Acendrado

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- Le diagnosticaron esquizofrenia meses despues de que mataran a mis padres
- Elizabeth esquizofrenica ¿no se supone que debería llevar una terapia?

No puedo reprimir una mirada de fastidio ante semejante comentario, para ser un demonio a veces hace preguntas muy estúpidas- ¿Y cuando pretendes tú que vaya a dichas terapias si Angelina apenas y nos deja salir una vez a la semana? Eso sim contar que nos obliga a llevar a alguno de sus guaruras y que Elizabeth tendría que contar todo lo que aquí le sucede en la terapia
- Ya, ya tampoco te pongas así, solo era una duda
- Eres un tonto
- pero así me amas- Sebastian me toma por el brazo y me recuesta en el sillón en el que nos encontramos, el azul del cielo contrasta con sus ojos rojos, debo admitir que hizo un gran trabajo con nuestra mini biblioteca en la azotea - ¡Oye! Nos pueden ver...
- ¿Y? - me responde- dejalos, vernos a ti y a mi haciendo el amor sería mil veces mejor que ver una pelicula porno
- ¿qué cosas dices? Sueltame
- ¿De verdad quieres que lo haga? - ¿cómo una criatura aparentemente simple puede ser tan hermosa? El hombre que está sobre mí acerca su boca a mi cuello, oigo su respirar, siento sus dedos paseándose por mi torso- voy a volverme loco si continúas- susurro con una voz apenas audible, el aire me falta pero está muy lejos de ser una sensación desagradable
- ¿En serio? - dice con una pequeña risa secundando- ¿entonces ya no debería hacer esto? - siento su lengua recorrer mi cuello, unos pequeños besos atacan el resto del mismo hasta llegar a mi pecho cubierto por la camisa. La piel se me eriza y algo dentro de mí pide más ¿así se siente cuando realmente quieres estar con alguien? ¿tanto deseo puede haber en una persona?
- ahora pideme que me detenga...
¿detenerse? No. Nunca. Lo que quiero es sentir sus labios por todo mi cuerpo, muero por saborear sus labios, ansío que me haga suyo- ¿no era lo que querías? - acompaña sus palabras de mas caricias, siento algo duro rozando con mi entrepierna y eso no me hace mas que terminar de encender la llama que en mí crecía
- Seb... Sebastian... Hazme el amor...

- ¡Ciel! ¡Madame te está buscando!- la puerta de la azotea se abre de par en par y aparece Alois en ella, no sé como pero me encuentro sentado a medio metro de Sebastian y el cínicamente sonríe con la vista en el libro- tú lo sabías... - susurro, de su parte solo obtengo una mirada fugaz llena de burla ¡Maldito demonio!- Ciel, Angelina te llama...
- Ya voy...

Sigo al rubio por las escaleras con la respiración todavía entrecortada y el cuerpo aún ardiendo en deseo y enojo ¡Por una vez! Solo quiero estar con alguien a quien verdaderamente amo, tristemente no se lo dejaré tan fácil al demonio. Ya obtuvo lo que quería y ahora va la mía.

- Eh... ¿Ciel? - Alois habla mientras caminamos por el pasillo, apenas ahora soy consiente de mi entorno, me doy cuenta que voy en camino hacía la cueva del lobo
-Dime
- Me gustaría hablar contigo
- ¿de qué? - mis respuestas se vuelven automaticas, la verdad es que mi mente ahora solo está en la ansiedad que me provoca ver de nuevo a Angelina
- Bueno, será después ahora tienes que ver a Madame Red
- claro... - quedamos justo frente a la puerta de su despacho y nos miramos por un par de segundos
- ¿listo?
- si- susurro
*toc toc toc
- Adelante

- ¿que es lo que quieres Angelina?
- ¿Angelina? Hablame con respeto enano iracundo soy tu TÍA o en todo caso Madame Red
- Como sea- Las manos no dejan de temblarme ¿porqué sigo teniendole tanto miedo? Teniendo a Sebastian ella no puede tocarme meto mis manos a los bolsillos y sigo hablando - ¿que deseas?
- Son varias cosas las que quiero tratar contigo, para empezar... ¡¿como es que se te pasó por la cabeza de matar a Siemens?! ¡¿Te imaginas por cuanto tuve que pasar para deshacerme de sus rastros?! ¡Mucha gente lo vio entrar! ¡Otros tantos te vieron a ti y a él llenos de sangre! ¡¿A caso quieres arruinarme?!
- No entiendo porque te quejas, al final quien resolvió todo fue Sebastian- le respondo con el ceño fruncido y una mirada dura ¿que le da derecho a reclamarme? - Dime... ¿cuál es tu vervadera molestia? ¿que te arruine economica y moralmente o que Siemens no logró matarme?
- Calla- susurra y mira a otro lado- claro que estoy preocupada por que me arruines ¿A mi quemas me da si te mató o no? Ahora, ese es otro tema que quiero tocar ¿qué hay contigo y Sebastian?
- ¿El pinche? ¡Ja! ¿porque habría de haber algo? - Mentir es el don natural de los Phantomhive, la falsedad corre por nuestras venas, pero esta vez no estoy seguro de haberla convencido
- No te hagas el listo conmigo Ciel, no se han despegado ni un segundo desde que llegaron, pareces cómodo con él, incluso podría decirse que feliz
- Ay no digas idioteces- ¿Tan evidente y traidor puede ser el amor por alguien? Vamos debo agregar algo mas convincente- ¿qué no fuiste tu quien lo mandó al hospital a cuidarme para que yo no abriera la boca? Yo jamás me acercaría a alguien así
- Quiero que entiendas una cosa Ciel- me dice con los ojos entrecerrados y la mandibula tensa, sabe que miento- Si en algún momento tú y el inutil de Sebastian llegan a tener algo más, yo misma me encargaré de ambos, a él voy a matarlo frente a tus ojos... Oh, lo siento, la costumbre, frente a tu ojo jajaja...