Capitulo cuatro: La bienvenida (parte 2)

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Después que Aren dijo eso, Engla y él se arrodillaron ante mí, cosa que me sorprendió.

Gracias, señor Aren, pero no deben hacer eso--le dije aun sorprendido.

Claro que si Hipo. Hemos oídos historia de ti desde tu batalla contra la muerte roja hasta con tu y tus amigos encerraron al desquiciado de Dagur--dijo Engla levantándose--nos sentimos muy honrados que un héroe como tu este en nuestra isla --dijo y cruce mirada con ella para luego quitar la mirada con un leve sonrojo.

Ha ¿disculpa, y nosotros qué?--dijo Patán arruinando el momento--y te han dicho qué eres muy hermosa, querida.

¿Y éste quién es?--dijo Engla asqueada y avergonzando a mi papá y a mí.

Ellos son mis amigos--dije señalando a cada uno--el es Patapez, los gemelos Brutacio y Brutilda, Astrid y el es Patán.

Pero me puedes llamar el amor de tu vida--dijo Patán pero fue derivado por un movimiento rápido que lo dejo en el suelo--ok, ok, lo siento.

Bien--dijo soltando a Patán--un honor para mi dar un recorrido por la isla con el entrenador de dragones con su furia nocturna.

Hija, eso lo harás después si el muchacho quiere, pero ahora tenemos que firmar el tratado--dijo Aren.

Narra Astrid

Cuando llegamos a la isla Lo primero que hizo el jefe, que se llamaba Aren y su hija Engla, se arrodillaron ante Hipo cosa que nos tomo todos por sorpresa, hasta que el primero en hablar de todos nosotros fue Patán quien se sintió ofendido que nos ignorará y dándole todo el crédito a Hipo, Después de eso Patán intento coquetear con ella cual resultado fue derivado por ella con un movimiento rápido y después de eso quería darle el recorrido a Hipo por la isla ignorandonos nuevamente, no me agrado la idea que ellos estén solo por el simple echo que cuando llegamos Hipo dijo que ella era muy hermosa cosa que me molesto,y le agradezco a su padre que le dijo que no porque tenían que firmar el primer tratado de paz, gracias a Odín.

Bien dirijamonos al pueblo para firma el tratado de paz y disfrutemos de nuestro estadía aquí--dijo Estoico para partir rumbo al pueblo junto a Aren, Engla y Hipo adelante.

Tienes razón Estoico, vamos--dijo Aren al lado suyo caminando.

¿A alguien más le molesta qué nos ignoren?--dijo Patán ya de pie.

Un poco, pero eso no importa--dije--debe ser porque estaban emocionados por la llegada de Hipo.

Si, pero nosotros también ayudamos con la muerte roja y todo lo demás que a pasado con los dragones--dijo Brutilda y su hermano estuvo de acuerdo con ella.

Pero recuerden que Hipo fue el que hizo la paz entre los dragones desde que entreno a chimuelo por primera vez--dijo patapez.

Tiene razón y ya vámonos al pueblo somos los únicos que seguimos aquí, incluso nuestro dragones nos dejaron--dije al darme cuenta de que nuestros dragones no estaban, Caminábamos  hasta el pueblo y escuchamos risas, aplausos y silbidos. Salimos corriendo y encontrábamos a los habitantes arrodillados como lo estaban Aren y Engla--¿pero qué ocurrió aquí?

Narra Hipo

Después de dejar a Los chicos en el muelle, nos dirigimos al pueblo al llegar los habitantes nos miraron, principalmente a chimuelo y a mí y los dragones de los demás que estaban detrás de mí, acto seguido los habitantes se arrodillaron como lo hicieron Aren y Engla. La gente empezó a murmura cosas sobre mí, pero de buena manera los que mas se escuchaban o repetían era:

Es el entrenador de dragones
Y trajo a sus dragones como evidencia--escuche de una mujer que no pude ver.

El es el héroe de Berk junto con su majestuoso dragón
--lo dijo un anciano a su nieto.

En verdad lucho con la muerte roja, su pierna de metal es la evidencia clara--dijo un hombre de no más de 21 años.

Su reputación es mas grande que su estatura--y esa la escuche de un niño asombrado, genial, ¿y qué esperabas? ¿a un hombre grande y fuerte como Thor?.

Silencio pueblo del Paraíso, tenemos el honor y privilegio de tener no sólo un héroe, sino de una futura leyenda. El es Hipo Horrendo Abadejo III, el primer jinete de dragones que el mundo haya conocido--dijo Aren a su pueblo--y quiero que le den su mejor bienvenida a él y a su padre Estoico el vasto con el cual tendremos una alianza con su pueblo.

Al finalizar su discurso todo el pueblo aplaudió, reían de felicidad y silbaban, yo en cambio jamas me habían dado una bienvenida hací y de todas las isla a las cuales e ido no me reconoce porque esperaban que fuera alguien fuerte y grande, no a aun Hipo.

¿Dónde están tus amigos, Hipo?--preguntó Engla.

No lo sé, deben estar en el muelle--le dije sin quitarle la mirada a los del Paraíso que seguían aplaudiendo,hasta que escuche que alguien hablaba atrás de mí y vi que eran los chicos sorprendidos.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Recuerdos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora