Capitulo dos: Viaje a la isla Paraíso

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Narrador

Ya han pasado los dos días y el día del viaje a llegado, era de mañana y se encontraba una rubia dirigiéndose a la casa de su amigo siendo la primera en estar preparada para el viaje.

Narra Astrid

A llegar a la casa de Hipo, entre sabiendo que estaba abierta y vi que terminaba de ponerle su silla de montar a chimuelo con sus cosas listas para el viaje.

Ha hola Astrid--me saludo a darse cuenta de mi presencia--al parecer ya estas lista para el viaje.

Si, y los chicos están casi listos--le conteste--les dije que nos encontráramos en el ruedo.

Bien, entonces vamos--dijo para llevar sus cosas al igual que las mías.

Al llegar al ruedo nos encontráramos con los chicos todos preparados para ir; Papatez le daba rocas a albóndiga, Patán estaba recostado sobre colmillo y los gemelos ocultaban una jarra sobre el asiento de Brutacio y algo me dice que lo que traiga esa jarra no es nada bueno.

Oigan gemelos--los llame y ellos voltearon sorprendidos--¿qué tiene esa jarra?

Un regalo para los del Paraíso--dijo Brutacio nervioso--es leche de Yack.

¿desde cuándo la leche de Yack tiene color verde pastoso?

¿Entonces no será molestia que te tomaras unos tragos de la jarra?--al decir eso sus ojos se abrieron tanto que creería que se les saldría--qué pasa Brutacio ¿tienes miedo?.

Brutacio cruzo mirada con su hermana la cual tenia una sonrisa maliciosa, sin nada mas tomo unos 4 tragos y en medio de 4 segundos corrió hasta un balde para vomitar todo.

Ok, gracias--dijo Hipo mirándome con una sonrisa-- Brutilda ¿qué es lo que tiene esa jarra?.

Tiene ponche de Yack que Astrid preparo--ok eso me ofendió un poco--se lo daríamos a los del Paraíso para jugarme una pequeña broma.

¿¡una broma!?, ¿¡una broma!? ¡los pudieron haber matado!--dijo Patán asustado y exagerando--si hacen eso nos declararan la guerra!!!

Ok, ahora si matare a Patán agarre mi hacha dispuesta a acabar con él, pero Hipo se interpuso interponiéndose en mi camino sino me detenía lo mataba a él, y no quería eso.

Astrid, calmate por favor--me dijo Hipo mirándome a los ojos, obligándome a desviarla para ocultar un pequeño sonrojo-- bueno antes de irnos les recuerdo que tardaremos unas horas en llegar, tardaremos medio día en alcanzar el barco, pero con este viento fuerte que esta soplando en dirección contraria esperemos llegar antes que embarque al muelle de la isla.

Si, estos vientos debe ser por la tormenta tal vez llegue antes--dijo Patapez algo asustado- seria mejor ver si Brutacio paro de vomitar para irnos.

Si, estoy bien solo un poco asqueado por el ponche--dijo Brutacio recuperándose--¿trajiste la jarra de repuesto?--le preguntó a su hermana en susurro lo cual solo negó con la cabeza.

Es hora de irnos y esperemos que el viento mejore--dije subiendome en tormenta.

Si, pero antes ¿no podemos pasar mi casa a buscar un abrigo?, la temperatura esta bajando y ya estoy sintiendo el frío--dijo Patapez abrazándose a si mismo para hacer algo de calor.

No tenemos tiempo para eso, Patapez--dije también con algo de frío, pero ya habíamos perdido mucho tiempo y el viento empeoraba--cada minuto que pasa el viento empeora.

Lo mejor es permanecer aquí hasta que el viento se calme--dijo Hipo--luego nos iremos.

Esta bien--dije rendida--pero nos quedaremos en el ruedo hasta que todo se mejore.

Buena idea, todos adentros--dijo Hipo para luego entrar junto a chimuelo, detrás de ellos le siguió Patapez luego los gemelos junto a Patán y ultima yo para cerrar la puerta del establo.

Narra Hipo

Paso un rato después que entramos y oíamos como el viento azotaba la puerta, siguió hací por un par de horas mas para luego calmarse.

Chicos, creo que ya podemos salir--dije siendo el primero en salir--si, ya se calmo hasta el momento.

Si, pero el viento sigue en contra y aun hace frío--dijo Astrid frotándose los brazos.

Oye Astrid, si tienes frío te puedo calentar--dijo Patán coqueteando extendiendo los brazos y lanzándole un beso, tanto ella como yo pusimos pusimos cara de asco.

No gracias Patán prefiero morir congelada--dijo molesta lanzándole un balde que encontró que resulta que era el balde que uso Brutacio para vomitar, para su suerte y la nuestra se derramo el vomito al caer al suelo y no cuando los golpeo en la cara.

Oh. Que lastima, preferiría que le fuera caído encima--dijo Brutacio decepcionado.

Si, pudieras haber olido a vómito de Brutacio por horas--la gemela estuvo de acuerdo
Con su hermano.

Bueno ya vámonos el viaje es largo, ya perdimos mucho tiempo y el viento no está a nuestro favor de digamos--dije a lo cual todos asintieron y se subieron a sus dragones.

Comenzamos a volar esperando llegar a nuestro destino a tiempo junto a mi padre y llevar a fin a la isla Paraíso

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Recuerdos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora