Aquella noche, Louis no podía conciliar el sueño. ¿Por qué el informe hablaba de hermanos, si él no recordaba tener ninguno? No llegó a leer los nombres, pero vio que hablaba sobre dos.
¿Es qué hay cosas que aún no sabía sobre su familia?
Él no había tenido mucho contacto con su padre, sólo un par de veces cuando se dignaba a aparecer y llevarlo a su casa, pero esas veces, Louis no la pasaba bien. No le gustaba ir a casa de su padre, porque él era raro, no era mala persona de eso estaba seguro, pero es que simplemente, él no le daba la confianza como su madre. Quizás porque no estaba acostumbrado a verlo. Entonces, quizás esos hermanos de los que hablaba el informe, eran hijos de él.
Y se preguntó si esos niños estarían junto a su papá o sufriendo en un internado como él. Seguramente el informe lo aclararía, pero no quería arriesgarse a entrar a aquella sala. De repente sintió un dolor en la boca del estómago, y el sueño se le terminó de ir.
—¿Dónde lo dejé? —murmuró. Recordó que se había marchado de la sala dejando su afiche desordenado, lo que podría meterlo en graves problemas.
Sintió cómo Harry se movía y le pasaba una pierna por encima de las suyas. Louis se acercó más al cuerpo de su amigo y lo abrazó, pero no podía relajarse. No sabiendo que se había metido en un drama.
Sólo espero haber dejado bien el de Harry porque no me perdonaré que lo lastimen por mi culpa.
Escuchó fuertes golpes en el piso de abajo y sintió escalofríos. ¿Ya se habría dado cuenta? Quedó atento ante cualquier otro ruido extraño, pero no volvió a escuchar ninguno y se terminó durmiendo.
Cuando despertó, aún seguían en la misma posición. Apagó la alarma y se levantaron. Casi todas las mañanas ninguno de los dos hablaba por el mal humor. Se alistaron y bajaron a preparar el desayuno. La Directora entró al comedor mucho más temprano que de costumbre, lo que puso muy nervioso a Louis.
Estaba esperando el momento en que dijera; "¿Qué te he dicho de hurtar?"
La Directora se percató que Louis tenía algo extraño porque no dejaba de mirarlo.
—¿Pasa algo, Louis?
—No, nada.
—¿Y por qué te comportas más estúpido que de costumbre?
—Lo siento.
—«Lo siento» —dijo con un tono de burla y a Louis le vinieron recuerdos de sus compañeros de primaria, cuando vivía en Doncaster.
Además de la mirada de la Directora, comenzó a sentir que Harry también lo miraba. Louis empezó a sentirse agobiado y de muy mal humor. Intentó evitar quedarse a solas con Harry porque sabía que iba a cuestionarlo, pero era imposible, ellos estaban juntos todo el tiempo.
—¿Pasa algo, Lou?
—No, Harry —intentó decirlo de la mejor manera, pero no pudo. Harry sintió el tono cortante y prefirió mantener silencio. Louis se sintió un poco culpable, ya demasiada mierda tenía que aguantar como para que él también lo tratara mal —. Lo siento, Hazz, pero de verdad, no me pasa nada.
—Pero es que estás raro desde que te sorprendí en el cuarto de Farrel. ¿Estás molesto por eso? No fue mi intención asustarte.
Louis rió.
—Te juro que no es eso.
—¿Entonces?
—Sólo... sólo no estoy de humor hoy.
—Está bien, estás en tu derecho.
Louis se sintió culpable por no decirle sobre los archivadores. Su hermana estaba viva y él no lo sabía. Debería decírselo, desde luego, pero no sabía cómo. Harry podría ofenderse por leer su información, Louis no debería meterse en asuntos que no son suyos.
—¿Sabes que puedes confiar en mí, cierto? —preguntó Harry secando el último plato. Louis se acordó de su madre cuando le preguntaba sino había algo que debía contarle, porque sabía que su hijo le estaba ocultando algo.
—Sí, Hazz, lo sé.
—Pues puedes confiar en mí.
Louis sonrió.
—Harry, no hay nada de lo que tenga que hablar, ¿vale?
—Entiendo, pero si quie...
—Lo sé, lo sé.
Louis tuvo que esforzarse mucho para aparentar que nada raro sucedía, porque Harry se lo quedaba mirando e insistía en que podía confiar en él.
Mierda, Harry, confío en ti, pero no quiero decírtelo.
Harry no dejaba de mirarlo en cada momento, y Louis ya se estaba poniendo mucho más nervioso.
—Mira, Harry, estoy nervioso, sí. Y estás haciendo que empeore. Te quiero y tal, pero por favor, deja de mirarme.
—Pero es que...
—He hecho algo de lo que me arrepiento, y ahora tengo miedo de que Farrel se entere, ¿sabes?
—No, pues no lo sabía. ¿Qué has hecho?
—Cuando me sorprendiste en esa sala, estaba revisando algo que no debía, algo mío. Y como me asusté lo guardé en cualquier lugar y, como tengo mucha mala suerte, en cualquier momento va a necesitar ese maldito papel y no lo encontrará. ¿En quién crees que va a pensar primero? ¡En mí, Harry! Me matará, lo sé.
Harry quedó con la boca media abierta. Su amigo hablaba demasiado rápido y más agudo que lo normal, y no pudo evitar reírse. Louis lo miró confundido.
—Esto no es gracioso, Harry.
—Lo sé. ¿Cómo lo solucionaremos?
—No, Harry, la pregunta es; ¿cómo "voy" a solucionarlo? No te meterás en esto, no lo permitiré.
—Pero no es tan díficil. Subimos, yo hago guardia en la puerta y tú acomodas ese dichoso papel, listo. No es para tanto, Lou.
—Sí, es para tanto cuando se trata de Farrel. No sé con cuánto tiempo cuento.
—Mira, cuando Farrel está comiendo, no viene a la cocina. Subes y lo arreglas. Yo te esperaré aquí o te acompaño, como tú quieras.
—Pero tenemos que esperar hasta la tarde, Harry. Ahora mismo ella puede estar revisando los papeles.
—Quizás... pero si no, a la tarde lo arreglas. No debes preocuparte por eso. Si se entera, pues ¿qué crees que pasará?
—Me encerrará.
—Exacto, Lou. Nada nuevo, nada que no puedas aguantar.
La hora de la merienda llegó, y con eso, la hora de arreglar el archivador.
—De acuerdo, aquí voy —le dijo Louis. Harry lo abrazó.
—Todo saldrá bien, amigo, tranquilo.
Harry se quedó en la cocina deseando que no se tardara tanto. No desconfiaba de Louis, realmente sabía que no pasaría nada malo, pero sentía una clase de adrenalina sabiendo que estaría solo allí arriba.
—¿Dónde está Louis?
Harry se volteó y se encontró con la Directora. Sus piernas temblaron un poco.
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Gélidos || Larry Stylinson
FanficLabios partidos, manos heladas, pies lastimados, pero todavía con la esperanza de tener una vida de verdad. Inspirada en la película "La princesita" de Alfonso Cuarón.