Capitulo VII: Una llamada bajo la lluvia.

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Ya habiamos llegado a mi casa Iván y yo. No se apartó de mi hombro durante todo el camino. Abri la puerta con el apoyado sobre mi hombro, aun un poco sedado. Le senté en el sofá mientras iba a la cocina a traer algo de comer.

-¿Como te encuentras?- le pregunte mirandole a los ojos.
-un poco mejor. Estoy intentando recordar algo pero sigue habiendo lagunas- respondió.
-tú tranquilo, ya irás recordando. Ahora come algo.
-muchas gracias Eric de verdad. No se que hubiese hecho sin ti- me respondió besandome.

No me esperaba ese beso y decidí seguirle.

-oye ¿y si ponemos una peli?- le pregunté mientras el me miraba con una mirada cansada desde el sofá.
-vale, por mi bien. Pero que no sea de esas romanticas, una de risa. -aportó.
-vale pesado- rei vacilante.

Baje las persianas para darle un ambiente de cine y preparé unas palomitas.
Decidimos poner "american pie". Nos reimos como nunca durante la peli. Sinceramente fue la mejor hora con cuarenta y seis minutos que habia vivido hasta entonces. Se me habia olvidado por completo esa sensación que me venía cada vez que estaba con Iván. Aquellas miradas; aquellas risas ; aquellos besos.

Una vez terminada la pelicula empezamos a planear la fiesta.

-oye, ¿la fiesta era hoy no?- me preguntó Iván con un gesto de confusión.
-sí, y hablando de eso... no he preparado nada todavia, ni los juegos, ni las pelis...
-si quieres te ayudo a prepararlo ahora. Son las doce y media hasta las dos tenemos tiempo- dijo Iván.
-si por favor, aún no sé que juegos poner.-le contesté.

Fui a buscar una hoja y un boli para apuntarlo todo.

-A ver. Como juegos podriamos poner: el monopoly; el tabú, o el gestos.- propuso Iván.

-pondré el monopoly y el gestos, el tabú ya jugamos el año pasado y nos aburrimos un montón. Pero aun asi sigue faltando un juego, son tres.- le dije golpeando el boli contra el folio.

- que tal...¿la botella?- añadio Iván.

-¿la botella? Yo prefiero que no, luego hay malentendidos jajaja- negué.

-¿malentendidos? Bueno, como quieras-

-¿que te parece el "quien soy"?- aporté.

-si, puede estar bien- dijo Iván.

Seguimos preparando todo hasta las 2 de la tarde.

-yo me tengo que ir ya Eric- anunció Iván.

-¿ya? Joo- me quejé con un gesto de tristeza en la cara.

-si, tengo que irme a comer y mi madre estará preocupada por no haberla llamado en toda la mañana. Pero tranquilo, me vas a a ver luego en la fiesta ¿no?- preguntó mientras se acercaba a mi.

-claro, porque como no vengas verás- le amenace mientras le miraba desafiante y sonriendo a punto de besarle.

Nos despedimos en mi puerta con un gran beso.
Cerré la puerta y me fui a mi habitación para prepararlo todo. Ordené toda la casa y prepare los juegos. Ya eran cerca de las 5 y habiamos quedado a las cinco y media en mi casa. Todo estaba ordenado y listo para la fiesta y yo mas aburrido que una ostra sentado en el sofa. Puse algo de música para relajarme y esperar a mis amigos.
Ya eran laz 17:15 y aunque todavia fuese pronto fui a cambiarme y ponerme el pijama como tradición de la fiesta. Era un pijama entero de cocodrilo. Me encantaban esos tipos de pijama. Ya estaba apunto de ponerme el pijama cuando llamaron a la puerta.

-"¿ya están aqui? Que pronto"- pensé.

Me acerqué a la puerta y sin asomarme por la mirilla abrí. No era posible, repito, era imposible que él... estuviese alli. No me lo podía creer, estaba allí, en mi puerta. ¿Que a quien me refiero? Pues a él, al chico de la sudadera amarilla.

-s-s...¿si?-pregunté entrecortado y perplejo.
-perdona que te interrumpa, pero ¿podría hacer una llamada aquí dentro? Es que se ha puesto a llover enseguida y mi casa esta un poco lejos de aquí y no quiero coger una pulmonía jajaja- rió con gotas de agua cayendo de su pelo.
-cla...claro, pasa- dije otra vez entre tartamudeos.

Sinceramente en ese momento no supe que hice, habia dejado entrar a un desconocido en casa que a saber que podria haberme hecho. Pero no supe decirle que no. Seré muy buena persona, supongo.

-muchas gracias, no sabes la que ha caido en un momento. Hago la llamada y me voy, tranquilo- me dijo sonriendo mientras sacaba el movil de su bolsillo. 

-no te preocupes- respondí.

-oh mierda, mi movil se ha empapado y ahora ni se enciende. Genial- se quejó mientras intentaba encender el movil.

- que chasco. Bueno, si quieres yo te dejo el mío.-le ofrecí.

- ¿enserio? Muchas gracias de verdad Eric.

¡¿cómo?! ¿como diablos sabia mi nombre? Solo nos hemos cruzado dos veces y ni siquiera hemos hablado.

-¿como sabes mi nombre?-pregunté asustado.

- fácil. Cuando te caistes el otro dia cuando nos cruzamos. Se te cayeron los libros y ponia tu nombre en uno de ellos. Que conste que no soy un psicópata, solo muy observador jajaja- rió.

Me tranquilice un poco tras oir su version y no pensar que me espiaba todos los dias.

-oye, ¿te ibas a dormir o algo? -preguntó mirandome de arriba abajo.

En ese momento me di cuenta de que tenia el pijama puesto, que vergüenza.

-ahh ¿esto? No me iba a dormir ni nada jajaja. Es que hoy voy a hacer una fiesta de disfraces. - le expliqué.

-ahh, ya decía que era un poco pronto para irte a dormir jajaja. Por cierto, yo soy...Samu, de Samuel.-dijo.

-ya se que samu viene de Samuel jajaja. Encantado- le dije dándole la mano.

Rápidamente hizo la llamada y se iba a ir.

-gracias por dejarme entrar Eric- me dijo de nuevo.

-no te preocupes. Y encantado de nuevo Samu.

-lo mismo digo Eric. Hasta pronto.-dijo mientras se iba corriendo bajo la lluvia...

Luces entre miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora