Capítulo veinticinco: El reencuentro

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Narra Hipo

Desde que le dije el porqué de mi visita a paraíso a Engla ayer no me a vuelto a hablar, no la vi esta mañana por la casa y mucho menos al resto de las chicas, me imaginaba que ya se lo había dicho y estarían molestas conmigo, salí dispuesto a dar un paseo con chimuelo vi a las chicas volando sobre la isla como una especie de carrera y empecé a seguirlas para formar parte de la carrera, cuando las chicas se dieron cuenta de mi descendieron emocionadas y yo solo decidí a preguntarles.

¿Porqué tan felices, chicas?--pregunté curioso por su estado de animo.

Que no es obvio, Hipo--dijo Engla con una sonrisa--nos divertíamos con los dragones.

Si, nos las pasamos bien con ellos--dijo Helmi acariciando a eructo mientras él sonreía--son fantásticos los dragones.

Si, ha Engla ¿puedo hablar contigo a solas?--pregunte esperando su respuesta, tenía que saber si seguía molesta conmigo.

Si, claro--dijo y caminamos unos pasos adelantes mientras que las chicas volvían a volar con los dragones--¿qué paso?

¿Sigues molesta?--fui directo, tenia que saber.

Hipo, lo pensé, y si tenias derecho a enojarte por lo que te hicieron, pero después de todo lo que han echo por ti, solo te dijo que te arrepentirás y cuando lo sientas, Sé que te perdonaran--dijo para luego irse con una sonrisa y subir a tormenta para alcanzar a las demás.

Me quede hay meditando lo que me dijo Engla y todo lo que e echó, es aceptable que no me sienta mal al no recordar ningún momento bueno que tenga con ellos, pero creo que no debí de ponerme de esa forma con ellos, pero necesitaban saber que era lo que se sentía cuando te trataban mal siendo diferente, Solo les di una cucharada de su propia medicina.

Bien chimuelo, volamos un rato--y sin darme cuenta ya estaba sobre el despegando. Cuando se trata de vuelos, chimuelo siempre se entusiasma al igual que yo--oye, por lo menos avisa que ya querías volar.

Después de un rato pude ver como un barco se acercaba a la costa y era obviamente el barco de Berk, pero ellos deberían llegar mañana no hoy, vi como Aren me llamaba haciéndome señas y obedeciendolo baje y salte de chimuelo, yo solo espere de brazos cruzados y como los berkianos que solo eran: Patapez, Patán, Brutacio, Brutilda, Estoico y Astrid se acercaban a nosotros, quienes al mirarme solo pusieron cara de felicidad, en cambio yo solo puse cara seria y molestia.

Estoico, esta visita tan repentina, yo creí que habíamos acordado avisar--dijo Eran feliz y sorprendido dándole la bienvenida--creíamos que solo vendría Hipo, ya que lo mandaste a explorar y estudiar toda la isla.

Lo sé Eran, pero lamento decirte que Hipo no vino para hacer nada de esas cosas--dijo Estoico aclarando mi razón de estar en la isla mientras me miraba--él se escapo de la isla y venimos a llevarlo de vuelta a su hogar.

¿Hogar?, si hogar para ti es un lugar que me a tratado mal, claro que es mi hogar--dije sarcástico después que Eran me mirara con sorpresa por lo que dijo mi padre--y no pienso volver, aquí si me tratan bien.

Hipo, por favor vuelve con nosotros--dijo Astrid pidiendo y aun notando se su ojo morado--lo sentimos de verdad.

¿Qué esta pasando aquí?--se oyó decir de Engla con las chicas bajando de los dragones--chicos ¿qué hacen aquí?.

A buscar a Hipo--dijo Patapez--¿y qué hacen con nuestros dragones?.

Hipo dijo que les pidió permiso para traerlos aquí y practicáramos con ellos--dijo Kaira feliz por la experiencia que tuvo--¿por qué? ¿Acaso no les pidió permiso?.

Cómo Entrenar A Tu Dragón: Recuerdos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora