamos?- cuestionó el joven, ella desenvolvió el mapa que tenía y miro su long pose.

-Si seguimos esta ruta, llegaremos a una isla comercial, ahí pasaremos la noche, y a unos metros de esa, se encuentra otra que es una isla primaveral con selva...- explicó, Ace miro su propio Long y le dio la razón a la joven, marcaba una isla cerca de ahí.

-De acuerdo, sostente fuerte, acelerare un poco más, así llegaremos en pocas horas...- la joven asintió, guardó su mapa y se sostuvo del mástil.

-¡Adelante!- exclamó con felicidad, estaba emocionada por una nueva aventura.

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