Se sentía como si hubiera sido aplastada por mil rocas, casi no podía moverse, sus musculos no le respondían; tenía moretones en sus brazos, costillas y la parte interna de los muslos.
No soportaba si quiera el rose de las frazadas sobre las mordidas que se extendían por su cuello y hombros; y los rasguños en su espalda y piernas quemaban como mil picaduras de hormigas.
Si Sesshomaru la hubiese visto en ese momento, hubiera entrado en total pánico... seguramente no volvería a tocarla jamás. Menos mal que el no se encontraba ahí en esos momentos.
Rin optó por quedarse tirada en su lecho un poco más; estaba agotada y su cuerpo no podía estarlo más.La despertó la suave voz de la vieja miko...
----- Rin... pequeña, como te sientes?
Rin abrió los ojos lentamente, sus párpados parecían tan pesados.
Al fin pudo ver el rostro de la sacerdotisa justo sobre ella.----- Estoy bien.---- Respondió Rin sin saber exactamente el motivo.
Conforme fue más consiente de si misma, se percató de que su cuerpo estaba cubierto por paños clientes y húmedos; enderezó el rostro un poco y pudo ver y sentir algunas hierbas sobre su cuello, hombros y piernas, entonces, la avergonzada chica se se levantó de golpe, interrumpida por una oleada de dolor que la hizo gemir...
----- Calma Rin!! Calma!! No te muevas!---- Exclamó la anciana Kaede poniendo sus manos sobre la chica, evitando que se levantara.
Rin sintió como si todos los músculos de su cuerpo de hubiesen hecho nudo, y lo apenada que se sentía en aquel momento, no ayudaba con el tremendo malestar físico.
----- Anciana Kaede... ---- balbuceo la joven mientras su cabeza volvía a apoyarse en el suelo.---- Yo. ..
----- Tranquila mi niña. No pasa nada. ---- la tranquilizó la anciana.
La joven incapaz de pronunciar una sola palabra más, simplemente se desvaneció en lo profundo de su cansancio.Despertó con lo que creyó eran las luces del atardecer; encontró su cuerpo más ligero, casi sin dolor.
Usó sus manos para incorporarse y miró a su alrededor...----- Anciana Kaede? ----- Llamó la joven.
----- Oh! Buenos días mi niña!---- saludó la anciana entrando a la habitación.
----- Días? ---- preguntó Rin más para sí mismo que para la anciana. Miró por la ventana y se percató de que las aves comenzaban a cantar y una brisa fresca llenaba la habitación. No había dormido hasta el anochecer... había dormido hasta el alba del día siguiente...
----- No puede ser... ---- Habló la joven poniéndose una mano en la frente.
----- Está bien Rin.----- la consoló la anciana sentándose a su lado y poniendo una bandeja junto a ella. ----- Dime, como te sientes?
Rin miró a la anciana y le respondió:
------ Estoy bien... yo... le agradezco mucho.
----- No agradezcas mi niña, me da gusto que te sientas mejor. Ahora desayuna algo.
Rin miró la bandeja que la anciana le había llevado con el desayuno y asintió con una sonrisa.
La joven se marchó al enorme y fresco manantial, con la intención de darse un baño.
Se sacó el kimono y entró en el agua... a pesar de que su cuerpo ya no estaba cansado, aún lo sentía dolorido... la frescura del ambiente calmó aquella sensación.
Se sumergió en una parte profunda y nadó más hacia el centro de aquella enorme fuente de agua. Alcanzó a pisar el suelo y salió a tomar aire.
Enrosco su cabello sobre su hombro y luego lo recorrió con sus manos... estaba tan perdida en su cabeza... no podía dejar de pensar en su amado protector.
Después de su regreso, estar nuevamente lejos de el le parecía inmensamente difícil... lo extrañaba tanto...
Miró sus brazos y vio las marcas de rasguños y moretones que Sesshomaru le había dejado por accidente y a pesar de que no podía verlo (dado que el agua le llegaba al pecho) sabía que el resto de su cuerpo llevaba marcas similares.
Aquello le preocupaba un poco; había estado en cama todo el día anterior a causa de esas heridas y si Sesshomaru llegara a enterarse...
Apartó ese pensamiento de su mente, supuso que podría preocuparse por eso después.
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Aclisolar II : Luna Llena
FanfictionÉsta es la secuela de nuestra anterior historia: Aclisolar.