Capítulo 35: Volver a amar

157 13 2
                                    


{Mérida}

No dormí esa noche, quería respuestas, y debo decir que acabé de leer toda esta historia y la releí, en muchos pedazos me quedaba en shock, ¿De verdad los guardianes sabían tanto de mí? ¿De verdad mi pasado ya no era un secreto para nadie? ¿De verdad todo eso había ocurrido por Pitch, Jack y por mi? ¿Me había casado? ¿Maté a Pitch? Eso era mucho, mucho más de lo que podía creer. Tenía que corroborar algo más, pero quería hablar con alguien, no podía solo déjalo así. Pasó una hora, pero me decidí en ir a despertar a Jack. Toque a su puerta, pero no respondió, me dije a mi misma que era muy mala idea, pero creo que lo necesitaba.

- Jack- pronuncie su nombre y entre a su habitación. Estaba dormido y tapado hasta la cara con una cobija azul.

Mire a todos lados en su habitación, mire tres esferas, una roja otra azul y una verde, las identifique de inmediato. En mi mente reviví ese recuerdo, era una celebración, y yo le di una flecha, le di SU flecha, fue como si me aventaran ese recuerdo. Me sostuve de una repisa pero ésta cayó. Jack despertó de sobresalto y me apunto con su cayado aunque enseguida lo bajó.

- Mer- me dijo acercándose a mi- ¿Estás bien?- Yo aún tenía los ojos cerrados, la cabeza me dolía, como si unos engranes viejos y oxidados estuvieran trabajando.
- Yo, no sé qué está pasando- dije y comencé a llorar- Es demasiado
- No llores por tonterías- me dijo y ma abrazó, me acarició el cabello y recordé algo más.

Lo recordé a él, calmándome, y yo con mi deseo de besarlo. Había sido la primera vez que lo besaba, eso lo recordé. Y esa noche habíamos tenido algo especial, que casi ocurre de no ser por Conejo. Me separé de él

- También recuerdo esto- dije con los ojos abiertos como platos. Él me sonrió y fue entonces cuando me di cuenta que no tenía puesta su sudadera ni nada en la parte de arriba. Al verlo desnudo de la mitad había arriba recordé otra cosa... esa noche donde habíamos estado solos y el mundo era nuestro. Se me subieron los colores pero algo dentro de mí se comenzó a despertar.
- ¿Estás bien?- me dijo con mucha dulzura
- Eso creo- dije después de un momento- necesito sentarme
- Ven- me dijo y me acompañó hasta su cama. Él se puso su sudadera y me cubrió los hombros con la sábana.- ¿Qué recuerdas?
- A ti...- dije yo y él sonrió y me tomó la mano
- ¿Me crees?- preguntó mirándome a los ojos
- Te creo, pero necesito recordarlo todo por mi misma.
- Lo harás, poco a poco. Estás temblando- la ternura con la que me hablaba me derretía, ahora se porque lo amaba, pero aún no podía sentir eso.- Sé que quieres respuestas, Mer, y las tendrás, pero debes descansar primero. Quédate aquí y mañana prometo que tendrás todas las respuestas que quieras. Faltan tres horas para que amanezca, duerme solo eso, por favor.

No pude más que asentir, era muy extraño, de verdad me amaba y juro que yo lo amaba con igual intensidad. Y yo sabía porque debía amarlo, pero no podía procesar con la misma velocidad lo que había ocurrido en 1827 días que en uno. Pero si debía descansar. Nos quedamos juntos, él me abrazó dándome protección y yo me sentí tan bien que me impresionaba incluso a mi misma lo tranquila que me sentía entre sus brazos.

{Jack}

Estaba bastante preocupado por ella; ella no se sentía la misma y tenía que ayudarla a encontrarse. Acaricié su cabello, ella dormía, parecía que al fin había encontrado algo de paz. No sabía que tanto debía hacer para que recordara... las horas pasaron. Ella seguía dormida y la luz ya había salido, la dejé dormids y salí del cuarto y bajé buscando algo para desayunar

- ¿Has visto a Cupido?- me preguntó Ivanushka a mis espaldas
- Está en mi habitación
- ¿Ya tan rápido?- dijo Conejo entrando a la cocina con un tono bastante insinuador
- No, ella tuvo como una crisis de ansiedad anoche, no podía dormir, se quedó leyendo el libro...
- Te dije que eso no iba a servir- me reprochó Ivanushka
- Si, lo sé, pero también merece respuestas. Ayer comenzó a recordar muchas cosas y me pidió ayuda.
- Silence está débil- dijo Ivanushka- esa cosa que hiciste con el hielo fue asombrosa, y si lo hirió, también no creo que su cuerpo pueda mantener la magia de otros tres espíritus más, tenemos algo de tiempo, al menos una semana para que sea fuerte de nuevo. Así que toma tu tiempo, pero no tanto.
- Hola - dijo Merida entrando y frotándose la sien con las manos
- ¿Cómo sigues?- preguntó Conejo
- ¿Puedo estar bien?- dijo ella levantando una ceja
- Dijo Frost que ya comenzabas a recordar cosas- apuntó Ivanushka
- Solo algunas, pero aún tengo demasiadas dudas y necesito recordarlo todo

{Jack}

No era fácil lo que estaba pasando. Ella de verdad estaba consternada y se esforzaba por sacar sus recuerdos a flote y, de preferencia, que también me volviera a amar en el proceso.

No solíamos sentarnos a desayunar, más bien alguien entraba tomaba algo, podía quedarse ahí o irse y así. Merida estaba del brazo de Ivanushka como buscando Refugio, lo cierto es que no me molestaba ya, sabía que necesitaba confiar poco a poco y si era así comenzaríamos de cero. Cuando yo tomé mi manzana estaba dispuesto a irme, pero Merida lo soltó y me pidió acompañarme. Yo asentí, la espere y nos fuimos de nuevo.

- Tengo muchas dudas- dijo ella
- Sé que si, pero tranquila. Lo vamos a solucionar juntos- a ella se le encendieron las mejillas como la primeras veces y después continuó.
- Ya sé que no puedo recordar cuando me lo cuentan ustedes, o leyéndolo, creo que sólo puedo recordar por imágenes. Y recuerdo cosas, pues... sobre ti, y tal vez un poco de lo que sentía.
- Pero no lo crees.
- Comprende que me es difícil. Pero debo admitir también que me alegra que estés apoyándome en esto. Pero no sé si pueda sentir lo mismo por ti de nuevo. Es más, ni siquiera sé porque te digo todo esto.
- Porque una parte de ti, sabe que puede confiar en el mimado Frost
- Lamento eso, pero es demasiado. Debe haber una forma de que lo recuerde todo, no puedo perderme tantos momentos así como así. Lo siento, no tengo porque echarte todo esto encima.
- No te disculpes, lo hago porque quiero ayudar
- Pero tienes que entender- dijo ella con pena en los ojos y algo de vergüenza- qué tal vez no pueda volver a sentir lo mismo por ti, qué tal vez...

No termino la frase, yo tampoco iba a terminar esa frase. Me negaba a creer que eso pasaría, era... complicado, ¿Cómo era posible que ella estuviera negando amarme? Ok, era muy posible, y la verdad era un gran avance que ella no me odiara más.

- Creo que no podrás ayudarme, tal vez sea mejor que me ayude Norte- dijo ella después de un tiempo en silencio, supongo yo, pensando.
- ¿Por qué?- dije sorprendido y traté de tomarle una mano, pero ella la retiró
- No me gusta esto. Tú me miras... con tanto cariño y yo sinceramente no puedo sentir esto por ti. Lo siento, pero creo que es mejor que él ma ayude. Ivanushka tampoco podrá ayudar, pero Norte lo hará. Gracias por el intento, pero no... No puedes esperar que sienta lo mismo, mucho menos si me siento, pues... no sé. Pero es mejor así.

Ella no me dejó siquiera responder y se fue. Tenía mucho que mostrarle y yo sabía que nadie la había conocido mejor que yo, nadie había compartido tantos recuerdos como yo, pero tenía miedo de ser amada, así había sido al comienzo. Era como perder todo El Progreso, TODO.

Pasó un día, luego dos. Norte no podía hacerla recordar más que unas pocas cosas y ella parecía evitarme a toda costa. Conejo y yo hablábamos de eso, ya no había entrenamiento y de verdad descansé mucho. Hablábamos de ella, y Conejo me daba un punto de vista más neutral, como poniéndose en sus zapatos más de lo que y mismo podía.

- Tú la amas, pero simplemente ella no sabe como amarte. Tú sabes cómo se siente perfectamente y ahora entiendes lo que ella tuvo que soportar por protegerte a ti y a todos los demás, la diferencia es que tú la odiabas, no sólo no la amabas. No sé, sinceramente, Jack, si ella va a volver a amarte con la misma intensidad, sólo dale tiempo y recuerda que hace cinco años que fuiste elegido guardián, ella te odiaba, porque le habías quitado sus últimas esperanzas de ser elegida, ahora acaba de volver dándose cuenta de que no te odia y todo esto asusta. Ponte en su lugar y ve si no sentirías lo que ella, al menos ella es honesta y te dice lo que siente realmente. Ella cree que con Norte podrá evitar esos momentos incómodos en los que tú le demuestras tu amor y ella trata de entender porqué si ella no siente lo mismo, ella siente que Norte le ayudará más objetivamente. Ten paciencia, ella te necesitará más pronto de lo que crees.

Pasaron cinco días más y ella seguí huyéndome, el tiempo se acababa y tendríamos que luchar más que bien, pero nuestra arma secreta estaba atrofiada, necesitaba actuar ya, pero las ideas se estaban agotando, todo esto quedaba en sus manos.

Fuego, Hielo y oscuridad (Jarida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora