Volvimos a tirar los datos con Edgar y Víctor en el juego. El orden volvió a ser el mismo.
Ya llevábamos un buen rato jugando y todo iba bien, en su orden, tranquilo; pero como no, algo tenia que pasar.Las miradas de Edgar sobre el tablero, se iban desviando hacia mi. No fui el único que se dió cuenta.
-Oye, Edgar no para de mirarte. No sé si te habrás dado cuenta- me dijo Nath en voz baja.
-Sí, ya me he dado cuenta. No hay que ser muy listo para no darse cuenta- le respondí en un tono cortante.
-Bueno, vale. Madre mía chico, como estas, solo era para que lo supieras pero si llego a saber que te ibas a poner así no te digo nada- contestó Nath aún mas borde.
Le hice un gesto para que se levantara y la indiqué que fuera a la cocina para hablar más tranquilos.
-Lo siento Nath, pero es que todo esto me puede. Primero lo de Iván, luego Samu y ahora Edgar- expliqué.
- Lo de Iván ya sé que ha sido un palo, y lo de Edgar sinceramente una putada del destino- rió- oye, ¿y quién es Samu?- preguntó con un gesto desconcertante.
En ese momento me acordé de que no le había contado nada a Nath de la visita inesperada de Samu, el chico de la sudadera amarilla.
-Mierda no te lo he contado- dije tapándome la boca con la mano.
-Osea yo flipo, ¿que te has olvidado de contarme algo? pues algo fuerte tiene que ser para que te haya rayado tanto como para que se te olvide contármelo.- dijo mirándome con los brazos cruzados y una mirada desafiante- quiero detalles ya.
- pues mira solo te le voy a decir en dos palabras: sudadera amarilla.-
-¿sudadera amarilla? A ver, algun chico con sudadera amarilla ¿le conozco?-
- le conocemos los dos, pero tampoco mucho-
- Pues no sé. Un chico que conozcamos los dos, con sudadera ama... No puede ser ¡¿es él?!- preguntó Nath exaltada.
- Sí- contesté con una sonrisa
- pero ¿cómo ha sido?-
-Pues bueno, todo empezado esta tar...-fui interrumpido por Carlos.
-Oye no sé que estaréis haciendo ahí, pero os recuerdo que esto es una fiesta de pijamas de toda la peña, y a parte que os toca tirar los dados.- dijo Carlos.
-Que pesado es Carlos- comentó Nath.
-Vamos para allá anda- le indiqué a Nath.
Nos volvimos a sentar con los demás.
-Venga, saca los dados- dijo Carlos
Yo iba a tirar los dados pero no podía seguir así; con esas miradas incomodas intentando buscarme. Preferí cambiar el orden de la noche para ver como se comportaba.
-Oye, el Monopoly me esta aburriendo. ¿Cambiamos de juego?- añadí como excusa.
- Pero si acabamos de empezar- dijo Carlos
-a mi también se me esta haciendo un poco pesado- continuó Celia.
-Por mí vale- dijo Iván.
Todos aceptaron mi oferta y ahora teníamos que decidir a que jugar.
-Pues tu dirás Eric. ¿A qué jugamos?-
-Al "Quién es quién"- anuncié
-A mi no me apetece jugar al juego de mierda de siempre- dijo Víctor.
Todos estaban de acuerdo con Víctor, y ahora era él quien tomo el control de la noche.
- Vamos a jugar al "Just Dance"- dijo Víctor.
-Yo prefiero eso- siguió hablando Edgar mirándome fijamente de una manera un poco disimulada.
Nadie se negó y pasamos al videojuego.
Iniciamos la consola y pusimos el juego. Los demás se sentaron en el sofá mientras esperaban a que empezase.
No pasaron más de 2 minutos, cuando Edgar ya me estaba mirando. Me di cuenta a los 3 segundos, mientas me agaché a encender la consola en el mueble de la televisión. Me iba incomodando cada vez más. Yo le miraba de reojo para confirmar que me estaba mirando y que no eran paranoias mías.La pantalla de carga se me hizo eterna, pero por fin nos pusimos a jugar. Decidimos hacer una batalla de baile en parejas y yo me iba a poner con Nath, pero Iván se adelantó y me puse con él.
- Oye, ¿Te pasa algo? te noto distraído.- me preguntó Iván mientras me miraba a los ojos con una intención en el gesto de su cara.
- ¿A mi ? - reí- no, ¿Por qué lo preguntas?- mentí cuando le fui a besar.
-No por nada- sonrió no muy convencido a la vez que me respondió al beso.
La primera pareja en participar fueron Celia y Nath. Yo me reía cada vez que veía a Nath bailar, me pasa desde siempre. No es que baile mal, si no fatal. Sus dotes nunca han sido como los de "Billy Elliot" , más bien como los de un ciervo que acaba de nacer y esta aprendiendo a andar. Ella ya sabe que baila fatal pero le da igual y dice que de mayor piensa ir a una escuela de baile super exclusiva y del extranjero.
Celia y Nath ya habían terminado su baile y lograron 9475 puntos. Ahora nos tocaba a Iván y a mi bailar. Todos teníamos que bailar la misma canción: "Uptown Funk", la cual a mi siempre me había encantado desde que salió y que no paraba de bailarla cuando sonaba en el coche o en cualquier discoteca. Iván y yo nos levantamos y nos colocamos. La música empezó a sonar y nuestros movimientos ya empezaron a relucir. Yo, en cambio, seguía pensando si Edgar estaba mirándome mientras estaba bailando. Pero en ese momento no podía apartar la mirada de la pantalla o perderíamos puntos.
Solo quedaba un minuto y medio de canción,y aquella idea que me incomodaba seguía rondando en mi cabeza, y sin pensarlo, miré. Y efectivamente estaba mirando.
La canción se terminó y nos quedamos a solo 12 puntos de empatar con Celia y Nath.
-Lo siento, me he distraído un momento, una mosca- le expliqué a Iván.
- No te preocupes, si la culpa es mía, bailo fatal- rió.
Nos volvimos a besar. Nos sentamos en el sofá, al lado de Víctor y Edgar. Yo apoyé la cabeza sobre el hombro de Iván intentando distraerme un poco de todo lo que en mi cabeza estaba pasando.
Ahora les tocaba a Víctor y a Edgar, pero Edgar tuvo que hacer una parada antes.
-Espera Víctor, tengo que ir al baño un momento, me llevo meando desde que compré Portugal en el Monopoly- anunció Edgar mientra se dirigía hacia el baño.
-Vale, pero no tardes, tenemos que ganar a estos niñatos- respondió Víctor mirándonos a todos con una sonrisa de villano de Disney.
Yo seguía apoyado en el hombro de Iván,tranquilo, empezando a divertirme de verdad sin ningún fantasma del pasado atormentándome. Pero mi tranquilidad por desgracia tenía un límite; al destino le apetecía revivir a viejos conocidos.
- Eric, ¿Puedes venir un momento? no encuentro el papel higiénico.- exclamó Edgar desde el baño.
En ese momento mis incomodidades que parecían haberse esfumado por fin, volvieron. Me levanté del sofá y fui al baño.
-Sí, ya voy- contesté.
Cuando llegué y Edgar pensaba que ya nadie nos veía, me indicó que pasara. Cerró la puerta y echó el pestillo.
- Tenemos que hablar Eric...-.
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Luces entre miradas
Teen FictionEric Hunter, una adolescente común nos presenta una tipica historia de amor, pero con un estilo muy propio. Hablará de sus experiencias con sus amores, de la relación con sus mejores amigos y de lo que fué para él uno de los peores momento de su vi...