5

494 56 7
                                    

Vestido rosa pastel, tacones negros, peluca, labial, rubor, sombras. Después de todo no soy tan distinto <<parece que te equivocaste de cuerpo>> ¿Será cierto? Soy mas débil que cualquier otro hombre, mis facciones son delicadas, mi piel demasiado blanca, jamas he estado con una mujer, mi primera vez, aunque no consensuada, fue con un hombre. Quizá me equivoqué y mi vida no fue arruinada el día que mis padres murieron. Quizá el destino se ensañó conmigo desde antes de nacer dándome el cuerpo equivocado. El hecho de haber quedado huérfano, convertirme en una prostituta y quitarme la libertad serían solo para rematar mi infortunio
<<¿Entonces por que no se han ido?>>
No lo sé Sebastian. Lo intenté todo, pero parece que no fue suficiente. Huí mas de una vez a mitad de la noche, llamé a la policía, corrí, me escondí, ya había alguien esperandome, jamás me creyeron, me encontraron.
¿Que se supone que haga un niño?
Nadie nunca quiere escuchar a los mas pequeños, olvidan que algún día también lo fueron << solo debes decir que no y ya>>
Si eso fuera tan sencillo, me aferre hasta donde pude, grité, exigí, golpee y peleé para hacer respetar mi decisión, implore por ello pero pareció que nadie escuchaba ¿no lo hice bien? ¿Que fue lo que me faltó? Explicame por que yo no logro entender como puedes decir que la vida es tan sencilla ¿que tipo de vida llevaste tú para comportarte de tal manera? ¿Que tan necesitado debiste haber estado para llegar aquí? Deberías irte. Hay miles de cosas mejor que esto y eso es seguro, tienes todo un mundo por explorar y decides quedarte, que irónico ¿no?.
No sé como ni en que momento ocurrió, pero cuando vuelvo a la realidad veo a través del espejo a mi prima y a Alois con una mueca llena de tristeza, están parados detrás de mi, Elizabeth lleva un vestido corto color rojo, demasiado revelador. Alois en cambio parece que hoy verá al tal Claude pues esta vistiendo como hombre, unos vaqueros, zapatillas y una camisa blanca ligeramente desabotonada de arriba, luce muy bien.
- Oh por favor quiten esas caras de amargura - pido
- Ciel, aun estas a tiempo - comienza Lizzie - no hagas esto, solo sufrirás mas - me toma por los hombros y sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas, no soporto verla así y ella lo sabe, pero no voy a ceder, es la única decisión importante que he tomado por mi cuenta y la haré respetar
- Ya basta Elizabeth, es la ultima vez que tocamos este tema
- Pero Ciel...
- Dije que basta - doy vuelta a mi silla para poder quedar frente a mi prima, miro sus ojos y con toda la determinación que soy capaz de juntar hablo de nuevo - No voy a cambiar mi decisión, ya habíamos hablado de esto y ya habías aceptado, por favor no lo compliquen más.
Cuando mi discurso apenas va comenzado alguien entra por la puerta, un largo vestido rojo se asoma por el lumbral
- ¿Ya están listos? Oh veo que sí.
Alois el señor Faustus esta esperándote en la 7, así que ya no tardes
- Ya voy
- Y Elizabeth...
- ¿si?
- El jefe de policía pagó por un oral
Los músculos de mi prima se tensan al escuchar esas palabras, entiendo que debe estar llena de frustración pues el jefe de policía no es mejor que Siemens.
- Sí, ¿en donde quiere que lo vea?
- En la 12, y querida, quita esa cara, no creo que a nuestro cliente le guste verte así
- Si Madame, te veo al rato Ciel - Lizzie besa mi frente y da un largo suspiro, pero antes de salir se da la vuelta para poder observarme y susurra - suerte...
- ¡Ay niña ya vete! que apenas es el primer trabajo de la noche
Sin mas mi prima sale de la habitación, sus tacones resuenan en la escalera y solo entonces soy consiente de la musica que viene de abajo, violín,  por una cabeza.
Angelina siempre ha sido fanática de la música de violín, una prueba mas de que a las bestias siempre les atraerá la belleza.
- Veo que no fue en balde la salida de hoy - dice mi tía - ese vestido es muy bonito, ven levantate y dejame verte
Obedezco sus órdenes sin rechistar, por alguna razón el cosquilleo en mi estomago me impide hablar, siento que si lo hago sacaré lo poco que comí. Como lo odio, siempre esta presente, el maldito miedo por no saber qué pasará, lo detesto, amenazandome siempre, constante, perseverante, indeseable - te ves maravilloso Ciel, quizá algún día me lo prestes - bromea
- sí - pero dudo que una ballena como tú entre en este vestido sin romperlo - cuando quieras
- Vaya, que dócil ¿pasa algo? Espera... ¡Estas asustado! ¿Quien lo diría? Un Phantomhive asustado jajaja...
- ¡Callate! - mi voz surge desde el fondo de mi pecho, su risa se vuelve mas escandalosa
- Que ridículo jajaja...
- ¡Dije que te calles! - la rabia domina todo mi ser y sin pensar lo que hago dejo que la palma mi mano impacte  contra la mejilla de mi tía, la satisfacción corre por mis venas, una sonrisa se forma en mi rostro y las ganas de reírme amenazan al ver sus ojos llenos de miedo
Como era de esperarse el gusto me dura solo unos segundos. Después de lo ocurrido Angelina decide llamar a gritos a sus guaruras y hace que me tomen cada uno por un brazo
- ¡Sueltenme! - el forcejeo se vuelve agotador para mi débil cuerpo pues la poca adrenalina que aún tenía en sangre se ha desvanecido, todo me pesa y la fuerza de estos dos hombres es abrumadora así que dejo de luchar y dejo que mi cuello deje de dar soporte a mi cabeza para poder ver al suelo
- Mirame - dice mi tía - ¡Mirame! - la mujer me toma por la barbilla obligándome a verla a la cara - ¡No eres ni la sombra de lo que alguna vez fue tu padre! ¡El era un hombre fuerte, guapo, inteligente, jamas toco a una mujer pero tampoco se dejó. humillar por nadie! ¡No le llegas ni a los talones! Hoy cometiste el peor error de tu vida Ciel, me has golpeado ¡a mí! Yo que siempre te he procurado, que me ocupé de que no te faltara una cama, un plato de comida, que nunca te tocara ninguno de esos hombres 
- Pero a que precio, mataste a mi familia - susurro
- ¡Ellos no te querían como yo! - la fuerza en su mano disminuye y pronto comienza a acariciar mis mejilla ¿que no me querían? - Nunca estaban contigo, tu padre, el apuesto Vincent se la pasaba todo el día arreglando sus asuntos con el narcotráfico, sí como lo oíste, solo por eso tenían una buena vida, Vincent Phantomhive era narcotraficante. Y tu madre, mi dulce hermana, se la pasaba hablando con tus médicos para curar ese asma, igual nunca lo logró, se le olvidó que lo que en realidad necesitaba su pequeño era compañía, un poco de amor...
¿o ya lo olvidaste? todas las tardes, al llegar de la escuela te encontrabas solo y era yo quien se quedaba contigo, era yo quien te acompañaba a comer, te ayudaba a hacer la tarea, jugaba contigo. Tú... Debiste haber sido mi hijo ¡NO DE LA ESTUPIDA DE REACHEL! Pero tu padre solo me usaba para sus noches de soledad, cuando tu madre no quería estar con él, o cuando se hartaba de ella
- ¡¿Que estupideces estas diciendo?! ¡No te imaginas la vergüenza que sentiría de ser hijo tuyo!
- ¡Callate!
- ¡estas mintiendo! Mi padre jamas habría engañado a mamá, y menos con una puta como tú
- ¡ja! ¿Puta? Después de todo no somos tan distintos Ciel...
Esas ultimas palabras me dejan mudo, tiene razón, no soy mejor que ella
- Ya me cansé de discutir contigo, preparate  linda, por que hoy trabajarás hasta el amanecer - una sonrisa aparece en su rostro y sin esperar más deja la habitación con sus dos gorilas detrás de ella
- No puedo... Ya no puedo...
                                   -

AcendradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora