Alana se deja ver a través de la puerta, viene hacia a mi y me estrecha como si fuera mi madre, ella empieza a sollozar y yo me pongo tan blandita como ella, y acabamos las dos hechas unas magdalenas.
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(Después de 15 días)
Noto el silencio tenso que se está haciendo habitual desde que salí del hospital hace 10 días. Desde que me dieron el alta y me enfrenté a la realidad he ido decayendo poco a poco, hasta tal punto de volverme autista normalmente, soy incapaz de salir de la habitación porque es como quitarme de mi burbuja y entro en una ansiedad, capaz de hacerme perder el conocimiento, hace 3 días me sacaron a la fuerza y me desmayé. Me siento desprotegida si no salgo de la habitación, el miedo se ha adueñado de cada centímetro de mi piel, hasta tal punto de que han tenido que llevarme un orinal a la habitación para poder hacer mis necesidades. Me paso todo el rato sentada en la cama mirando un punto fijo, pierdo la noción del tiempo quedándome estancada en las tres semanas que pasé con Marcos, saber que sigue merodeando por cualquier parte me da menos seguridad y me deja bloqueada carcomiendome la cabeza. Tatiana y su madre han intentado hablarme, y los primeros días consiguieron que las respondiese, pero poco a poco las únicas acciones que emito es comer, hacer mis cosas en el orinal y tumbarme en la cama. Ben, si ha venido a verme algún día no me he dado cuenta ni de su presencia, y el padre de Tatiana como solo está en casa los fines de semana tampoco le he visto. Un día vinieron todas las chicas, pero entré en ansiedad al sentir a tanta gente alrededor mio que empecé a hiperventilar, y desde ahí, la señora Camps prohibió visitas para verme porque a este paso en cualquier momento me da un síncope. Mis padres cuando me dieron el alta se fueron porque les insistí en que no se preocupasen, desde entonces me llaman para ver como estoy, pero Tatiana me coge el móvil al ver que no reacciono y se lo da a Ben para informar como voy, pero han aconsejado a mis padres que no vuelvan, ya que a la minima presencia alredor mia me afecta.
Creo que estos días he desarrollado más el sentido del oido al no hablar, por eso he sido capaz de informarme de tantas cosas. Soy consciente del trastorno que estoy haciendo en esta casa por mi comportamiento, porque prefiero estar sola en la habitación, pero en todo momento necesito estar con alguien en la casa por el miedo a que aparezca él y vuelva a pasar ese infierno.Llaman a la puerta y oigo unos pasos que suben la escalera y se aproxima a la habitación. La persona da unos toquecitos en la puerta y se pone en frente mia pero como me he habituado a mirar a un punto fijo, lo único que veo son los zapatos, unos que no he visto. Acto seguido otra persona viene a la habitación.
-Candy, ella es la psicóloga del hospital, que me ha hecho el favor de venir aquí.-me dice la señora Camps.
Hago un esfuerzo por levantar la vista y mirar a la psicóloga. Ella se acerca a mi y me toca el hombro, un acto reflejo hace que me quite bruscamente su mano de encima.
Ella se echa para atrás y con tranquilidad coge la silla del pupitre y se pone en frente mia.
-Candy, solo prentendo ayudarte, voy a hacer una técnica contigo hoy para empezar.-como ve que yo no hablo sigue explicándome.-Vamos a empezar hoy con la hipnosis, ya que no hablas, ni dejas que te toquen ni te mueves, así que lo único que te voy a pedir es que te tumbes.
El miedo se apodera otra vez de mi. En mi conciencia se ha creado una imagen como si fuese Marcos la psicóloga porque tiene una máscara. Consigo dominar mi respiración, y a los 10 minutos consigue que me tumbe, pero mientras veo por la rendija de la puerta que me mira Ben con cara de tristeza, como le veo desde que aparecí. Se le resbala una lágrima por la mejilla y corto el contacto visual al apoyar la cabeza en la almohada y mirar al techo.
Hago lo que me dice la doctora.Cuando acaba la sesión, me siento igual que al principio, quizá un poco más activa, pero poco más.
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(5 días después)
Noto que llega la psicóloga como todos los días desde que empezó. Ayer me dijo que si seguia así hoy empezábamos con una técnica nueva, porque los días que ha venido hemos estado con la hipnosis. Ya no estoy pensando todos los minutos en Marcos aunque todavía sigo en las mismas condiciones, salvo que ya no me quedo mirando a un punto fijo, que estoy sentada con una postura más relajada, no tengo encogida las piernas ni los brazos cruzados, y puedo mover mi cuerpo con más ligereza, siempre y cuando siga sentada en la cama. En lo que más he evolucionado es que desde esta mañana he conseguido ir al baño en vez de hacer todo en el orinal.-Bueno Candy, ¿estás preparada para cambiar de técnica?-yo asiento con la cabeza.-Bueno pues el nuevo ejercicio consiste en la técnica EMDR con esto vas a reintegrar los sucesos traumáticos, de modo que éstos no te sigan causándo dolor ni sufrimiento cuando los recuerdes.
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(6 días después)
Estoy estudiando los apuntes que me han mandado mis compañeros a través del móvil. Ya he sido capaz de ser yo la que conteste a mis padres por móvil y ponerme a hablar 5 minutos con ellos al menos. Pero sigo haciendo vida por la habitación de Tatiana y el baño, y de ahí no salgo, sigo sin poder abrir las ventanas por el asma que me provoca estar en contacto con el exterior.
El timbre suena, y la voz de la psicóloga se adentra en mis oidos. Cada vez que llama al timbre suelto un suspiro al sentir que es mi modo de curación y que gracias a ella estoy mejorando y a volver a ser la que era.
-Hombre, ¡qué adelanto!-dice la psicóloga.-del primer día que te apartaste de mi a hoy que eres capaz de venir a saludarme al marco de la puerta de la habitación de Tatiana.
-Sí, y ya hablo en vez de asentir.-digo sonriente.
-Ya me lo demostraste ayer.-sonrie por mi avance.
-Muchas gracias por todo, enserio.-la doy un abrazo.
-Hoy voy a pasar a la tercera técnica, y última.-me dice.-Se llama la técnica de la Liberación Emocional. Es similar a la acupuntura, salvo que en lugar de agujas utilizaremos el Tapping, que son suaves golpecitos en los puntos de acupuntura y lograremos el equilibrio energético y liberar esa emoción que te bloquea.-me explica.
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(3 días después)
-Candy.-me dice Tati. Yo miro hacia la puerta.-Si hubiese una fiesta en un crucero con Enrique Acebal, en las circustancias emocionales en las que te encuentras ¿irías?-me pregunta.
Me pongo nerviosa de solo pensar en poder conocer a Enrique Acebal en persona. Sin pensarlo asiento repetitidamente con la cabeza de la euforia que se apodera por mi cuerpo.
El timbre suena e interrumpe a Tati de seguir contándome.
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Utopía Encadenada
Roman pour AdolescentsCandy ha desaparecido, nadie sabe donde se encuentra, salvo una persona aparentemente buena, un lobo con piel de cordero. Ben moverá cielo y tierra para encontrarla, pero a la hora de la verdad, cuando la Utopía se cumpla, se alejará. Tatiana se apa...