Empezaba a comprender que había muchas capas que aún desconocía de mi dragón. No obstante, el que continuara su discurso, como si no acabara de cambiar el curso de una guerra inminente, me obligó a apartar de mi mente todas mis nacientes dudas y concentrarme en sus palabras.
—Como último punto. Su Alteza Real, la Princesa Ilora Primera de Normandia, heredera legitima al trono normandio, ha llegado a nuestro reino a realizar una prueba para obtener la aceptación de los nuestros. Debido a mi posición, sabrán que no soy el indicado para asignar una evaluación de su valía, por lo que ustedes se encargarán de todo y su palabra será la mía.
—Estará en buenas manos —respondió Naila volando hasta el montículo que antes había usado Alhaster.
Tal parecía que mencionarlo era mero protocolo, porque la totalidad de dragones de la Corte asintió en aprobación y esperaron que Naila tomara el lugar que antes había sido de mi dragón.
—Ilora, ven —llamó Alhaster al girar su cabeza hacia mí—. Quédate a mi lado.
Salir de la protección que su figura me había suministrado antes, siendo observada por todos, me hizo imaginar aquella escena del juego de "Skyrim" que mis compañeros de hospital, en la Tierra, jugaban. Parecían una secta y solo los sonidos de sus respiraciones acompañaban al sigilo de aquella noche.
—No tengas miedo, no te pasará |nada, siempre y cuando no luches —susurró Alhaster, quien solo logró ponerme más nerviosa.
—Ilora Primera —saludó Naila al elevar su cuello—, bienvenida seas a nuestra Interfician Dracone. Esta noche, como comprenderás, la Corte tomará el lugar de nuestro líder para determinar una prueba para ti.
—Me parece sabio —secundé.
—Hemos escuchado cosas muy buenas de ti en tu recorrido por distintos reinos, sin embargo, nos hemos cuestionado si realmente te has ganado su apoyo. Cualquiera puede firmar un papel y sellarlo —Las palabras de Lu, antes de proferir su salvoconducto para mí, regresaron a mi memoria—. No obstante, es la fidelidad de las gentes la que determina tu fuerza. Desde un rey, hasta un granjero, todos son importantes y, para nosotros, no hay nada más valioso que su lealtad.
—Entiendo —respondí, incapaz de argumentar algo.
—Por lo tanto, nos tomaremos unas cuantas libertades... Edric —pronunció Naila.
El enorme Thesaurus se levantó y, contrario a lo que esperé, avanzó hasta detenerse frente a mí. Lo suficientemente cerca para que me fuera imposible retirar mi mirada de sus implacables orbes oscuros.
—¿Q-qué haces? —cuestioné al sentir mis parpados pesados y un naciente dolor de cabeza. Más, bastaron unos segundos para que entendiera que hurgaba en mis memorias, tal como lo habían hecho Cassie, Bellatrix y Evhannaj.
No obstante, a diferencia de aquellas primeras veces, en esa oportunidad supe que estaba preparada para evitar la intromisión, pero las palabras de Alhaster pidiéndome no luchar me obligaron a permitirlo.
Por un momento creí que nada pasaría y bastaría con apretar mis puños controlando las incesantes ganas de defenderme. Sin embargo, un halo blanco vino a mí con la imagen de Piwi, quien sonrió, mientras aplaudió con fuerza y repetió las palabras: «Piwi bueno, Ilora mejor».
El ogro avanzó hacia mí con frases que me recordaban sus últimos minutos, pero nunca estuvo lo suficientemente cerca para que lo sintiera verdaderamente real. Entonces, la escena cambió drásticamente y las personas fallecidas que observé en Esselka llenaron cada espacio, llorando y culpándome por no poder ayudarles.
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CDU 4 - La travesía de los Eternos [BORRADOR COMPLETO]
FantasyCon muy pocos meses restantes para obtener la aprobación de cuatro de las criaturas de Umbrarum, Ilora retoma su viaje con todo un plan trazado para descubrir aquello que no se le ha revelado. Ella sostiene que los Eternos son el objetivo correcto y...