Aclisolar II : Luna Llena

Capítulo 8. Toda tuya (Primera parte)

Kagome guió a Sesshomaru a la cabaña dónde Rin se encontraba, al entrar, los recibió la anciana Kaede:

---- Señor Sesshomaru!--- Exclamó sorprendida la anciana.

---- Anciana Kaede,---- Habló Kagome.---- Sesshomaru quiere ver a Rin... aun no ha despertado?

----- No---- Respondió la vieja sacerdotisa.---- Pero no debe tardar, el golpe no fue grave.

---- Bueno... cree que sea posible dejar a Sesshomaru con ella?--- pidió Kagome dulcemente.

----- Si. Supongo que si... ---- Respondió la anciana Kaede algo dudosa.

Kagome llevó a Sesshomaru a la habitación donde Rin yacía inconsciente y luego se marchó.
Sesshomaru se sentó y observó detenidamente a la joven... podía sentir el calor de su cuerpo... hacía ya tanto tiempo que no estaba tan cerca de ella...
Puso la daga a un lado de Rin, justo junto a su mano.
la contempló durante lo que le pareció una eternidad... una feliz y cálida eternidad...
Miró sus largas pestañas, su oscuro y largo cabello, su boca rosada, su frágil cuello... como había tenido la fuerza para alejarse de ella?
Pensó en lo placenteramente egoísta que se sentía en ese momento al pensar en Rin de esa forma: en no poder pensar en sus manos con otras manos que no fueran las de él.... en sentir su sangre hervir al pensar... en que Rin no fuera suya...
Después de todos esos años, tal vez había perdido la batalla contra si mismo... lo admitía, lo reconocía, lo quería: Rin era suya. Lo único capaz de hacer que se olvidará de esa idea y que se alejara nuevamente, era ella misma.

Rin comenzó a moverse finalmente, primero levantó una mano y la llevo a su frente, luego alzó la segunda y mientras la llevaba a la parte posterior de su cabeza, comenzó a incorporarse; haciendo un ligero sonido de quegido puso ambas manos sobre sus ojos y luego las retiró. Abrió los ojos y miró hacia un lado con la cabeza baja...
Sesshomaru no se movió, ni siquiera emitió un sonido, solo observó...
Finalmente, al notar a quien estaba sentado a su lado, Rin levantó la mirada para verle el rostro...
Sus ojos se abrieron como platos, su rostro palideció... era como si hubiera visto un fantasma, un fantasma de una realidad lejana...
Sentía que sus ojos la engañaban, pensó incluso que estaría muerta... pero no era así. Ahí estaban, sus ojos ámbar mirándola, ahí estaba su blanco cabello... su viva imagen.
Las lagrimas saltaron de sus ojos y un sollozo escapó de su boca al mismo tiempo que todo su cuerpo se tiró sobre el demonio, abrazándolo fuertemente.
Se aferró a él como si fuese a desaparecer si lo soltaba, pasó sus manos por su cabello, sus hombros y parte de sus brazos como comprobando que no estaba soñando.
Sesshomaru también la abrazó, la abrazó como jamás lo había hecho, como si la tuviera de regreso después de la muerte; se dio cuenta de lo perdido que había estado y se aferró a ella y a su cuerpo como si fuera su única salvación.

Rin se separó de el un poco para verlo al rostro...

----- Mi señor...---- Dijo la joven casi muda.

Estuvieron ahí un buen rato, solo mirándose, abrazándose, reconociéndose; y finalmente, pudueron hablar:

---- Que ocurrió? Por que no trae su armadura? ---- preguntó Rin al notar que Sesshomaru estaba herido.

----- No es importante... ---- Dijo Sesshomaru acariciando el cabello de Rin.

----- Que pasó con Dai? --- preguntó Rin, algo preocupada.

----- No te preocupes por el... después hablaremos de eso.

Rin asintió satisfecha, lo único que quería en ese momento era estar con su adorado Yokai.

---- Rin, ----Habló Sesshomaru.---- perdóname... yo debí dejar que tomarás tu decisión.... no decidir por ti.

----- Está bien...---- aseguró Rin con cariño.---- Ya no importa... pero... creo que entonces tenemos que hablar sobre eso, no es así?