Capítulo XVIII: ¿ Y si todavía no le hemos conocido?

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En ese momento Nath y yo nos miramos fijamente con preocupación en los ojos y empezamos a correr hacia casa de Carlos. Nath sacó su móvil del bolsillo y llamó a Carlos. 

- ¿Carlos? ¿Dónde estás? -dijo Nath.

-  Ahora estoy en casa ¿por? -contestó Carlos.

- Vale,vamos Eric y yo ahora a tu casa ¿Estás solo? - 

- Sí, se acaba de ir mi madre a trabajar pero ¿Pasa algo? -preguntó algo confuso y preocupado.

- Tú solo no te muevas de allí y no abras a nadie ¿entendido? - afirmó Nath al momento que colgaba la llamada.

Yo corría sin fijarme en lo que me rodeaba solo pensando en que ese cretino de Purple nos adelantaba dos pasos y tenía la sospecha de que llegaríamos tarde a por Carlos.

Ya casi estábamos llegando a casa de Carlos. Nath empezaba a jadear y yo a punto de caer rendido al suelo, pero aguantábamos. Habíamos llegado al portal de Carlos. Nath comenzó a pulsar el timbre repetidas veces pero nadie respondía. 

-Joder... - susurraba Nath.

Habíamos perdido la esperanza, pero de pronto alguien contestó.

- ¿Si? - preguntó Carlos.

- ¡Carlos! somos Nath y Eric ¡abre por favor! - exclamó Nath apoyada sobre la puerta.

La puerta se abrió y entramos en el ascensor. Carlos vivía en uno de los antiguos pisos de Madrid, esos con escaleras casi infinitas que crean ilusiones ópticas a mirar por el hueco del ascensor hacia arriba. Esos pisos con el ascensor colosal cubierto de rejas negras con adornos en sus barrotes y por los cuales podías ver cada rellano y la caída de las escaleras mientras ascendías en esa cárcel claustrofóbica de estilo gótico.

Pulsé el botón con un número 5 escrito en él y los mecanismos del ascensor comenzó a sonar. Nath y yo nos habíamos tranquilizado un poco al ver que Carlos parecía estar bien y no habíamos visto a nadie pasar por allí, pero dejadme deciros que yo soy gafe. Nos faltaban solo dos pisos para llegar a casa de Carlos cuando todo se vino abajo. A través de las puertas pude ver a una persona encapuchada y bajando a toda prisa por las escaleras. En ese momento no tuve otra idea de que ese era Purple y decidí bajar para cogerle. Pulse el botón para abrir las puertas del ascensor pero no sirvió de nada. 

- ¿Qué te pasa? - preguntó Nath confusa. 

- Creo que ese es Purple - 

-¡¿Qué?! - exclamó Nath.

Llegamos al piso de Carlos y las puertas se abrieron. Salí corriendo hacía abajo por las escaleras y aun podía verle bajar las escaleras. Cada me acercaba más a él, pero abrió la puerta del portal y salió. Salí tras él pero no veía a nadie en la calle. Se había ido. Volví a subir y allí me esperaban Carlos y Nath. 

- ¿Le has podido coger? - preguntó Nath algo desanimada.

- Que va - 

- Pero ¿Qué ha pasado? ¿Por qué teníais tanta prisa en venir? - 

- Tú entra, ahora te lo explicamos - 

Entramos a casa de Carlos y fuimos al salón. 

- Ah por cierto. No sé por que, pero esto ha llegado para ti Eric - dijo Carlos mientras cogía un sobre de la mesa.

- ¿Para mi? - pregunté extrañado.

- Sí, poco antes de que llegaseis subió la conserje y me dijo que alguien acababa de venir y había dejado ese sobre - explicó Carlos.

Luces entre miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora