Capítulo 37: La última batalla (parte 1: antes de entrar al ruedo)

138 11 2
                                    


{Mérida}

Ya era el día siguiente, todos nos pusimos nuestras armaduras, la mía era una especie de vestido de cota malla. La verdad, me remordía un poco la consciencia mi conversación de ayer en la noche con Frost, sólo quería ayudar y no era justo que lo tratara así. Pensando en eso fui a su habitación, toqué y me dijo que pasara

- Ah- fue lo único que dijo cuando me vio entrar
- Lamento lo de ayer, no debí decir eso- me disculpe
- Está bien. Aunque no lo creas, comprendo- yo le sonreí débilmente y luego mire las esferas de Norte
- La verdad son lindas, fueron buenos regalos- le dije yo
- Si, la verdad es que son precisas, por decirlo de ese modo.
- ¿Dónde están tus demás regalos?
- Oh- dijo recordando, aparentemente los había olvidado.- están en este cajón

Lo abrió y ahí estaban, la fotografía de la familia de Jack que había sido el regalo del Hada; estaba también un frasco de arena brillante, cortesía de Sandman y también estaba un piedra circular. Yo saqué la flecha que aún traía conmigo en el carcaj y la dejé allí, él me miró especulante.

- De todas formas es tu regalo- dije yo.- ¿No los has usado?
- No, siguen igual, ¿Por qué?
- Porque si no mal recuerdo, y acabo de recordar hace menos de una semana, la piedra circular que te dio Conejo te permite ver a través de los objetos, y podríamos usarlo en la Selva para poder ubicar a Silence mejor y la arena de Sandman te hace imparable por una hora, ¿No crees que esta es una buena ocasión para úsalos?
- ¡Eso es!- dijo él con los ojos iluminados- No recordaba eso, Cupido, eres maravillosa- ante el cumplido no pude evitar enrojecer
- ¿Qué esperamos? Vayamos con los demás.

La idea les encantó, ninguno recordaba eso siquiera y me sentí bien con eso. Todos estábamos listos para irnos e íbamos a subir el trineo, pero ya éramos demasiados así que Jack y yo iríamos volando detrás de Norte y entraríamos al portal  al mismo tiempo que ellos, para evitar quedarnos atrás.

Cuando el trineo avanzó sentí como mi estómago se encogía, la verdad esa era una batalla importante que definiría lo que iba a ocurrir, ahí iba a saberse quién ganaba pues no podríamos evitarlo después de hoy.

- ¿Listo, Frost?- le dije con una sonrisa
- ¿Cuándo no lo he estado?- dijo con una mirada aguda

Seguimos el trineo y luego vimos el portal de Norte abierto, ambos cruzamos al tiempo que lo hacía el trineo. Llegamos a la selva mexicana, y descendimos en silencio. El clima ahí era caluroso y más siendo completamente de día. Conejo había sido el designado (debido a sus sentidos súper desarrollados) para usar la piedra e identificar a Silence.

Comencé a caminar como buscando pistas, nunca me había gustado quedarme quieta así que caminaba realmente no buscando nada, aún estaba cerca de los guardianes por cualquier cosa, pero ellos no me veían a mi.

- ¿Te gusta vagar sola, o no?- me dijo Jack a mis espaldas
- Siempre, pero eso ya debías saberlo
- Lo sé, sólo corroboraba. Tengo una pregunta
- Bien, sólo dilo- Lo apremié- pero no digas nada sobre lo nuestro, necesitamos concentrarnos.
- No es de eso, querida. ¿Cómo "activas" tu poder máximo?- preguntó él
- Emm, en mi caso tengo que imaginar ese poder recorriendo mi sangre, eso me permite cambiar mi vestuario y el vestuario me da un control completo, es algo muy tonto y parece poco pensado, pero así es.
- ¿Puedes mostrarme?- inquirió él acercándose, me puse un poco nerviosa y retrocedí
- Es así- decía mientras me concentraba en mi nuevo vestuario.
- Te ves hermosa con eso- me dijo recargándose en su cayado.
- Es tu turno- respondí evadiendo el elogio. Se veía que estaba tratando de hacerlo, pero aún no podía lograrlo.
- No puedo, se escucha más fácil de lo que es- dijo rindiéndose
- Solo busca algo que te consuele, debe ser algo más real para ti.- De nuevo él lo intento. Esta vez, en su misión tuvo éxito. Sus ojos se volvieron de un azul electrizante, completamente, y su ropa también había cambiado, era una especie de traje con una capa invernal, tenía botas y muchos detalles en plata.- Te ves bien- pude decir, lo cierto es que era verdad, se veía mucho más atractivo de esa manera
- Funcionó- dijo él mientras se miraba- Es curioso, siento como si fuera mi misma ropa, como si no fuera esto real.- luego volvió a ser el mismo Frost de siempre. Yo también volví a tener mi vestido verde.
- ¿Cómo lo lograste?
- ¿Y no me golpeas?- me preguntó, yo sabía que diría, pero aún así quería escucharlo
- Lo prometo
- En ti, y en todo lo que pasamos- dijo mientras se acercaba más a mi- Tal vez deberías creerme, e intentar lo que te dije, no es maña, lo juro, sólo tal vez podría ayudarte. Deberías creer en mí y aceptar quién eres, con todo y Cupido
- Acepto quien soy... y te creo- dije yo en un momento de valentía y simplemente lo tomé de la sudadera y lo besé, el primero se sorprendió y abrió los ojos, luego me tomó de la cintura y comenzó a responder el beso.

Fuego, Hielo y oscuridad (Jarida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora