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Hospital Central
Hora de entrada: 3:33 am
Paciente: Ciel Phantomhive
Diagnóstico: pérdida del
glóbulo ocular derecho
Causas: golpes

- ¡Doctor! - grito al ver al hombre de bata aparecer en la sala - ¡¿cómo está Ciel?!
- ¿Es su familiar? - responde él con una jeta llena de aburrimiento
- Soy su... - ¿mayordomo...? ¿Debería decirlo? No. - Soy su novio
- Entiendo - dice el doctor y continúa - infortunadamente el chico perdió el ojo, no había mucho que pudiéramos hacer. Lo siento. Ahora ya se encuentra estable pero está sedado así que tendrán que esperar hasta mañana para las visitas
- ¡Pero tenemos que verlo ahora! - explota Elizabeth - ¡Lo acusaremos de negligencia médica! ¡Ciel no pudo haber perdido el ojo!
- Le voy a pedir señorita, que baje la voz, este es un hospital y por lo tanto no debe gritar ni alterarse así. Quizá su familiar no habría perdido el ojo sí lo hubieran traído antes. Agradezca que no esta muerto - Su comentario se vuelve fácilmente una pedrada para los tres. Sin pensarlo ellos bajan la cabeza, mostrando sumisión como siempre, sin embargo, yo observo al doctor de pies a cabeza, como me gustaría retorcerle su frágil cuello con ambas manos. Aunque debo admitir que no está mintiendo, después de unos segundos el hombre habla de nuevo - Por cierto, mi obligación como doctor es llamar a la policía cuando se presentan este tipo de heridas, el detective está esperándolos en el pasillo ¿puedo llamarlo?
- ¡¿policia!? - respondo en susurros pero no por eso menos alterado, Elizabeth y Alois llenan sus rostros de pánico, quieren huir ¿serían capaces de dejar a Ciel?
- Sí, debemos saber quien provocó esa herida al paciente, para que pague por sus actos, no queremos que otras personas pasen por lo mismo que el joven. ¿Puedo ir por el detective ahora?
- Sí - susurro
El doctor se marcha y Elizabeth me toma del brazo
- Sebastian, no podemos hablar con él, preguntará en donde vivimos y si eso pasa irán a buscar a Madame Red y ella nos hará pagar por esto.
- Tranquila - digo - no va a pasar nada, sólo siganme la corriente y todo irá bien ¿de acuerdo? - ambos mueven ligeramente la cabeza en señal de aprobación y una nueva voz se escucha a mis espaldas
- Buenas noches
- Buenas noches - respondo
- ¿Cual es el nombre del paciente?
- Ciel Phantomhive
- ¿edad?
- 17 años
- entonces está estudiando la preparatoria
- Efectivamente
- ¿en qué escuela esta estudiando?
- ¿qué tiene que ver eso con el accidente? - el policía me mira con un ligero toque de molestia en la mirada pero continua - cierto, lo lamento ¿qué fue lo que ocurrió? ¿Porqué no me lo cuenta usted señorita?
La rubia mira asustada al policía y justo cuando abre la boca rompe en llanto una vez más, Alois la abraza y ella no lo evita. No es tonta, en cada nueva vida me sorprende más, aunque no deja de ser una chiquilla caprichosa e infantil.
- Perdón - dice Alois - Sigue muy alterada por lo que ocurrió, debo calmarla, Sebastian por favor cuenta le tú lo que pasó al policía
- Claro - respondo lo mas tranquilo que puedo, me giro a ver al policía y puedo ver que no se ha tragado el cuento. Bueno Sebastian, este es tu deber, ¿que sería del mayordomo de la familia Phantomhive si no pudiera realizar tarea tan simple?
- Entonces, digame qué ocurrió
- Bien. Salimos a dar una vuelta, casi siempre acostumbramos a...
- ¿a las tres de la mañana? - dice alzando una ceja ¡carajo!
- No, salimos desde antes, cerca de las 11, a veces a Ciel le da ansiedad y solo lo calma un paseo, sólo así puede dormir
- Entiendo ¿y como terminaron en la calle a las 3 de la mañana?
- Pues, habíamos decidido aprovechar que es fin de semana para salir por unos tragos, cuando regresábamos nos encontramos a un hombre bastante viejo que obviamente estaba ebrio, no hicimos a un lado y los chicos me pidieron que mejor tomara un taxi. Obedecí y me aleje de ellos unos metros, justo cuando les iba a llamar para que subieran el hombre que le digo tomó por el cuello a Ciel y lo arrastro consigo, nosotros corrimos pero solo yo lo alcancé, no sé por qué motivo el hombre estaba golpeando a Ciel con brutalidad. Hice lo que pude, golpee al hombre y esta huyó, fue cuando vi que Ciel no reaccionaba. Lo trajimos en cuanto pudimos, nadie quería detenerse a ayudarnos... - termino mi relato con un par de lágrimas y me encargo de verme vulnerable, no es que no me duela lo que le esta sucediendo a mi Ciel, pero no puedo decir la verdad. El detective me observa y como ultimo requisito me pide una descripción del hombre y un numero de teléfono para llamar de caso de que lo encuentren, después de eso se va y sin que yo lo desee conscientemente mi memoria me lleva a una verdadera reconstrucción de los hechos...
Yo escuché todo, sabía que estaría con ese hombre ¡¿porque me dejé engañar?!

AcendradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora