-¿Qué pasó? -digo al que está a través del móvil como siempre.
-Perfumero-ese mote solo procede de la boca de Amelia por su chiste malo de la famosa tienda de perfumes que lleva mi nombre.
-Amelia, querida ¿quieres que empiece a cantar tú canción? -digo sabiendo que no la gusta "La Amelia" de Sergio y Estíbaliz- Sube con un payés, baja con un inglés, unos son vino tinto que pocos quedan champán francés. -digo empezando con la segunda estrofa.
-Para ya. -me dice silenciándome. -Esto que te tengo que decir es importante, que sino hoy duermo en la calle y mi hermana pequeña igual. -pongo interés en lo que me dice a continuación.
-Dispara. -digo en tono serio.
-Mis padres se van de viaje por trabajo esta noche, y no me quieren dejar la casa, porque dicen que mi hermana no se puede quedar sola en ningún momento, y encima, he perdido la copia de mis llaves. -dice apurada Amelia. -Al grano, ¿Que si no os importaría a ti y a tus padres, quedarme en vuestra casa mientras mis padres están fuera? -me pregunta con un poco de timidez por el favor.
-¿Cuánto tiempo es? -la pregunto lo primero que se me viene a la cabeza.
-En principio diez días, y se van a Estados Unidos. -me dice-aunque depende del proveedor, se alargará más el viaje o menos. -me informa.
-Vale. -digo entendiéndolo.
-¿Entonces sí? -inquiere mi amiga de cabellera rubia.
-Sí, ¿a qué hora vienes? o ¿necesitais que vaya y os traiga?-intento ser cortés con Amelia y su hermana.
-Pues ya que te ofreces podias venir. -noto que sonrie nerviosamente a través del teléfono.
-Vale. ¿A qué hora? -la pregunto.
-¿Te viene bien sobre las ocho de la tarde?-me dice.
-Allí estaré.-la confirmo.
-Gracias.-me agradece, pero antes de que cuelgue una cuestión se me viene a la cabeza.
-Oye, ¿cómo que me llamas a estas horas? ¿No estás en la Universidad?-la pregunto.
-No, me he quedado para organizar la casa, llevar a mi hermana al colegio porque hoy no podían mis padres y hacer las maletas de las dos. -me explica.-Tú tampoco, por lo que veo.
-Yo también tengo muchas tareas que hacer y que solucionar, así que no, no he ido.-la digo.
-Bueno te dejo, a ver si me cunde, y gracias feo.-me cuelga sin darme tiempo a decirla nada.
Se me cierra la pantalla de la llamada y se me pone en el chat de Lissa, lo doy un repaso y mis ojos se abren como platos al recordar que esta noche habíamos quedado y al final no vamos a poder tener una noche en la intimidad, ya no solo porque está Amelia, que da igual, sino porque está su hermana y no soy tan malo como para destruir su infancia por los sonidos que escuche.
Decido ponerla un mensaje que hoy puede venir a mi casa, pero para una noche familiar y no íntima.
Reviso por última vez la casa de Tatiana de dejarla intacta, cierro la puerta y la verja con la llave y pongo un mensaje a Saúl para que nos encontremos y le de las llaves. Me meto en mi coche y decido llamar a los padres del cabeza alcornoque. Espero entender todas las palabra en español, menos mal, que gracias a la procedencia de Saúl, y a la de mi madre, controlo bastante bien el idioma.
-¿Hola?-me contesta la que supongo que será la madre.
-Hola-digo serio.
-¿Quién es? -pregunta confusa.
-Soy Douglas, amigo de Ben y Candy, ellos son muy amigos de su hijo Marcos. -la explico.
-Ah-dice sin entender-Y ¿qué puedo hacer por ti? -me pregunta.
-Me gustaría saber si sabe donde se encuentra su hijo. -la digo.
-¿Mi hijo? No sé. ¿Por qué? ¿Ha pasado algo? -inquiere preocupada.
-Porque mi amiga Candy, la novia de Ben, ha desaparecido, lleva más de doce horas desaparecida, y una amiga mía, fue la última que la vio saliendo con su hijo fuera de la Universidad. -la explico. Pero solo hay silencio a través de la línea, uno tan profundo que parece como si se hubiese cortado la comunicación. -¿Hola? -digo para que me conteste.
-¿Estás seguro de que la chica ha desaparecido y con mi hijo? -pregunta asustada.
-Sí, ¿por qué? -digo nervioso.
-Denuncia el caso ya-dice quebrándosela la voz-no pierdas tiempo-me dice asustándome.
-¿Por qué? ¿Qué pasa? -digo asustado.
-Porque mi hijo tiene un informe de psicopatía, y no sé que le puede llegar a hacer a tú amiga. -dice llorando.
-¿Qué quiere decir? ¿Que es un psicópata? -pregunto nervioso, con las manos sudorosas y temblando.
-Sí, por eso, no pierda tiempo, puede ser muy peligroso. -dice llorando y cuelga. Me quedo estático en mi sitio sin saber muy bien como reaccionar.
El móvil vibra bajo mi mano indicándome que he recibido un mensaje, y me hace ponerme en marcha rumbo a la comisaria a toda velocidad.-Buenas, ¿qué puedo hacer por ti? -me pregunta.
-Buenos días, vengo a hacer una denuncia por desaparición, han secuestrado a mi amiga-digo al policía yendo al grano y sin dudar en lo que digo para que se pongan a buscarla inmediatamente.
-¿Hace cuánto desapareció? -me pregunta.
-Van a hacer las 24 horas dentro de poco. -le digo.
-¿Estás seguro de que la han secuestrado? ¿O puede que haya sido voluntario?-inquiere.
-La última vez que la vimos fue saliendo de la puerta de la Universidad, a la hora del descanso, con un supuesto amigo de su novio, pero que es un psicópata. -le explico.
-¿Cómo un psicópata? ¿Estás seguro, o es lo que piensas?
-Estoy seguro, he llamado a sus padres para ver si sabían dónde estaban, y su madre me ha confirmado que es un psicópata. Además, no hemos vuelto a ver a ninguno de los dos y tampoco coge el teléfono.-digo reafirmándome en que es un psicópata.
-Voy a proceder a hacer la denuncia, pero me gustaría contactar con las últimas personas que la vieron, con sus padres y con su novio también. -me dice. Yo asiento con la cabeza.
-Todavía no hemos avisado a sus padres, pero en cuánto salga lo haré. -le digo.
-A ver, ¿tienes 3 fotos de ella actualmente?
-¿Valen de sus redes Sociales y la del DNI?-pregunto.
-Mientras que se la vea la cara vale. -me responde. Cojo tres de su Instagram, ya que se la ve bien, y se la paso al policía.
-Muy bien, ¿cómo se llama la desaparecida y tiene apodos?
-Ella se llama Candy Ramírez Álvarez, por normal general todo el mundo la llama por su nombre, pero hay gente que la llama Can, y él, el psicópata la llamaba de otra manera distinta, creo que la llamaba Candela o Candelaria, no me acuerdo muy bien. -digo dudoso.
-¿Entonces crees que sabes quién la ha secuestrado? ¿Y estás prácticamente seguro de que es un secuestro? -me pregunta.
-Sí, se llama Marcos Kortatu, tiene 20 años y no me se su segundo apellido. -le respondo.
-Necesito que me des la descripción física de ambos. -me pide.
-Es Española, vino aquí con su novio para empezar la Universidad y está con una familia de acogida de la familia Camps, su hija, Tatiana Camps, es muy parecida físicamente y la gente se cree que son mellizas. Tiene 18 años, es de media estatura tirando para baja, tiene el cabello de media melena, aproximadamente hasta la altura del pecho, es castaña oscura, tiene flequillo y el pelo liso. En cuanto a complexión, es delgada y de figura estilizada. Su piel no es ni color leche, pero tampoco es bronceado. El color de sus ojos es verde color esmeralda, con pestañas largas y pobladas, labios rosados y no son demasiado carnosos. Y por último, sus rasgos faciales son dulces. -hago recuerdo visual de ella- Ayer fue a la Universidad con accesorios, uno en particular, es un colgante. -describo el colgante despacio mientras el policia lo anota en el ordenador. -lo suele llevar siempre. También llevaba un poco de maquillaje de hace tres días, un piercing "duende" en la oreja, un tatuaje ultravioleta por la espalda y un lunar debajo de la oreja izquierda en forma de media luna. De peinado llevaba una trenza de raíz, un pantalón vaquero gris rasgado, zapatos marrón claro, con la suela blanca y chaqueta vaquera.
-¿Ella sabía que la podían secuestrar? ¿Estaba en tensión por algo? -inquiere. En ese momento me viene un deja-vu de ayer en el autobús por la mañana cuando me enseñó los mensajes de su móvil.
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Utopía Encadenada
Teen FictionCandy ha desaparecido, nadie sabe donde se encuentra, salvo una persona aparentemente buena, un lobo con piel de cordero. Ben moverá cielo y tierra para encontrarla, pero a la hora de la verdad, cuando la Utopía se cumpla, se alejará. Tatiana se apa...