Capítulo 14

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-Espera, voy a ver quién es.-dice Tatiana. Yo asiento y me quedo pensando en lo que ha dicho Tatiana. ¿Lo habrá dicho de verdad?

A los 5 min veo que Tati vuelve a subir sin nadie.
-¿Quién era?-la pregunto.
-Nadie importante.-dice. Yo arqueo las cejas por su respuesta.-Era Saúl.-dice al ver mi mirada inquisitiva.
-Ay, con todo lo que me ha estado pasando no me he parado en pensar en los de mi alrededor. -me llevo las manos a la cabeza.-Es verdad, ¿qué tal con Saúl? ¿Estais juntos, separados, semijuntos...?-arqueo de nuevo la ceja.

-Nose ni como estoy con él, lo dejó con la chica esa con la que estaba y estuvo bastante pendiente de mi mientras qje estabas desaparecida, pero no hemos vuelto a retomar nada, casi que prefiero pasar página sinceramente, además he conocido un poco más a un chico que conociamos de vista.-mis ojos se sorprenden por el giro de acontecimientos en los dos últimos meses.
-¿Y quién es el afortunado?-pregunto.
-Un policía, el rubio que vino a mi casa por el tema de las pistolas ¿te acuerdas?-yo asiento con la cabeza pero la bombilla se me enciende y mi sonrisa se cae.
-¿Ese no era hermano de Lissa?-digo extrañada en que a una la odie y el otro le guste.
-Ese es el inconveniente.-dice suspirando pesadamente.
-De hecho mañana he quedado con él.-me informa.
-Pero, ¿cómo os empezasteis a conocer?-inquiero.
-El primer viernes de este mes en la Hermandad, que tu no podias salir practicamente de la cama, en ese él estaba y empecé a hablar con él y bueno, pues desde ahí empezamos a quedar.-me dice.
-Por cierto, siento haberte estropeado el día de tu cumple el otro día.-dice.
-No te preocupes, no me lo estropeastes, estabas bien si estabas en mi habitación y mientras que estuvieses tú agusto yo tambien.-me dice recordándome el día ese.
-Y cambiando de tema, ya que me voy recuperando y me voy dando cuenta de las cosas, ¿sabes qué le pasa a Ben? Porque me evita todo el rato, y ahora mismo nose en que estado civil estoy, si con él, soltera, viuda o con mi almuada.-digo preocupada.
-No lo se, ha ido decayendo mucho y ahora parece que es él quien necesita un psicólogo, porque apenas habla con nadie, desde luego que es la actitud que más me ha sorprendido de todas, no entiendo que le está pasando, pero luego le pregunto y solo me contesta con monosílabos y sin ninguna expresión en la cara.
-Me gustaria hablar con él, pero me parece que esto va a ser más difícil que pintarme las uñas con la mano izquierda, y mira que siendo diestra eso es difícil.-la aseguro.

(2 semanas después)
Hacía 2 días que habia terminado mi tratamiento con la psicóloga, ya que hace una semana era capaz de ir a cualquier parte de la casa y esta semana he sido capaz de salir de casa, eso sí, necesito ir acompañada de alguien, porque cuando me quedo sola me da la sensación de estar desprotegida y empiezo a hiperventilar, aunque sea por un minuto, así que dentro de un mes tengo cita con ella para que vea como voy.

-Candy, te tengo que contar una cosa.-me dice apenada mientras que nos ponemos el pijama en nuestra habitación.
-¿Sobre qué?-inquiero.
-Pues que...-me dice y la incito a que siga.-que...-alzo una ceja-¡nos vamos de crucero con Enrique Acebal!-me dice sonriendo y emocionada. En este momento mi cara es un meme andante.
-¿Que qué?-digo sin salir de mi asombro.
-Que a finales de Junio nos vamos de crucero.-dice poniendo su mejor sonrisa.
-Pero ¿y cómo? ¿cuando lo has hecho? ¿como has...-Tati me interrumpe.
-El mismo día que salió, te lo pregunté y me dijiste que sí, pagué nuestro viaje, para que no nos quitasen las entradas, porque al día siguiente ya se agotaron.-me dice.- Además que más del 59% recaudado va para investigaciones sobre las enfermedades infantiles raras.
-Creo que es el mejor día de mi vida hasta el momento.-digo super emocionada y nerviosa de solo pemsar en que conoceré a mi cantante favorito.
-Ahora, advertí que a ser posible, la habitación que nos diesen, que fuese un poco alejada del resto, por la situación en la que te encuentras y la ansiedad que te crea el tumulto de gente, así que espero que lo respeten.-me dice-porque ellos me preguntaron que si tenias alguna discapacidad o algo, porque para todos ellos tienen habitaciones especiales de fácil acceso y les dije que no, pero les comenté lo que te había ocurrido, para que tengan un poco de sensibilidad y el chico que parecia bastante majo, me dijo que lo apuntó, he copiado el nombre con el que he estado hablando por si acaso ocurre algún problema o lo que sea, así que asunto solucionado.-dice sonriente. Yo me tiro a abrazarla como si fuese un oso de peluche.
-Gracias, gracias y gracias.-la estrujo.

Me voy a lavar los dientes al baño de fuera, mientras que Tati ocupa el otro y veo que Ben está ahí cepillándose.
-Hola-le digo sin saber muy bien como actuar ante él. Ben ni si quiera abre la boca, solo me mira a través del espejo del baño y levanta la cabeza para saludarme.-Vengo a lavarme los dientes ¿te importa que esté aquí?-él niega con la cabeza sin decir palabra.
En ese momento se me ocurre una posibilidad por la que está reaccionando así y un pinchazo en la tripa me advierte que como sea verdad eso, no me va a gustar.
-Oye Ben, ¿te puedo hacer una pregunta?-inquiero, y él asiente otra vez sin hablarme-te noto muy raro, nose que te pasa conmigo y he estado dando vueltas a lo que te ha podido pasar y no tengo ni idea, pero se me acaba de encender la bombilla, ¿Estás saliendo con otra chica?-en ese momento se asoma Tatiana por la puerta y Ben y ella se miran cómplices, como si supiesen algo que yo no se.

Utopía EncadenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora