Capítulo IV: Con lágrimas en los labios

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Salí hacia mi habitación para cambiarme. Me quité la camiseta y la metí en la lavadora. Fui a coger una camiseta pero me arrepentí. Me estaba agobiando mucho por todo lo ocurrido ese día, asi que fui a ducharme. Me baje los pantalones y calzoncillos, dejándolos encima del váter. Abrí el grifo y dejé que se llenara la bañera.

Mientras se llenaba de agua, me quede mirando mi brecha en el espejo.

-y pensar que esto es por culpa de un chico... jajaja, quien lo iba a imaginar- me dije a mi mismo riendo.

Cerré el grifo y cogí el movil. Puse mi lista de reproducción de artistas favoritos y me metí en la bañera. Enseguida me relaje por completo. Cogi una toalla y la puse en el borde de la bañera para apoyar la cabeza. Cerré los ojos mientras cantaba las canciones que sonaban en mi movil. Tarareaba cada estrofa, una a una, cada vez mas despacio. Mi cabeza se iba cayendo de la toalla y hundiéndose poco a poco. Iba cantando las canciones cada vez mas lento, hasta que mi cabeza su hundió y me dormí.

Al principio veía todo negro, una penumbra sombría. Poco a poco pude ver un fondo azul, un azul muy oscuro. En frente de mí empezaron a surgir burbujas que ascendian al infinito. Por fin descubrí el sueño; estaba bajo el agua. Solo había agua y horizonte azul, ni peces ni algas. Yo estaba en bañador, y por alguna casualidad, podía respirar bajo el agua. Empecé a buscar algo, no sabia muy bien el que, hasta que un bulto negro que se movia aparecio por el horizonte. Ese bulto poco a poco iba cogiendo forma, tenia piernas, brazos, era un humano. Ya estaba cerca de mí y pude distiguir que era un chico, no le podia ver bien la cara todavía. Él seguía nadando hacia mí. Ya estaba practicamente a mi lado. Por fín supe quien eraIván. Aquel chico era Iván. Él se me quedó mirando unos segundos hasta que actuó. Me hizo un gesto con su mano, indicandome que fuese con él. Yo, sin saber por qué, queria seguirle. Él empezó a nadar cuando me vió moverme; nadaba muy rápido. Se estaba empezando a alejar, y yo, en cambio, nadaba muy deprisa como si me cogiesen de los pies. Ya se alejó bastante, solo podía ver su silueta submarina difusa; y mientras ,yo, seguia sin poder nadar. Me empecé a angustiar. Él ya se habia ido y yo gritando para que no se fuese, pero fue inútil, mi voz no se escuchaba bajo el agua. Para mi sorpresa, la respiración ilimitada que tenía, empezó a consumirse. Poco a poco me estaba quedando sin aire y las burbujas que salían de mi nariz y boca se hacían mas grandes, hasta el punte de consumir mi cuerpo entero. Mis extremidades empezaron a convertirse en burbujas y ascendieron hasta la superficie,la cual, nunca llegue a ver.

Volví a abrir los ojos, estaba en la realidad, o eso parecia. Volvía a despertarme bajo el agua, pero sabía que no era un sueño. Cuando me percaté de la realidad, sali del interior de la bañera tosiendo y cogiendo todo el aire posible. Ahora el silencio reinaba, la musica de mi movil había desaparecido. Miré mis manos, estaban todas arrugadas. Salí de la bañera y me sequé. Seguía cogiendo aire, ya que aún no me habia recuperado de la fatiga. En ese momento una notificación de mi movil sonó.
¡Tenía 20 mensajes y 6 llamadas perdidas de Iván!

"Hola Eric, quizás no querrás contestarme pero solo te pido que lo leas. Me gustaria hablar contigo en persona. No sé si aceptarás quedar, pero si la respuesta es sí, te espero en mi casa a las cinco y media". Ese era uno de sus mensajes. No podía creer que él me habia hablado antes que yo, que irónico ¿no? Miré la hora y eran las cinco y diez y tardaba veinte minutos en llegsr a su casa. Tenía el tiempo justo. Corrí a mi habitación a cambiarme. Me fijé en mi ropa y estuve pensando en que ponerme, quería que Iván me viese bien vestido jajaja. No tuve mucho tiempo y cogí un peto, una camiseta amarilla y unas converse negras.

Rapidamente me alisé el pelo, recogí el plato de macarrones que dejé en la mesa, apagué la televisión, cogí las llaves y me fui.

Empecé a correr calle arriba. Me frené un poco y miré la hora: las cinco y veinticinco. Me quedé observando mi camiseta amarilla como si me trajese un recuerdo cercano. No me paré mas tiempo y seguí corriendo.
Finalmente llegué a su portal. Llamé al timbre apoyandome en el telefonillo mientras jadeaba.

-¿si? ¿Quién es?-contestó Iván.

-Soy...uff...yoo...agg...Eric-le respondí con voz cansada.

Colgó el telefonillo y la puerta se abrió. Descansé un poco en el portal y llamé al ascensor, pero para mi sorpresa estaba averiado.
No me lo podía creer, después de toda la carrera que me he pegado, ahora tenía que subir hasta un quinto.

Eché un primer vistazo general a los escalones y cogí aire. Pronto cogí ritmo subiendo los escalones, cada vez se hacía más fácil.
Ya iba por el cuarto piso, cuando alguien empezó a bajar con prisas desde el quinto piso. No sabia quien era, tenía mi misma altura pero iba encapuchado. Cuando estábamos los dos en el rellano del cuarto piso, se chocó contra mí a posta.

-¡Hey, ten mas cuidado!- le dije mientras seguía bajando a toda prisa por las escaleras.

Cuando llegué al quinto piso, él estaba alli, apoyado en la puerta de su casa esperándome.

-hola Iván- le dije jadeante por el cansancio.

-hey, te estaba esperando.-me contestó con una sonrisa en la cara.

-siento no haber respondido a tus mensajes ni llamadas, es que me dormí jajaja- le dije sonriendo.

-no pasa nada, lo importante es que ya has llegado jajaja-

-Sí, jajaja-reí nervioso.

Me invitó a entrar primero. Pasamos a su habitación , estaba solo en casa. Eso en parte me asustaba un poco, necesitaba que hubiese alguien en aquella casa para frenarnos por si la charla se nos iba de las manos.

-siéntate en la cama si quieres- me ofreció Iván amablemente.

-ah vale, gracias- contesté.

Él se sentó en su silla y me miró.

-Mira Eric, vamos a ir al grano. Llevo unos días fatal por esto, tenía que hablar contigo...-me dijo con una mirada triste.

-Yo también tenía que hablar contigo. Justo esta tarde te iba a hablar para que quedasemos, pero ya te me has adelantado.-le dije sacando una efímera sonrisa.

-Eric, sé que hablamos hace dos semanas sobre esto, pero entiéndeme. Lo que vistes aquella tarde fue un error, un error que yo cometí y del que sigo arrepintiéndome. Yo solo te pido que me des tu respuesta.-me dijo con los ojos brillantes y llorosos.

-Iván, yo quería quedar contigo hoy porque cuando me fui del baño ayer, te vi llorando y no sabia muy bien que pasaba. No sé si seguía gustandote o solo querias un simple morreo. Por eso he venido.

-Claro que sigo por ti Eric, te he llamado por eso. Sé que todo fue horrible y quedamos como amigos, pero no es lo mismo. Cuando te veo con Nath o solo por los pasillos, vuelven a surgir todos esos sentimientos que sentía cuando te conocí. Y ayer en el baño, quizá fui mi directo pero no sabia como preguntarte si algún dia me perdonaras, si algún dia volverás a mi lado...- me dijo con una lagrima cayendo por su mejilla.

-Ya te perdoné Iván, ya lo sabes.-le dije alzando un poco la voz.

-No me refiero a perdonarme de quedar como amigos Eric, me refiero a que me perdones por lo que hice aquella tarde y vuelvas conmigo.

-Iván por favor, no me hagas esto...-dije yo también apunto de llorar.

Iván se derrumbó y se echó las manos a la cara para ocultar sus lágrimas. Yo,en cambio, veía como lloraba sin saber todavía la respuesta del perdón que tanto me pedía.

-Iván por favor, no llores-le dije a punto de romper a llorar.

Él se descubrió la cara y me miro a los ojos.

-Eric...solo te pido que me digas si me perdonas o no, puedes decirme que sí e irte de mi lado y quedar solo como amigos. Puedes decir que no y marcharte o puedes decir que sí y quedarte junto a mi...

En ese momento no supe que pensar. Me jodió bastante lo que me hizo, pero él fue quién me despertó de mi sombrío estado.
Mis decisiones eran muy confusas, pero lo tenía claro. Le miré a los ojos con la respuesta en mi cabeza, y lo hize. Me acerqué a él y le besé con las lágrimas en los labios.


Luces entre miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora