Capitulo once: La despedida y regreso a casa

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Ya había amanecido y lo primero que sentí fueron los rayos del sol y sentí un gran peso en mi cuerpo al ver era con cuidado, vi que eran Astrid y Engla cómodamente sobre mí y obviamente apareció el primer sonrojo del día siendo el más intenso de todos, tanto Astrid y Engla comenzaron a moverse y despertando poco a poco, y lo único que hice fue fingir estar dormido.

No me lo puedo creer--dijo Engla sorprendida y en susurro a Astrid que estaba igual--nos dormimos usando a Hipo como cama, pero para ser sincera es muy cómodo para ser delgado.

Si, que pena, ni nos dimos cuenta que lo hacíamos--dijo Astrid sin ver como estaba porque, obvio, estoy fingiendo dormir--aunque está muy rojo.

Si, pero se ve lindo hací--dijo Engla, haciendo que Astrid soltara un gruñido por accidente--¿qué pasa, Astrid?.

Nada sólo que--dijo Astrid--¿te gusta Hipo?.

Me sorprendió la pregunta de Astrid, haciendo que abriera un poco el ojo derecho notando a Engla un poco sonrojada.

No, tu que crees si solo llevamos dos días conociéndonos--dijo nerviosa, sin moverse de mí, es más, se puso mas cómoda al igual que Astrid--¿por qué la pregunta?

Es que e visto que eres muy cariñosa con él y cuando llegábamos aquí el dijo que eres muy hermosa--dijo seria. Ay no, me escuchó, estoy muerto.

En serio dijo eso--puso sus manos cubriéndose la boca ocultando una sonrisa de emoción.

Por favor se sincera, Engla--dijo Astrid sonado desanimada--yo te conté mi historia ayer antes que llegara Hipo.

Entonces no solo fue a discurparse con Helmi, le dijo una historia a ella y al resto de las chicas, pero ¿de qué se tratara su historia?.

Bien, solo perdoname desde ya--dijo Engla--si me gusta Hipo y me molesto mucho que los trataran mal a Hipo, pero cuando me contaste eso, supuse que no seria justo quitarte a Hipo ya que tu lo conoces más que yo y lo mio seria más admiración.

Si te entiendo, hace unos meses vino una chica a la isla llamada Heather, trabajaba encubierto para los marginados porque tenían a sus padres cautivos y mientras estuvo en la isla estuvo detrás de Hipo todo el tiempo, cosa que admito ahora. Me dio celos al igual cuando Hipo te dijo que eras hermosa, porque nunca me dijo a mi que soy hermosa--dijo Astrid deprimida partiendo me el corazón.

Tu eres hermosa Astrid, y si no te lo a dicho ten por segura que te lo dirá--dijo Engla en forma de consuelo, abrí mis ojos fingiendo despertarme a lo cual las chicas salieron de su cómoda forma en la cual estaban.

A buenos días chicas, creó que me usaron como cama--dije actuando como un profesional.

Si, lo sentimos por eso--dijo avergonzada Astrid.

No hay problema, pero que no fueron las únicas en usar a alguien como cama--dije señalando al resto viendo como Kaira estaba arriba de Patapez, Helga sobre Brutacio y como Kaysa y Helmi dormían recostada sobre un árbol, y increíble que lo parezca a Brutilda recostada sobre Patán, mientras éste la rodeaba con su brazo su cintura.

Deberíamos despertarlo nos iremos en la tarde, hací que mejor vamos levantándolos--dije quería hablar con las chicas sobre que paso anoche en la cabaña, pero sentía que lo diría la próxima vez, que sera pronto si a los chicos le gusta La idea.

Si, me gusto que hallamos venido--dijo Astrid recostándose sobre mí.

También yo--dijo Engla copiando la acción que Astrid.

Solo esperen, les diré una noticia que les guste, pero antes ¿se pueden levantar?--dije sonrojado por el afecto de las chicas--tenemos que irnos ya, de verdad.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Recuerdos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora