Capítulo 14: Roto

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Elsa:

Luego de esperar a Hic por veinte minutos mientras tomaba un capuchino, me cansé y al fin decidí irme, pero claro, ¡No tenía dinero!
En eso se me acercó el mozo.

- ¿Desea algo más señorita?- preguntó al ver mi taza de capuchino vacia.
«debés ganar tiempo» me dije mentalmente- oh, claro, ¿Me trae unas donuts?
- Por supuesto, ¿Cuántas quiere? -preguntó.
- Deme tres y con crema aparte por favor.
- Enseguida- respondió mientras sonreía y se alejaba.
Apenas lo vi irse saqué mi movil y me dispuse llamar a Anna, pero esta no atendía y comencé a ponerme nerviosa.

Jack:

Al encontrar al idiota de mi amigo lo subí directamente a la moto sin hacer reparos en su opinión ni nada, ¡Había estado toda la puta mañana buscándolo! Y ya estaba muy irritado como para tener que esperarlo.
Al llegar al hospital volví a tomarlo por el cuello de su camisa preguntandome porque rayos llevaba un traje y acto seguido lo presenté frente a Astrid, quien estaba demasiado nerviosa al parecer.
Vi como esta lo abrazaba con desesperación y lo tomé como el pie para retirarme pero en eso ella me llamó.
- Jack- me dijo.
- ¿Si?- pregunté volteandome para verla.
- ¿Me acompañas a la cafetería?- me sorprendió que me lo pidiera ya que después de terminar con nuestra relación ella no me había dirigido la palabra y para mi era algo incómodo hablar con ella también.
- Claro- respondí no muy convencido.
La seguí por el pasillo sin dejar de ver que buen tracero tenía, por supuesto intenté dicimular lo más posible.
Ella compró un té en esta mientras yo miraba hacia la ventana con mis manos en los bolsillos.
- Quería agradecerte por buscar así a Hic, ha sido una mañana muy agitada y creo que sobre todo para ti- me pareció gentil de su parte agradecerme por lo que había hecho pero aún así no lo tomaba como gran cosa. Normalmente era yo quien cuidaba de Hic cuando este se metía en problemas, desde siempre había sido así y lo había tomado como una costumbre ya.
- No ha sido nada, tu sabes que haría todo por ustesdes.
- Lo sé, pero una vez más lo he comprobado- soltó ella pensativa mientras tomaba algo de té.
sorbi un poco de mi té- esta noche me quedaré yo con él, tu ve a casa, descanza- esto me puso nervioso, no deseaba ver a "la reinita" no después de haber quedado como un idiota frente a ella. No pude evitarlo y un suspiro largo salió de mi boca.
- Sinceramente no me dan ganas de ver a ciertos inquilinos de esa casa- admiti casi sintiéndome derrotado.
- ¿Hablas de...
- ¿De quién más si no?- solté irritado mirando a un punto fijo.
- ¿Hablas de...- no logré terminar que este me interrumpió.
- ¿De quien más si no?
- ¿Tan dificil es convivir con ella?- preguntó Astrid mirándome con compasión.
- No, es solo que...- me detuve en seco y pensé unos instantes, ¡No podía decirle a ella lo que había ocurrido! Mucho menos admitir que me había gustado y entonces apareció la idea en mi mente- es más duro sin ti- solté.
Ella me miró con sorpresa- ¿Que has dicho?- preguntó.
-Que sí Astrid, lo que has oído, te extraño- prefería mil veces decir eso antes que supiera lo de aquella hueca, aun cuando no fuera del todo cierto.
- La verdad es...- se detuvo en seco y se mordió el labio como intentando retener las palabras dentro de su boca- que yo también lo hago Jack- me sorprendió su confesión y luego de pasar unos minutos estaba besandola como antes, aunque no se sentía igual y ella y yo habiamos ¿Regresado?

Anna:

- Anna, concentrate- me reprendió Cossete- vas a caerte.
Pese a que no entendía la razón mi mente estaba en otro lado y mi cuerpo no lograba dicimularlo, mis puntas no podían mantenerse firmes y mis brazos temblaban, las demás chicas de la academia me miraban con desconcierto y como si fuera la unica que estaba arruinando la coreografía.
- ¡Estira el tronco Anna, la cabeza en alto!- Cossete no había dejado de indicarme con reprenciones toda la clase sobre lo estupida que era.
- ¡Anna!- gritó esta cuando vio que mis piernas tambaleaban y yo perdía el control de mi, acto seguido caí redonda al piso golpeandome como si fueran las primeras veces que bailaba.
Cossete lanzo un suspiro largo que se me hizo casi heterno mientras negaba con la cabeza mirándome, «eres una idiota» pensé «¿Acaso no puedes hacer nada bien?»
- Terminamos por hoy chicas- indicó esta a todas.
Mis compañeras desarmaron sus figuras y nadie dijo palabra alguna, solo se retiraron a los vestidores.
- Cambiate- me ordenó acercándose a mi- luego hablaré contigo. Dicho esto se fue del salón dejándome allí en el suelo.
Al entrar en los vestidores se hizo un silencio sepulclar, las chicas sólo me miraron con lastima y siguieron en lo suyo.
Después de sacarme el uniforme de danza lo guarde dentro de mi bolso, el cuerpo me dolía más de lo habitual, estaba agotada como si hubiera hecho mas esfuerzo que el de costumbre. Un suspiro salió de mi boca casi sin pensarlo, me sentía más estupida y torpe que nunca. Apolle mi cabeza contra la pared y luego la golpee con el puño sintiendo enseguida dolor en este. Como me había demorado más que las otras ahora era la única que se encontraba allí. Salí deseando morir antes que escuchar como Cossete me iba a retar.
Ella me esperaba sentada en los bancos donde soliamos hacer los pliegues.
- Siéntate Anna- me obligó, obedeci sin siquiera pensarlo dos veces.
- ¡No puedes continuar así- soltó- ¡Estamos ya casi a fin de año!, ¡Pronto seran las finales y no puedo estarme deteniendo por cada cosa mal que haga una inadaptada!- ¿Acaba de decirme inadaptada? Ok, ahora si que sé exactamente que piensa de mi.
- ¡Santo cielo Anna, concentrate! ¡Tu incompetencia puede costarnos el campeonato!- sólo acenti reteniendo las lágrimas dentro de mi.
- Quiero ver una mejora para la próxima semana, si no, estas fuera, ¿Te ha quedado claro?
-Sí- respondí casi como para que yo lo escuchara solamente.
- Bien- dijo finalizando- puedes irte.
Me levanté haciendo todo el esfuerzo del mundo por no desmoronarme allí mismo.
«eres una estupida incompetente» me reprendi a mi misma «jamás te saldrá nada, no tienes la capacidad» pensé mientras caminaba camino a casa.
- ¿Como te ha ido princesa?- preguntó Norte desde el lavabo de la cocina al verme entrar.
- No quiero hablar de ello- contesté.
- Pero, ¿Ocurre algo?- lo noté preocupado.
- No- mentí- es... estoy bien- acto seguido me dirigí a mi habitación justo cuando vi llegar a Jack, estaba por ir a saludarlo, tenía ganas de contatle todo lo sucedido, pero me percaté de que no venía solo, aunque no lograba ver a su acompañante desde mi posición.
- Hola- dijo con una sonrisa en su rostro.
Norte no se veía muy feliz que digamos al notat su presencia.
- ¿Puedo traer a alguien a comer?- preguntó alegre.
- ¿Y ahora a quien Jack?- Norte estaba irritado.
- A mi- dijo esa personita que no esperaba ver hoy y acto seguido esta pasó a la casa de la mano de Jack. Ella también tenía una sonrisa adorable en el rostro.
- Hemos vuelto- reveló Jack dándole un beso a su querida novia.
Sentí como si algo se quebrara en mil pedazos dentro de mi y las lágrimas empezaron a brotar sin parar.

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La vida con Los FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora