Capítulo 21

12 0 0
                                    

Entramos en el crucero y me da la sensacion de ser una hormiga. Los guardias de seguridad nos van marcando a todos hacia donde tenemos que ir, hasta que llegamos a una sala enorme, con un escenario al fondo.
Cuando ya todo el mundo ha entrado en la sala, los gritoz empiezan a llenar el espacio cuando Enrique entra y sube.

-Silencio por favor-dice uno de los guardiaa que se pone en el micrófono.-Si queremos disfrutar todos, tenemos que hacer caso a la organización y mantenernos en silencio cuando el momento lo requiere.-dice mientras la gente manda callar hasta que la sala se silencia.
-Buenos días-se pone a hablar Enrique-bueno, creo que no hace falta presentación porque ya me conoceis. Como sabeis, esta es la primera vez que organizo un encuentro con los fans y tan a lo grande. Espero que los 3000 euros que os habeis gastado en vuestra estancia valgan la pena, porque esto conaiste en disfrutar.-todo el mundo vitorea por sus últimas palabras-Hay 300 personas a bordo más el personal, de las cuales el 95% sois mujeres, pero a los varones os doy también la bienvenida y os agradezco este encuentro en el que todos tenemos grandes expectativas. Si esto sale bien quizás haya más, así que dejo de enrollarme. Solo deciros que en cada pared de esta hay 4 copias donde podreis ver la habitación que os han asignado y para salir más ordenadamente os hemos asignado en grupos para mantener el orden en todo momento. Los que os hayan asignado el primer piso vais a ir con el guardia Ismael por esa puerta-dice indicándola con el dedo-junto con el segundo piso donde le podreis consultar vuestras dudas al guardia Adrián. Por otro lado en el tercer piso estareis a cargo del guardia Alejandro, junto con el cuarto piso que ireis con el guardia Carlos, por esa puerta. Por último, los del quinto piso estareis con el guardia Sergio que saldreis por la puerta de atrás junto con el sexto piso a cargo del guardia Pablo. ¡Eso es todo!- toda la sala se llena de aplausos y silbidos.

Tati y yo vamos hacia uno de los carteles para ver dónde está nuestra habitación.
-Espero que me hicieran caso cuando llamé, porque dije bien clarito que estabas saliendo de una situación complicada y que no queriamos demasiada multitud por lo menos a la hora de asiganrnos habitación. Nos ponemos a ver donde nos ha tocado y nos dice la planta 0, Tati y yo noa miramos sin saber a donde ir, porque no nos han indicado nada de la planta 0, así que optamos por esperar a que la gente se organice y luego ya preguntar tranquilamente.

Nosotras y otras personas más, aparentemente con discapacidad nos quedamos en la sala sin saber qué hacer. Nos acercamos a un guardia para preguntarle, pero él se adelanta.
-Vosotros debeis ser los de la planta 0-nos dice a los presentes, tenemos que ser unas 12 personas o así.-Acompañarme a mi.-le seguimos.
-Las habitaciones asignadas están en este pasillo, acomodadas a las necesidades se cada uno. -dice a los descapacitados, donde la mayoria van con sillas de ruedas.-Y las señoritas...-se para para ver la lista-Tatiana Camps y Candy Ramirez acompáñenme.- Nos lleva hasta el pasillo contrario donde no se oye a nadie.-Teneis que poneros estas pulseras durante vuestra estancia, esta zona está restringida, por lo que si no llevan estas pulseras salta una alarma que va directamente a las cámaras de vigilancia donde están varios guardias. Se las puso aquí por una excepción muy muy especial, cualquier persona que no lleve la pulsera o cometa cualquier tipo de sanción, se le cambiará de habitación y en este caso, solo quedan las del tumulto, así que no nos den motivos donde salgais perjudicadas. -dice con mucha seriedas.
-Vale, muchas gracias.-digo tragando saliva en seco.
Metemos la tarjeta por la rendija para abrir la habitación y es muy grande, con mucho lujo. Cerramos la puerta y nos tiramos en la cama, hoy hasta las nueve de la noche tenemos el tiempo libre para organizar las cosas, ducharnos y relajarnos.
Damos una vuelta por la habitación, consta de un dormitorio super ancho, con unas cristaleras enormes donde puedes ver el mar deade la cama, una puerta que te lleva a un ropero que parece de cuento, un baño que pueden caber veinte personas tranquilamente y luego hay una terraza bastante ancha donde hay las típicas mesas con dos sillas y su cerillero, y la mejor parte, el jacuzzi.
-Tati-la llamo desde la terraza-ven.- Se asoma por la puerta corrediza que da a la habitación.
-¿Qué pasa?-inquiere asomando la cabeza.
-Debemos de tener vecinos, porque suena la habitación de al lado.-la digo.
-Será alguien del personal, porque nosotras hemos sido las únicas que hemos tenido una habitación de la parte privada.-dice mirando la pared que tapa un balcón con la habitación de al lado. Me asomo por una raja que hay para cotillear y veo a un hombre hablando con el teléfono paseando de un lado a otro de la habitación, pero lo veo borroso, ya que se ve muy poco y apenas distingo las figuras, solo las formas.
-Mira.-la digo a Tati para que se asome. La susodicha se acerca a donde estoy con una toalla enrollada ya que se iba a duchar.
-Parece uno de los guardias ¿no?-inquiere confusa.
-Genial, nos ha tocado de vecino a uno que nos puede echar la bronca a la mínima.-me quejo a lo que Tati se encoge de hombros.-Por cierto, ¿qué tal entiendes el español? Recuerda que siempre puedo hacer de traductora y sino, el inglés suele hablarle la mayoria de la gente, sino como último recurso con mímica, a la vieja osanza.
-Tranquila, me las apaño, además tener clases intensivas dadas por ti durante un mes, creo que ha ayudado bastante.-dice mirándome acusadamente.
Tenia tantas ganas de que Tati aprendiese mi idioma, que la acabé hartando de tanto insistirla en español.
-Cuando empieces a soñar en español, como me pasa a mi con el francés, hablamos- digo sacandola la lengua.

-Como antes hemos dicho, a las 9 será la cena, pero llevaros ropa cómoda, porque después se jugará a la búsqueda del tesoro por grupos, el grupo ganador se quedará a conocer a Enrique después de la Velada.-dicen por los altavoces que hay en cada habitación y en los espacios públicos.

Llaman a la habitacion y Tatiana me mira, se levanta de la cama mientras bajo con el mando el volumen de la tele y abre la puerta.

Utopía EncadenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora