Capítulo 18

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-¡Candy!-me dice Tati desde la planta baja.
-¡Qué!-exclamo desde su habitación.
-¡Ven, mira!-me insiste, así que bajo y voy hacia el sillón donde está mirando ella la tele. Me señala la pantalla donde están dando las noticias. Por lo visto hay tormentas en Luisiana y se preveé que en las próximas horas se convierta en un huracán.-¡Ahí está mi hermano!-dice preocupada. -Voy a hacer un skype ahora mismo, independientemente de la hora que sea.-me dice. Miro el reloj que hay en la sala y veo que son las diez de la noche por lo tanto allí tienen que ser las tres de la tarde.
-Tranquila, es buena hora.-la digo. Además estamos las dos solas en casa, su padre solo está los fines de semana por trabajar como camionero, su madre se ha ido a cenar con sus amigas y Ben ha ido a dar una vuelta con Hugo.

Llevo tres días yendo a la Universidad y todo el mundo cuidándome como si fuera de cristal, por lo que me halaga pero a la vez me molesta que piensen que no puedo hacer nada por mi misma, incluso Douglas está más amable conmigo de lo que lo ha estado nunca, eso sí, todos los días he ido zombie porque me cuesta dormirme y doy vueltas en la cama, porque todavía cuando cierro los ojos, Marcos está ahí, amenazante a que me quede dormida y vuelva a tener otra pesadilla, pero siempre hay alguien que me despierta y me devuelve a la tranquila realidad, siempre ha sido Tatiana, aunque las dos últimas noches he ido a dormir con Ben, aprovechando que ya estamos bien para sentir que no estoy sola.
-Candy-me sacude Tati y me hace volver a la realidad.-¿Quieres ponerte?-me señala a la videollamada.  Lo pienso por un momento a qué se está refieriendo y caigo en la cuenta que va a hablar con su hermano, lo cual querrán tener privacidad pero antes de que diga nada se termina adelantando Tatiana viendo que me quedo muda. Ella señala con su movil a nuestras caras a la espera de que su hermano lo coja.
-¿Tati?-dice respondiendo al Skype.
-Holaa hermano.-dice sonriente.-¿Cómo estás? Hemos visto en las noticias que el mal tiempo por allí está llegando.
-Sí, ahora mismo hay una tormenta tropical, pero nos han dicho que las escuelas y Universidades se suspenden hasta que pase todo, así que estoy disfrutando de mis minivacaciones. Nos han dicho que no salgamos de casa.-nos informa, bueno, mejor dicho a su hermana, porque a mi me ignora completamente.
-Bueno, ¿y qué tal con tu novia?-dice Tatiana.
-¿No te lo dije? Lo dejamos hace unos dos meses por mutuo acuerdo.-dice incómodo rascándose la nuca.
-¿Qué? ¿Ya no tengo cuñada? Pues vaya.-dice Tati con pena fingida al ver que su hermano solo se le ve incómodo y no triste por acabar con la relación.-Bueno, la verdad es que con ella has durado más que con ninguna, así que te felicito hermano.-dice con orgullo.
-Qué capu...-iba a soltar una palabrota pero Tati le interrumpe.
-Nada de palabrotas o me chivo a mamá.-sonrie amenazando a su hermano.
-Por cierto ¿y mamá?-inquiere Cooper.
-Se ha ido de cena con unas amigas.-dice su hermana encogiéndose de hombros.
-Dila que estoy bien, que no se preocupe, que si pasa algo o lo que sea os mantendré informados.-le pide a su hermana a lo que ella asiente.
-Cambiando de tema, ¿cuando vas a volver?-dice con ganas de verle. Su hermano sonrie lentamente.
-Era una sorpresa... pero no me lo puedo aguantar....-dice sonriente. -Ya han salido las listas provisionales y me han dado en MontPellier para el año que viene, así que en teoria después de verano me teneis allí ya.-Tati abre los ojos sin poder creerlo pero luego grita como histérica al saber que su hermano mayor va a estar ya con ella.-Y hay más.-dice Cooper.-me han dado para profesor en tu Universidad.-ahí me confirma de que sí, está pasando de mi.
-De nuestra.-dice emocionada Tati incluyéndome a mi en la conversación.-¿Me vas a dar a mi clases?-inquiere Tati.
-¿Qué estabas haciendo? ¿Fisioterapia?-inquiere levantando una ceja a su hermana.
-No, estoy haciendo psicología.-responde su hermana.
-Pues entonces no, voy a dar cuatro asignaturas, una en cada curso, porque el profesor que daba esas materias se jubila.-abro los ojos porque creo que a quien le va a tocar de profe es a mi.-En el primer año y segundo de carrera voy a dar fundamentos generales en fisioterapia y en el tercero y el cuarto seré el encargado de las prácticas tuteladas.
Genial, estoy hablando con mi futuro profesor y sin abrir la boca parece que no le caigo en gracia.
-Oye Candy, ¿tú no tenias esas asignaturas?- asiento incómoda por la mirada expectante de su hermano.-¡Ay qué bien! Ya tienes una buena alumna asegurada.-dice Tati. Sonrio incómoda y Cooper opta por quedarse callado.

Miro el móvil para ver si tengo un mensaje antes de apagarlo y sí, mi madre por un lado y mi padre por otro. Ambos preguntándome que qué tal estoy como todos los dias, a lo que yo siempre respondo con un bien y un emoticono.
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Narra Clara

Llego a la Universidad y alguien desde atrás me llama por los pasillos.
-¡Clara!-me doy la vuelta y se trata de Marius el chico nuevo que vino hace un par de semanas a mi clase.
-¡Uy!¿Te sabes mi nombre?-digo impulsivamente, cosa rara en mi.
-¿Y por qué no le iba a saber?-inquiere extrañado.
-Solamente hemos hablado una vez. -Es la verdad, el día que vino nuevo le acompañé a la clase ya que teniamos la misma y pronto le echaron el ojo varias chicas de mi clase y hacia como si ni siquiera existiese.
-Suficiente para que sepa que te llamas Clara y no "Pepa la del pueblo"- dice haciendo comillas con los dedos.
-Bueno, ¿Qué querias?-inquiero impaciente.
-¿Quieres hacer con nosotros el trabajo que nos han mandado?-me pregunta.
-Lo siento, estoy con mi amiga, no la voy a dejar sola.-le digo refiriéndome a mi compañera de clase.
-¿Quién es tu amiga?
-Zahara-le respondo, a lo que el pone un ceño de confusión.- La chica musulmana que lleva el pañuelo de ojos claritos.-Él cae en la cuenta.
-Íbamos a decirselo a otra chica pero mejor que venga contigo tu amiga y ya está.- No estaba segura de aceptar, pero por experiencia de lo que llevamos de curso con lo poco espabiladas que somos siempre estan todos los grupos hechos y solo quedamos mi amiga y yo por meternos en uno, así que siempre nos toca separarnos e ir a los huecos que sobran.
-Vale.-acepto después de reflexionar.-¿Quiénes sois?
-Con vosotras dos ya somos ocho y estamos tres amigos mios y dos chicas que son las novias de dos de ellos. -me informa.
-Vale, solo pido que os lo tomeis enserio, necesito permanecer con la beca o adios carrera.-le pido.
-Tranquila.-me sonrie con ternura como si le diera lástima, cosa que odio.-Además yo también necesito aprobar o sino mis padres me decapitan.
-¿Por?-digo alzando la ceja por lo exagerado que es.
-Digamos que estoy a la vista de muchas personas que me siguen el rastro con lupa académicamente.-Ahora si que mi cara debe ser una confusión total. -Es una larga historia, ya te la contaré otro día.
-¿Ya habeis quedado?-digo cambiando de tema.
-Voy a hacer un grupo por el móvil, pero lo más seguro es que sea mañana por la tarde en casa de algún amigo mio.-me dice.
-Pero no me voy a presentar sola llamando al timbre de su casa.-digo pensando en la vergüenza que pasaria.
-Pero quedarás con tu amiga para ir juntas ¿no?-inquiere.
-Pues supongo.-digo encogiéndome de brazos.
-Si quieres quedamos y vamos juntos.-se presta voluntario.
-Con mi amiga también te refieres ¿no?-digo para que lo confirme.
-Sí ¿no?-dice confuso.
-Sí.-le confirmo.-Ya me avisareis por el grupo.-digo despidiéndome.
-Ah por cierto, dime tu número de teléfono que no te tengo.-se lo doy y nos despedimos.

Utopía EncadenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora