Jack:
Al volver a la habitación, luego de hacerle más favores a "la chica favores", no encontré a Hic, me acerqué a recepción para preguntar si lo habían trasladado o algo pero me dijeron que no, entonces comencé a asustarme, así y todo fui por los pasillos dándole a la gente detalladas descripciones sobre mi amigo y preguntando si lo habían visto, al fin después de llegar a la persona número cinco una señora respondió que creía haberlo visto salir del hospital hacía algunas horas. ¡El idiota se había escapado!
Me subí a mi moto y acto seguido comencé a recorrer la ciudad en busca del pendejo putiandolo por haber intando irse cuando todavía no estaba recuperado.Hiccup 10:30am.
Desperté algo aturdido debido a no haber logrado dormir bien por mi estupido brazo que no dejaba de doler, me sentía incapacitado y odiaba eso con todo mi ser, tenía ganas de arrancarme el madito yeso que habían colocado allí el día anterior y deshacerme de ese estupido difraz de enfermo que me hacía sentir frio, ¡Ya estaba bien por Dios santo!, ¿Que demonios hacía allí?
Al levantarme de mi cama no encontré a Jack por ninguna parte, supuse que debía de estar divirtiéndose por ahí con alguna enfermera y eso me produjo más ganas de irme y solo olvidar mi estadía allí. Al fin me decidí a pararme con algo de dificultad, ya que sentía dolor en mis piernas y pies pero poco a poco logre caminar llendo despacio paso a paso.
Llegué al pasillo y sin que me viera nadie entré a una habitación desolada donde ya hacía un tipo en la cama todo enyesado hasta las pestañas, «ese si que esta más jodido que yo» pensé y acto seguido descoloque un traje colgado al lado de este pendiendo de una percha.
Después de ponermelo agradecí al sujeto aun estando seguro de que no podría oirme y me dispuse a caminar hacía la puerta como si nada. Al parecer los medicos y enfermeros tenían tanto trabajo que nadie notó mi huida de ese lugar.
Empecé a correr casi callendo y tropezando para alejarme lo más posible de ese lugar hasta que llegué al centro, comencé a buscar un bus y en eso me encontré con algo que me alegro el día.
- Oh, lo siento- me dijo una rubia de pelo lacio con su cabeza gacha. Con una voz que conocía a la perfección pero creía nunca volver a escuchar en mi vida.
-¿Elsa?- pregunté emocionado ante la idea de que verdaderamente se tratará de ella.
- ¿Hic?- contestó ella mirándome al fin.
- ¡Elsa!- grité sin poder contenerme y acto seguido la tenía en mis brazos apretandola contra mi y sin intenciones de soltarla nunca.
- ¡Hic! ¡No puedo creer que seas tú!- soltó ella emocionada- ¿Como has estado?
- Bien, a pesar de que tuve un accidente hace unos días- dije soltandola- nada grave, tranquila- la calme al ver su expresión.
- Me alegro por ello- respondió con una sonrisa que me causó ternura.
-¿Y tu? ¿Cuando has llegado?, ¿Como has estado?- pregunté algo impaciente.
- Oh, estoy aquí ará como una semana, he estado bien, buscando empleo, ya sabes como soy- rió.
- Sí, lo sé perfectamente, orgullosa y te gusta hacer todo por ti misma, no has cambiado nada.
Ella hizo un gesto de levantar los hombros como dándole menor importancia.
- Hey y dime, ¿has desayunado?
- La verdad no, esto de mi busqueda me llevó toda la mañana- un suspiro de sus hermosos labios salió.
- Te invito un café entinces, ¿No me dirás que no, verdad?
- Tengo algo de hambre, asique no podré rechazarte- rió.
Comenzamos a caminar mientras ella me contaba algunas cosas de su viaje, la mayoría no lograba escucharlas ya que me perdía viendo lo linda que era y la ternura y delicadeza con la que pronunciaba cada palabra.
Llegamos a "Mr. Coffee", ella pasó antes que yo y al momento en que iba a entrar algo tiró de mi saco.- ¿Qué diablos haces Hic?, ¿Acaso eres idiota?- Jack me sujetaba por el cuello de la camisa con fuerza, parecía desesperado.
- ¡Suelta!- le ordene mientras sacaba su mano de esta- no volveré a ese infierno.
- Lo arás idiota, a tu hermana casi le da un infarto cuando supo que no estabas en el hospital.
- ¿Le dijiste que me escapé?- dije sintiéndome traicionado.
- No hizo falta, fue a verte y no te encontró, ahora esta en portería llorando como una atolondrada y todo es por ti- espetó con furia.
- Ok, iré a calmarla, solo dejame hacer algo antes- intenté entrar pero no lo logré debido a que empecé a sentir como tiraban de mi oreja llevandome como niño que va al baño.
- No, vendrás ahora- dijo Jack guiandome hacia su moto.
- ¡Sueltame imbécil!¡No soy un puto pendejo!- pero no importó lo que dijera que ya estaba sobre tu moto y el acelerando. «demonios» pensé, Elsa jamás me perdonará esto.Astrid:
Me encontraba en portería llorando sin parar debido a que mi hermanito menor no estaba en su habitación cuando lo fui a ver, me preocupé tanto al no encontrarlo allí que llamé a Jack para que este me diera una explicación.
Luego de insultarlo, amenazarlo y maldecirlo, él me calmó, tenía ese don de tranquilizar a la gente y hacerte sentir bien cuando más lo necesitabas y lo había olvidado casi por completo. Terminó la conversación explicándome que lo estaba bucando y que no pararía hasta encontrarlo, aún cuando tuviera que irse hasta el fin del mundo, sí, a aveces le gustaba exagerar, aún así me pareció dulce.
Me senté frente a la habitación de Hiccup a esperar sin dejar de comerme las uñas y rogando que a mi niño no le hubiera pasado nada, ¿Como podía ser tan irresponsable de irse asi sin avisar a nadie, sin decir nada? Sabiendo que todavía no le daban de alta y que debía de quedarse en el hospital.
Pensaba en todo ello justo cuando este apareció frente a mi seguido de Jack.
- ¡Hic!- me abalanze sobre el y lo abracé como nunca, pensé a que no me gustaban los abrazos sentía la necesidad de tenerlo junto a mi, así como lo consolaba cuando era pequeño y temía a los truenos- ¿ Que has hecho estupido? Arriesgas tu propia vida con esas tonteras y ahora continuas haciéndolo saliendo así sin terminar el tratamiento- lo reprendi severa.
- Basta Astrid, estoy bien, ¿Ok?, volveré a mi habitación- dijo zafandose de mi y pasando a esta.
- Jack- lo llamé antes de que se fuera.
- ¿Si?- dijo dándose media vuelta.
- ¿Me acompañar a la cafetería?- pregunté.
- Claro- respondió él siguiendome.
Luego de pedir un té me senté frente a él.
- Quería agradecerte por buscar así a Hic, ha sido una mañana muy agitada y creo que sobre todo para ti.
- No ha sido nada- dijo el sin darle mucha importancia- tu sabes que haría todo por ustesdes.
- Lo sé, pero una vez más lo he comprobado- sorbi un poco de mi té- esta noche me quedaré yo con él, tu ve a casa, descanza.
Él suspiró- Sinceramente no me dan ganas de ver a ciertos inquilinos de esa casa- espetó pensativo.
- ¿Hablas de...- no logré terminar que este me interrumpió.
- ¿De quien más si no?
- ¿Tan dificil es convivir con ella?
- No, es solo que...- se detuvo y pensó unos instantes- es más duro sin ti- eso me dejó muy sorprendida.
- ¿Que has dicho?- pregunté mirándolo a los ojos.
- Que sí Astrid, lo que has oído, te extraño- quedé perpleja frente a sus palabras, Jack no era del tipo de chicos que expresaba cuando extrañaba a alguien.
- La verdad es...- pensé unos instantes, suspire- que yo también lo hago Jack- aunque me costara admitirlo había estado pensando mucho en él últimamente y verlo así tan dulce frente a mi realmente me llegaba.
- ¿Entonces...- preguntó mirándome como para que yo siguiera lo que seguía.
- ¿Entonces- pensé- quieres regresar?- solté.
- ¿Eso quiere decir que me perdonas?- preguntó sorprendido.
- Pues, creo que sí- acto seguido sus ladios se precionaban contra los mios.
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La vida con Los Frost
Ficțiune adolescențiLuego de 4 años de estar desaparecida y habiendo conocido la traición Elsa Akthar vuelve a Arendelle, el lugar donde nació, y del que se fue tras la muerte de sus padres para convertirse en modelo profesional en París. Al regresar se encontrara co...