1. Capítulo 7: Mentalistas

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Sensaciones parecidas a mi despertar recorrían todo mi cuerpo. Ardía en dolor, mi cabeza no dejaba de dar vueltas y mi mente parecía no dar abasto para tanta información. Las voces me saturaban, y yo, sumida en la más inmensa oscuridad, no era capaz de detenerlas. Me sentí nuevamente indefensa, a la deriva, tan ultrajada como la primera vez que Bellatrix hurgó en mi cabeza, hundiéndome con mis miedos y anhelos más profundos.

"Él no confía en ti"

"Dudo que te quiera tanto como dice"

"Realmente eres inútil, Ilora de Normandia"

"Tiene razones para ocultarte todo eso"

Parecía como si las voces supieran exactamente lo que me heriría, lo que me haría perder la cordura. Tal vez Evhannaj se había equivocado y no era una sucesora adecuada. No resistiría, incluso aunque Faedra creyera en mí.

Quizás no debería reinar, era mucho más probable que Lía estuviera mejor preparada después de todo. Los decepcionaría a todos. A Faedra, a mis padres, a todo Umbrarum... a Alhaster. Si es que se preocupaba realmente por mí, ya que ni siquiera de eso me sentía segura.

Sollocé, más fuerte que jamás en mi vida, sabiendo que probablemente me estarían viendo derrumbarme... otra vez.

Pero es que ellos no lo entenderían, ellos no tenían múltiples voces destruyendo cada pedazo de esperanza, cada pizca de amor, distorsionándoles la realidad a su antojo y haciéndoles dudar incluso de sí mismos. Ellos no habían experimentado tantos cambios y en tan poco tiempo.

Ellos no habían experimentado tantos cambios...

Ellos no habían experimentado tantos cambios...

Cambios...

Cambios...

Cambios...

Durante un breve segundo el dolor disminuyó y pude permitirme más que lamentos. Até cabos, pensé en las conversaciones con Haliee y Castiel, pensé en las veces que mis amigos se asustaron de lo que hice, luego de salir de la Corte de las Hadas.

Recordé a Faedra diciéndome que debía vivir con ellas, como si no fuera extraño tener, en tu cabeza, personas... porque lo eran, porque no era idiota, porque eran diferentes, porque tenían tonos, entonaciones, opiniones e historias que distaban mucho entre sí...

Recordé al elfo conjeturando alrededor de lo que había hecho al replicar un comentario de su pasado que solo él podía conocer...


Él y Kelium, por supuesto...

En ese entonces lo consideré, ahora estaba segura... Si no había sido una visión, si solo había sido dicho en mi cabeza y luego mis labios lo pronunciaron, era porque alguien lo había puesto en mí ... y ese alguien solo podría haber sido Kelium.

Kelium... una persona muerta.

Bienvenida, Ilora de Normandia... Eso había dicho Evhannaj.

Yo había matado al Oráculo de la muerte, yo había tomado su lugar. Ella lo dijo y, por supuesto, el que Faedra lo normalizara solo podía confirmar lo que tanto miedo me había dado colocar en palabras: Lo de Oráculo de la muerte era literal, yo tenía una conexión inexplicable con personas muertas, yo podía escucharlas...

Ellas estaban en mí desde que había dado muerte a Evhannaj... Las voces y aquél raro poder en el que podía hacer daño físico a las personas sin siquiera tocarlas.

Lo hice con el oráculo y lo hice con las horribles criaturas de Movens.

Castiel no estaba equivocado... y yo tampoco: Los monstruos estaban en mí... yo era el monstruo.

CDU 4 - La travesía de los Eternos [BORRADOR COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora