Capítulo 11: ¿Sonámbulo?

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   Anna:

   Al regresar a casa me encontré con Elsa, pase de corrido saludandola pero la vi muy concentrada pensando en algo, no se que habría sido.
  Subí a mi cuarto y me recoste en la cama, por alguna razón que desconocía no dejaba de pensar en Astrid y lo atenta que había sido con migo, me dio algo de pena verla así tan mal y nerviosa, por lo general siempre se mostraba fuerte aunque un poco fría y seria pero admiraba su fortaleza y determinación, la hacian unica.
   Cogí unos libros de la repisa de al lado de mi cama, de materias como: "Economía, ciencias, matemáticas" se leían en las tapas de estos. Comencé con matemáticas debido a que era en la que más complicada me encontraba, asique decidí dedicarme a pleno en ella, pues tenía evaluaciones toda la semana y lo que menos deseaba era bajar mi promedio. Luego continuaría con ciencias.
 
   Jack:

No quise regresar a casa debido a que me era raro estar cerca de Elsa, el haberla visto tan abierta de esa forma me había dejado impresionado. Jamás creí que alguien como ella pudiera sentirse así, siempre la había visto como que lo que el mundo pensara a ella no le valía nada. Pero por lo visto me había equivocado.
   «Quizá podría hacercarme un poco más a ella» pensé, quizá la había juzgado mal y sólo nos habíamos conocido en una mala circunstancia, quizá sí estaba equivocado. Reflexionaba en esto mientras iba camino a vicitar a Hic.
  Al llegar debí de seducir a la enfermera ya que el horario de vicita según ella había terminado pero podía hacer una excepción con migo si "le hacía algunos favores", la llevé a una habitación desocupada y ahí cumplí con esos "favores", no tuve mayores problemas en hacerlo ya que tenía unos veintitantos y no estaba mal fisicamente.
   - No te demores mucho cariño- me dijo ella luego de terminar y abriendo la puerta de la habitación de Hic.
  - ¿Que haces aquí gil?- preguntó él al verme entrar mientras miraba la TV.
- Vine a vicitarte idiota- le contesté.
- Debes de haber hecho un buen trabajo con ella- dijo revoleando los ojos. Levanté los hombros como dándole menor importancia- en fin, dime que no me tragiste flores porque no me cansaré con tigo- bromeeo.
- De hecho, no encontré rozas rojas como te gustan amor asique no podía venir con las blancas.
- Oh, pero si sabes que las blancas me gustan mas mi vida- reí frente al comentario.
- Lo tendré en cuenta para la proxima- respondí y acto seguido los dos reímos- ya en serio, ¿Como te sientes?
-  Yo bien, no entiendo porque me siguen retendiendo aquí estos idiotas, no sé, parece que disfrutaran verme aquí pidiéndome de aburrimiento- se quejó.

- Si quieres te paso el dato de que posiciones son las que más le gustan y que la exita- dije señalando la puerta de espaldas a mi- podría quitarte el aburrimiento, no es mala.
- Si es aprobada por el gran Jack Frost, supongo que no- bufo él- lo tendré en cuenta.
- Como quieras, ¿Cuando te liveran de tu "tortura"?- pregunté.
- En unos días- dijo negando la cabeza con bronca- es una mierda estar aquí.
- Imagino que sí- reí, él me miró con cara de pocos amigos- oye podría quedarme con tigo, si las enfermeras estan tan buenas como esa no tendría problemas en vivir aquí.
- Por mi no habría inconveniente con eso, si quieres traerte un colchón esta noche se puede hacer espacio por aquí.
- Claro- respondí, luego de lo que había pasado con Elsa me sería extraño verla ahora y era mejor estar lejos de ella, por lo menos por el momento- eso estaría bien.

Lunes 6:45

  Elsa:

Me desperté con necesidad de ir al baño, Jack estaba dormido abrazandome aun, aunque me costaba admitirlo se veía adorable así dormido y no se sentía nada mal estar así con él. Me tuve que zafar de sus calidos brazos y con algo de dificultad al fin logré salirme.
   Fui al baño y decidí salir a tomar aire ya que me costaba un poco asimilar todo lo que había pasado, ¡Me había abierto con Jack!, ¡Le había contado cosas que nadie sabía!, me sentía un tanto idiota por bajar la guardia de esa manera, jamás dejaba que me vieran llorar, lo tenía como una muestra de debilidad, no sé si era porque los paparazzi pueden ser crueles con las celebridades que lloran o si era porque simplemente no me salía hacerlo en frente de otras personas y pensar en que lo había hecho y ¡Justo frente a él! Me hacía verme como una perdedora, Jack llevaba la delantera y eso me dejaba muy mal posicionada.
    Pensaba en todo esto mientras me hacía un rodete para el costado y acomodaba mi flequillo, me encontraba sentada en una banca del patio del hotel, el cual tenía techo. Luego de unos minutos allí sintiendo la briza en mi rostro y aclarando mis ideas me dispuse a volver.
  Entré en la habitación de puntitas de pie para no despertarlo pero cuando ya estaba en la cama no noté su presencia. «de seguro debió de ir al baño» pensé y me recoste.
  Acto seguido sentí que se movía de espaldas a mi.
- ¿Como estás?-preguntó. Me pareció atento de su parte el preocuparse por como estaba después de todo.
  Abrí la boca para contestar pero él interrumpió.
- Porque yo estoy que reviento, tengo tantas ganas- «¡¿Qué?!» pensé, sólo entonces noté que su voz estaba mas ida de lo normal, «esta tomado» creí.
  Me di vuelta y me di cuenta que no lo estaba, estaba dormido.
- ¿Eres sonámbulo?- dije por lo bajo sorprendida.
- Vamos, tu quieres, yo quiero- soltó mientras sujetaba mi cara.
«maldición» pensé, sabía que era peligroso despertar a un sonámbulo, o al menos eso me habían dicho.
Empecé a moverme incómoda intentando zafar de los acercamientos de Jack.
  - Ven aquí, vamos- soltó él mientras tiraba besos.
«okey, lo intentaré» me propuse.
- Jack- comencé a tocarle el hombro- despierta- No lo logré.
Me acorralo contra el respaldar de la cama y le pegué una cachetada ya asustada- ¡Despierta!- grité.
- Solo quédate quieta amor, y goza- soltó agarrando mis manos y poniendolas por encima de mi cabeza.
- Por favor Jack, despierta- rogue, pero este no lo hacía.
Comenzó a darme besos en el cuello, bajando lentamente, sentí como por  mi cuerpo comenzaba a pasar un calor y aumentaba a medida que sus besos bajaban.
  Se acercó a mi boca la presionó un poco con una mano y me besó.
No era la primera vez que lo hacía pero esta se sentía mejor que la anterior, por más que detestaba admitirlo el idita besaba bien.
- Tus besos son increibles- dijo deteniendose un poco.
Acto seguido continuo con este e introdujo su lengua en mi boca, le permití el paso y sentí que su mano comenzaba a bajar hacia mis piernas.
   Entonces un: "bip, bip, bip" comenzó a sonar de modo intenso y repetido. Era la alarma, ¡La había dejado activada para levantarme al día siguiente! , esta sonaba tan fuerte que logró lo que yo no había podido hacer.
  - ¡¿Que demonios?!- gritó amparándose al despertar al darse cuanta lo que estaba haciendo.

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