Existen muchas cosas que aún no entiendo, entre ellas cuál es el objetivo de repetir ésta historia.
Mi alma ha vagado tanto que a veces confundo el pasado con el presente, un día no sé si soy violinista, conde o prostituta, cada día que pasa me cuesta mas ver a Sebastian a los ojos sin que note el cansancio en ellos.
- Sebastian
- ¿si?
- ¿Puedo preguntarte algo?
- Acabas de hacerlo
- Agh... No juegues conmigo
- Bien bien, dime
- ¿Porqué Alois no recuerda nada? Ni Lizzi, ni nadie más... ¿Porqué sólo yo he podido recobrar mis recuerdos de otras vidas?
- Vaya... Buena pregunta - Sebastian se queda mirando al techo un rato, son cerca de las seis de la mañana, con la poca luz de las farolas de la calle que entra por las ventanas apenas se alcanza a distinguir la silueta de los muebles, todo está en silencio es como si la ausencia de ruido nos advirtiera que algo viene - a veces pienso que es por nuestro contrato
- ¿El contrato?
- Sí, nunca lo completamos, moriste antes de que yo pudiera tomar tú alma y esta escapó de mí
- Si no hubiese muerto en ese entonces ¿la habrías tomado?
- No - El demonio voltea a mirarme, sus ojos parecen tener luz propia, todo él es un ser que resplandece - No habría podido, desde entonces te amo tanto como para protegerte en lugar de dañarte
- Si tomaras mi alma podría permanecer contigo por siempre
- Lo sé pero no sería lo mismo, no podría tocarte o escucharte, no podría oler tu cabello ni besarte, sería demasiado vacío ¿lo entiendes?
- Sí... - después de varios minutos en silencio tomo la palabra de nuevo - sigo sin entender como es posible
- La primera vez que nos encontramos, cuando tú eras un conde tuviste una muerte prematura, así que me encontré como el asno de Buridán
- ¿el qué?
- El asno de Buridán es un principio que fue inventando en dónde se plantea que a un problema se le dan dos posibles soluciones. Básicamente hace alusión al argumento de reducción al absurdo que va contra un teólogo de apellido Buridán. Digamos que ocurrió así, en una superficie extensa se encuentran dos montones de paja y en medio un asno que muere de hambre, entonces, bajo esa deseo de saciar su apetito y esa indecisión de hacia cuál de los dos montones de paja debe ir, morirá de hambre.
No me agrada la comparación pero en este caso el asno soy yo y los dos montones de paja eran mi hambre incontrolable y mi gran amor por ti.
Tarde un poco en decidir pero al final deje que tú alma regresara a donde pertenece, pero siempre volví por ti.
Te amé, te amo y te amaré demasiado como para dejarte ir, eres mío. - dicho esto Sebastian se gira para quedar mirándome de frente - Eres mío... - susurra y siento su brazo viajar hasta mi cintura, sus labios poseen los míos y mi corazón está a punto de explotar, podría morir justo ahora con el alma llena de alegría
- Te amo, te amo, te amo, te amo... - le susurró entre besos, quiero que lo sepa,quiero que todos en el universo lo sepan.
En medio de la apasionante sesión de besos el sol llena la habitación y los muebles van tomando forma, de pronto hasta mis oídos llega un sonido extraño, Sebastian se detiene y yo con él... alguien está intentando abrir la puerta de abajo - ¡despertó! - grito dando un salto de la cama para ponerme la bata de dormir.
Al salir corriendo de la habitación tropiezo con el marco de la puerta - ¡agh! Maldición - el dedo pequeño de mi pie izquierdo me punza y el dolor por el golpe aunque tolerable es espantoso
- ¡Ciel! - con la ayuda del azabache me levanto - estoy bien, vamos por el chico - corremos por el pasillo y al llegar a las escaleras echo un vistazo, el tipo está intentando abrir la puerta pero sinceramente apenas se puede sostener por si solo
- ¡oye! ¡Espera! - él voltea a mirarnos con la mano aún en el picaporte - calma... sólo queremos ayudarte - Sebastian llega antes que yo, como siempre, y con cuidado toma al moreno por el brazo
- Ven, aún no estás listo para eso
- déjenme ir...
- No entiendes - le interrumpo - apenas y puedes sostenerte tú solo, si te dejamos probablemente mueras...
- Pero conmigo aquí corren peligro - Sebastian me mira y en sus ojos se refleja la preocupación- te lo dije - susurra lo más bajo que puede
- ¿de qué hablas? Quien te persigue?

ESTÁS LEYENDO
Acendrado
FanfictionVestido rosa pastel, tacones negros, peluca, labial, rubor, sombras. Después de todo no soy tan distinto <<parece que te equivocaste de cuerpo>> ¿Será cierto? Soy mas débil que cualquier otro hombre, mis facciones son delicadas, mi piel...