Había pasado una semana desde que Renée fue asesinada por Dave, siendo testigos Raphael y yo. Me había autoconvencido de que ella también tenía la culpa. Sus celos, esos malditos celos la cegaron y la obligaron a pedir una petición de las peores.
Todo el personal estábamos en su funeral. Mientras el padre rezaba por su alma, sus padres lloraban sin consuelo al lado del ataúd de madera de caoba. Raphael, Carl y yo estábamos sentados a dos asientos del ataúd, y en serio, en serio, el escuchar los llantos de sus padres me daba una incomodidad horrible.
—... Fue una persona inteligente, hermosa, que veía la vida de una buena forma. Carl Parker siempre estará en nuestros corazones...
Rápidamente, Carl alza la vista de inmediato.
—¿Dijo mi nombre? —me pregunta, ocasionando mi risa...
—Tal vez sea una equivocación... —excuso, aguantándome la risa.
—Veo gente muerta... —me susurra Raphael, y al final no pude contener la risa. Millones de miradas se clavan en la chica que ríe como loca en el funeral de una compañera de trabajo y amiga.
Aunque, ¿debería sentir pena por ella? Si me pongo a pensar en lo que sucedió en el cuartel, ¿debería seguir considerándola una amiga, cuando trató de alejarme para estar con Raphael? Lo vea por donde lo vea, me parece traición.
No obstante, debería estar preocupándome más por atrapar a Dave. Asesinó a una agente del FBI, lo cual es un delito muy grave; otro cargo que va para su historial de crímenes.La ceremonia estaba por concluir. Mientras el ataúd iba bajando a tres metros bajo tierra, los gritos desgarradores de la madre de Renée me ponían la piel de gallina. De alguna forma, sólo pude recordar a mamá en el funeral de mi hermano menor, Colt.
Hablando de mamá, tuve que faltar al funeral de papá por mi trabajo. Pero en este cementerio, casualmente, descansa en paz.
Tuve que apartarme de toda la multitud que me rodeaba para poder caminar hasta donde se encontraba su lápida.Inicia el reinado del silencio a mi alrededor. Todos los que están de invitados en el funeral de Renée empiezan a disiparse. He estado contemplando la lápida de papá durante diez minutos consecutivos sin reaccionar de ninguna forma.
Raphael se hace a mi lado, contemplando la lápida de igual forma.—Lo lamento —dice de repente—. No pudiste venir a despedir a tu padre por el trabajo.
—No, eso no importa ahora... —me hinco sobre el césped para quedar a la altura de la cruz de cemento— de hecho... sólo quería hablar con él por hoy, quién sabe si volveré a estar aquí... viva.
—Te dejaré un momento a solas entonces.
Y así, logré que se fuera.
Aún recuerdo esos días en los que papá se quedaba en casa, cuidando de mí y mis hermanos, haciendo lo que el llamaba la comida perfecta, exigía a gritos que le dejáramos jugar siquiera una partida en los videojuegos. Y para cuándo mamá volvía, todos ya estábamos dormidos.
Era un buen padre, el mejor del mundo, hasta que mi madre y él empezaron a pelearse constantemente.En ese entonces tenía quince años cuando mi mamá descubrió que papá la engañaba con la vecina de al lado; una joven de veinte años que se acababa de mudar. Papá no pudo con la tentación de comerse a aquella zorrita que a saber cuántos más pudo tener debajo de sus sábanas.
Nuestra linda familia fue desintegrándose. Mi hermano mayor llegaba borracho a la casa muy constantemente, mi hermana mayor dejó de vivir con nosotros semana después.
Al final, tuve que separarme de ellos también. Tuve que alquilar un apartamento a un buen precio, y bueno, mi sueldo es muy bueno. No podría quejarme de mi actual vivienda.
ESTÁS LEYENDO
Las razones de mi triunfo.
Misterio / Suspenso¡¡¡FINALIZADA!! Soy guapo; debo admitirlo. Soy talentoso; y cada que me lo dicen, finjo estar nervioso y pido que paren. Y sobre todo, soy muy reconocido; eso hace que tu trabajo sea el mejor y más amado por todos. Aún no sé qué diablos me pasaría...