Capítulo 13: Cosas de Cupido

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{Jack}

Tal vez eso que vimos era la profecía de la que hablaba Norte, pero jamás lo aceptó. Las cosas cambiaron un poco allí, Conejo y Mérida parecían hablarse bien y convivían lo suficiente, aunque el aire entre ellos era tan tenso que no me atrevía a preguntar que había pasado. Sandman estaba cada vez más ocupado y si de por sí era silencioso, ahora mucho más, en cierto punto parecía que presentía algo. Norte estaba de un excelente humor, hablaba frecuentemente del enfrentamiento que tuvimos con Mérida diciendo que ella tenía una magia mi poderosa, con lo cual Mérida solo se ruborizaba. Parecía que ella tenía demonios internos molestándola, reía mucho, pero por momentos, muy pequeños, su vista se quedaba clavada como si pensara en algo, poco después solía marcharse con cualquier excusa. Volvimos al polo, ya había pasado cerca de tres semanas sin saber nada, ni siquiera un movimiento, a veces creíamos que la guerra no era algo real, pero eso misma falta de actividad inquietaba a Mérida. Aunque también por lo mismo Hada había vuelto al palacio, para dedicarse de nuevo a los dientes, conejo descubrió que en realidad amaba las galletas que preparaban los duendes así que ahora paseaba por el taller con al menos dos galletas en cada mano. Por mi parte todo está bien, les hago imposible la vida a todos, sobretodo a Conejo, y por lo regular, si bien no me ayuda, Mérida me suele dar consejos. Hay algo en ella, que me hace sonreír cuando ella lo hace, me hace querer abrazarla y protegerla.

He vuelto a pensar sobre el tema, ¿ella me gusta? Posiblemente, pero ambos somos completamente opuestos, literal: fuego y hielo, blanco y rojo.

Cierto día la acompañe en su trabajo, a ver cómo flechaba gente, era algo divertido. Mientras descansábamos sobre un tejado, comenzamos a platicar.

{Mérida}

- No me has preguntado nada más de mi pasado, recuerda que era una pregunta por día.
- Como no he preguntado en mucho tiempo...¿puedo hacer todas las preguntas de una vez?
- Ja- dije yo con una sonrisa- buen intento Frost
- Bien.... veamos..... ¿Eras una princesa en tu vida pasada?
- Si.... emm... lo fui, aunque realmente es una historia muy divertida- dije yo recordando el problema con mi compromiso. Cosa que le relaté de forma muy breve. El me escuchaba muy atentamente, tanto que me puse nerviosa y perdía el hilo de las cosas.
- Me impresionas Cupido.- me dijo él con genuino asombro en los ojos
- Si, pero eso fue historia, literalmente, del pasado.
- Yo no recuerdo mi pasado, solo lo de mis recuerdos que me dio Hada- dijo con añoranza, le puse una mano en el hombro
- Quisieras recordar?
- A veces- confesó él- pero si no hubiera... ya sabes... muerto, no sería guardián de la diversión y ¿sabes? Mi trabajo es genial
- Si bueno, al menos tú lo disfrutas- le dije yo abrazándome a mi misma
- ¿Tú no?- me dijo él sorprendido
- No. ¿Cómo puedo disfrutar algo que no puedo sentir, algo en lo que jamás he creído?
- ¿No crees en el amor?- me dijo extrañado- pero eres Cupido
- Sé que lo leíste en el pergamino Jack, sabes que jamás he amado a nadie, y sabes que pienso que el amor es una ilusión. Cupido, por sobre todas las cosas, jamás, jamás se va a enamorar, nunca voy a sentir amor y eso... es difícil.
- Yo puedo entender. Puedes decírmelo todo- me susurró haciendo que me ruborizara
- Sé que entenderías, por eso mismo me da miedo decírtelo. Odio mi trabajo, hubiera preferido morir que ser el espíritu de algo que odio o que soy incapaz de sentir, y eso me frustra. No sé cómo tengo el desacaro de flechar a las personas sin saber tan siquiera que se siente amar.

Luego me topé con su mirada que me veía claramente entendiendo todo y por dentro me sentí bien, confiaba en él y eso también era un sentimiento nuevo en mi.

Ese mismo día, hada me invitó a tomar un café, no paraba de decirme lo contenta que estaba que hubiera una chica en el equipo.

- ¿Cómo fue la pelea con Silence la última vez? ¿La viste?
- Si- confesé tragando- murieron espíritus valientes. Solo un espíritu pudo derrotarlo, para derrotarlo hay que tener un gran vacío en el corazón y nada que perder. Silence se hace más fuerte cada vez, así que no podrá ser derrotado de la misma forma o por el mismo espíritu.
- Te agradezco por estar aquí, sé que no es fácil para ti.-me dijo con dulzura a lo que yo asentí como forma de agradecimiento- Si me lo permites quisiera hablar sinceramente contigo. Norte no quiere que ni tú ni Jack lo sepan, pero tú debes saber algo importante.
- ¿Sobre la profecía?- pregunté mientras me inclinaba en mi asiento. Ella asintió y luego continuó hablando
- Debes aprender a confiar en tu centro, siente tu centro, sino amas el amor estaremos perdidos, cree en ti misma y deshazte de todos tus miedos. Jack tiene que enfocarse en algo, aprender a que algo le importe realmente. Ambos tienen trabajo que hacer, aunque creo que Jack lo está logrando...- dijo y le dio un sorbo al café
- ¿A que te refieres?
- Tú le importas- me soltó- le preocupas. Cuando no estuviste, hasta se veía decaído, se la pasaba en el taller por si volvías. Tú significas mucho para él.
- ¿En serio?- pregunté. Era algo extraño, era como si lo supiera, pero el que el Hada me lo hubiera dicho me hacía ruborizar y me provocaba como ciertas nauseas en el estómago.
- Si... y creo qué pasa lo mismo contigo.

Fuego, Hielo y oscuridad (Jarida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora