Louis no habló sobre el tema hasta que pudo relajarse en su cama y Harry tenía la cabeza apoyada en su pecho.
—Me sentía humillado —murmuró Louis.
—¿Humillado, Lou? ¿por qué?
—Es que verlo a él me dio tristeza. Me vi reflejado en sus ojos y fue... fue horrible, ¿sabes? No puedo dejar de imaginarme como sería mi vida si mamá nunca me hubiera dejado aquí. Me alegro muchísimo de haberte conocido, Harry, pero está no es nuestra vida.
—Lo sé, también lo pensé varias veces.
—De todas formas, Oliver se siente perdido. A fin de cuentas, él tampoco sabe su historia.
—Es injusto para ambos.
—Sí. Y sé que soy una mierda de persona cuando creo que su vida es mucho mejor que la mía. Cuando pienso que él por lo menos tiene algo de papá. Cuando era pequeño y me llevaba a su casa, no quería estar ahí. Quería ir a cualquier lado, no me importaba, pero quería que él estuviera conmigo. Porque en su casa, él sólo se encerraba en su oficina y ni siquiera tomaba la merienda conmigo. Para él sólo eran días comunes.
—¿Crees que volverá?
—No sé si quiero volver a verlo. Harry yo me prometí que empezaría una historia de cero, pero si él vuelve a aparecer, simplemente no puedo.
—¿Por qué la Directora lo ha echado?
—No lo sé, sólo dijo que se había acabo el tiempo.
—¿No te parece raro?
—Viniendo de ella no hay nada que me parezca raro.
Louis sintió como Harry se aferraba más a su cuerpo.
—Te quiero, Lou. Y no te pongas mal por eso, se solucionará. Pronto serás feliz.
Un mes después.
—Louis, otra vez vinieron a verte.
—Todo saldrá bien, Lou —le susurró Harry.
Louis salió de la cocina y se encaminó hasta el living.
—Hola.
—Oye, esa vieja me amenazó.
—¿Farrel? Pues, sí. Suele hacerlo. No te preocupes que a ti no te hará nada.
—¿A ti sí? —Louis se encogió de hombros.
—¿Cómo estás?
—Pues...
—Mira, Oliver, voy a ser honesto contigo, ¿vale? Quiero que sepas que yo no puedo ayudarte a jugar los detectives porque de aquí no puedo proporcionarte ningún tipo de información. En lo único que puedo ayudarte es hablándote sobre mi mamá, pero no puedo darte porqués, sólo puedo decirte cómo era ella.
Entonces Louis se pasó toda la hora hablando sobre Johannah. Notaba como Oliver intentaba descubrir algún tipo de dato que sirva para construir su historia, pero Louis no podía ayudarlo, él tampoco sabía nada. Cuando vivía con su madre, él sólo era un pequeño, y como Harry bien había dicho, a los niños pequeños no se les da explicaciones.
—Fue lindo hablar contigo, Louis. ¿Te importaría si vuelvo?
Por favor, no vuelvas nunca más, no quiero verte. Eres detestable.
—Vuelve cuando quieras.
—No te caigo bien, ¿cierto?
—Aún eres un extraño para mí, no esperes que te despida con un abrazo.
Dos meses después.
—Diga.
—Buenos tardes, ¿hablo con el señor Ryan Tomlinson?
—Así es.
—Lo llamo desde el colegio pupilo Sagrado Corazón, donde se encuentra actualmente su hijo, Louis William Tomlinson.
—Sí, ¿qué ha pasado?
—Quería informarle, señor Tomlinson, que si su hijo va a seguir recibiendo visitas, tendrán que comenzar a pagar las matrículas.
—Yo no lo estoy visitando...
—Lo sé, pero quería informarle de todas formas. Quien lo visita se llama Oliver Tomlinson.
Ryan da un golpe a su escritorio.
—No está autorizado a ir de visita.
—De todas formas, tengo una propuesta para usted. Veo que no tiene interés en pagar.
—En absoluto.
***
—¿Qué diablos hacías en el internado?
—¿Qué?
—¡¿Qué mierda estás buscando, Oliver?! ¡No te metas en estos asuntos!
—¿Te contó Lottie?
—¿¡Estás metiendo en esto a ella también!? ¡Me llamó la encargada del internado! No sé qué carajos es lo que estás intentando con toda esta mierda, pero no vuelvas a poner un pie allí, porque como me entere te va a ir muy mal, ¿de acuerdo?
—Joder, papá, Louis es tu hijo —murmuró Oliver, confundido y decepcionado.
—¿Y qué, Oliver? ¿Tanto te importa Louis?
—Louis podría ser yo.
—No sabes nada, Oliver. No sabes nada de la verdadera historia, así que no me vengas con cosas así porque no siento lastima ni por ese estúpido ni por ti.
—Explícame, papá, porque no puedo entender las cosas que dices. ¿Cuál es tu problema?
—Mi problema eres tú y la mierda de tu madre y todo lo que tenga que ver con ella.
—Pero, ¿por qué?
—No actúes como idiota y no voy a decirte nada porque no me dan las jodidas ganas de hablarte sobre eso, ¿vale?
Oliver se fue a su cuarto al borde de derrumbarse de ira. Su padre cada vez era más odioso, pero no entendía por qué. ¿Qué había hecho su madre para que la odiara tanto?
Las pocas fotos de ella que había encontrado, parecía una buena persona, sin embargo las apariencias engañan, y esa mujer pudo haber lastimado a su padre al punto de arruinar su vida. Pero Oliver, conociendo a su padre, no estaba seguro de aquello. Era más probable que él la haya lastimado primero.
Como sea, él lo averiguaría.
—¿Puedo?
—Sí, Lottie, pasa.
—No sé qué mierda pasa con él.
—Cada vez está más loco.
Oliver observó que su hermana tenía un cuaderno en sus manos. Era un cuaderno escolar viejo.
—¿Qué es eso?
Lottie lo hizo girar en sus manos.
—Creí que podría interesarte. No quise leer mucho porque creo que no me corresponde. Son notas que escribió tu madre, por lo visto fue hace mucho tiempo, cuando tenías ocho años, o algo así. Fíjate.
![](https://img.wattpad.com/cover/129315777-288-k110982.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Gélidos || Larry Stylinson
Fiksi PenggemarLabios partidos, manos heladas, pies lastimados, pero todavía con la esperanza de tener una vida de verdad. Inspirada en la película "La princesita" de Alfonso Cuarón.