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Elizabeth

¿Qué es realmente sentirse libre?
Hace un par de años aún creía que ser libre es ser feliz, ahora sé que ser libre es estar solo.
Hace seis meses salimos del burdel por la puerta principal, tristemente no tengo ningún recuerdo de ello, salí de mi prisión y no tuve oportunidad de disfrutarlo, tal parece que este castigo nunca terminará, estoy destinada a no tener ningún recuerdo feliz.
Sería la deducción mas lógica, después de todo soy la única que no ha podido rehacer su vida; Alois se fue a vivir con Cluade, entró a una de las mejores escuelas de teatro de la ciudad y está destacmído en todo, tendrá su primer protagónico en un par de meses; Ciel, ay mi Ciel, obligó a Sebastian a darle cursos intensivos sobre todas las materias que se imparten en las escuelas e hizo un examen para la universidad, aunque se muere de nervios Sebastian y yo sabemos que logrará entrar pues no es por que sea mi primo sino porque es un chico realmente inteligente.
Según Ciel, quiere convertirse en un escritor, citando sus palabras exactas quiere "Crear una puerta de escape hacía otros universos, para que así a la gente no le duela tanto el mundo"
Aún no se da cuenta que al cerrar el libro la vida dolerá aún más.

Todos salen adelante, yo me quedo estacanda, por algún motivo no logro sentirme con la fuerza necesaria para ser algo nuevo ¿porque? ¿No es eso muy estúpido? Lo tengo todo pero no quiero hacer nada...

- ¿Lizzi? - una voz interrumpe mis pensamientos, miro hacía la puerta y en ella está Sebastian - ¿podemos hablar?
- ¡Claro Sebastian!
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Ciel

- Ciel, de verdad necesito hablar contigo ahora - Alois lleva toda la mañana insistiendo en querer hablar conmigo y aunque miento al decir que no tengo idea de lo que quiere tratar sé perfectamente qué es
- Alois, no seas molesto, estoy estudiando
- ¡pero si tú examen ya fue! ¡Hazme caso ya! ¡Además no es justo que vengas a verme y te pases la mañana estudiando! - después de suspirar me quedo mirando una ilustración de Alicia cayendo por el agujero del conejo hacia el país de las maravillas, que angustia se ve en su rostro, creo que la entiendo.
No sé que debo decirle a Alois respecto al tema, mi comportamiento en el hospital no fue el correcto pero lo necesitaba, deseaba a Alois ¿que mejor mezcla puede haber en este mundo que dolor y más dolor?
De entre todas las personas en mi entorno, ha sido él quien ha pasado por lo mismo que yo.
Actualmente aún siento como mi miembro de endurece al recordarlo, deseo su cuerpo e incluso a veces me enloquece saber que Claude puede tenerlo y yo no. ¿Quien sabe? Quizás solo se trata de un ridículo tema de egocentrismo pues en vidas pasadas yo era el mundo de Alois y ahora Claude ma ha desplazado.
- De acuerdo - Cierro el libro y giro la silla para quedar de frente al rubio - ¿de que quieres hablar?
- Es sobre algo que sucedió en el hospital, en realidad es por varias cosas que han sucedido desde entonces...
- Al grano
- Bien, cuando despertaste del coma pediste verme a mí primero que a nadie ¿recuerdas lo que sucedió?
- Sí - sus intensos ojos azules me miran con sorpresa, creyó que lo había olvidado ¿cómo podría olvidar ese olor y esa piel?
- ¿Porque lo hiciste?
- Porque sí.
- ah, increíble respuesta - Alois mira hacía el suelo mientras yo, sin pensarlo tomo su mano
- Alois ¿crees en la reencarnación?
- ¿reencarnacion?
- Sí, cuando una persona vuelve a nacer
- Pues, suena a algo complicado pero no imposible
- Las almas viejas solemos recordar nuestras vidas pasadas, la niñez, la adolescencia, el primer beso, nuestra muerte, todas y cada una de las veces
- ¿Estas diciendo que es real? ¿Que recuerdas tus vidas pasadas?
- Exacto
- Creo que has estudiado demasiado - me mira con escepticismo e intenta levantarse pero yo lo detengo - Ciel...
- ¿No lo has sentido? Los sueños o mejor dicho las pesadillas, la sensación de que ya pasaste por esto o aquello, ver a alguien por la calle y sentir que lo conociste en otro lado, la nostalgia por un lugar en el que nunca has estado... ¿No lo sientes? - su rostro se llena de horror pues entre todas sus vidas pasadas lo único constante fue el dolor, el daño que causó a otros y la muerte
- No - susurra - no puede ser cierto
- Alois
- NO
- Escuchame
- ¡NO! - él intenta zafarse de mi agarre, mira hacia todos lados en busca de no sé qué así que para calmarlo sujeto su rostro - Escucha... Es real - Alois comienza a reír históricamente producto de su sorpresa poco a poco su risa va terminando hasta quedar en silencio
- Si todo eso es real significa que...
- Eso ya no importa
- ¡Claro que importa! ¡Yo ocasioné tu muerte dos veces!
- Pero aquí estamos de nuevo tonto, podemos cambiarlo todo - lo rodeo con mis brazos por la cintura y acerco mis labios a sus oídos, sé que después de todos los hombres con los que ha estado esto no es nada pero aún así espero que surta algún efecto - Ahora lo sé, podemos empezar de cero, ahora puedo decirte que adoraba sentir ese fuerte deseo tuyo por mí, me enaltecía, quizá sea un poco egoísta pero ahora que Claude de ha convertido en el centro de tu atención me siento un poco celoso ¿porque ya no me deseas? ¿Como deje de ser lo todo para ti?
- Ciel, no digas eso, no sabes lo que haces
- Claro que lo sé - levanto mis manos y las coloco en sus hombros para tener así un mayo alcance de su cuerpo, es tibio y suave, se siente en el la juventud - sólo por una vez...

AcendradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora