15 Deseos

Capítulo 4: 15 Deseos

José Pablo y yo sólo nos mirabamos confundidos ya que no lograbamos entender de lo que hablaba la anciana.

-No entiendo ¿De que conexión especial está hablando?-pregunte confundida.

-Es que acabó de ver entre usted y su novio el hilo rojo.

-¿Cuál hilo rojo?-preguntó Pablo confundido.

-¿Nunca han escuchado del anciano que vive en la luna y se encarga de unir a las personas que están destinadas a estar juntas?

-Pero nosotros no somos novios-dije en un tono de voz incómodo.

-Pero aún así no pueden evitar su destino-respondió la anciana con convicción.

-Mire muchas gracias por salvarme pero creo que es mejor que nos vayamos muchas gracias por todo ¿Que puedo hacer por usted en agradecimiento por su ayuda? O no se cuánto dinero necesite-dije mientras de mi bolsillo sacaba unos cuántos billetes.

-En realidad yo no la salve,fue el joven quien la salvo y se encargó de traerla hasta aquí y cómo lo vi muy preocupado por usted me imaginé que eran pareja por eso decidí ayudarlos al sentir la vibra tan bonita que tienen ustedes dos ya que pareciera que se complementan perfectamente,es por eso que quiero perdirles algo a los dos,yo no quiero dinero pero si me gustaría que hicieran algo por mi y cómo les dije esto tal vez cambie su destino.

-¿Qué necesita?-pregunte mientras la miraba fijamente.

-Yo toda mi vida he vivido en está parte de la isla y cómo pueden ver no estoy solá si no que vivo en una pequeña comunidad dónde siempre hemos cumplido las costumbres de nuestros antepasados así que lo que quiero perdirle a la señorita es que cumpla 15 deseos que serán pedidos por el joven.

-¿15 Deseos?-preguntó Pablo frunciendo el ceño.

-Así es,aquí en está pequeña localidad nuestros antepasados estaban acostumbrados a cumplirle 15 deseos a una persona en agradecimiento por algún acontecimiento ocurrido que haya benefiado a la otra persona,en esté caso el joven la salvo así que usted en agradecimiento cumplirá 15 deseos. Los deseos no tienen fecha de vencimiento así que pueden ser cobrados hoy o en 20 años y eso es lo único que pido,quiero que se cumplan los 15 deseos.

Yo sólo miraba dudosa de aceptar la petición de la anciana ya que no me llevaba muy bien con Pablo pero me lo había pedido con gran insistencia que no pude nergarme.

-Está bien-dije suspirando.

La anciana sonrió enormemente al escuchar mi respuesta,me levanté de la cama dónde estaba y aún me sentía un poco mareada por el golpe.

-Bueno ahora si tenemos que irnos gracias por todo-respondió Pablo sonriendo.

-Que les vaya muy bien y recuerden las personas que están destinadas a estar juntas siempre se encuentran sin importar el camino que tomen y también recuerden que una persona no elige de quien se enamora.

Sólo sonreimos y salimos de la casa de la anciana y comenzamos a caminar de regreso al hotel,ni Pablo ni yo decíamos palabra alguna por lo que un silencio incómodo inundó el lugar,aunque no me llevara bien con Pablo tenía que darle las gracias por lo que había hecho por mi.

-Oye muchas gracias por haberme ayudado de verdad lo valoro mucho-dije nerviosa.

-No tienes nada que agradecer Laura-respondió Pablo metiendo las manos a sus bolsillos.

-¿Cómo sabías que estaba aquí?

-En la mañana cuándo te saludé vi que estabas muy alterada así que te seguí para ver el por que y vi que entraste aquí así que compré un boleto y todo el tiempo estuve tras de ti hasta que vi el momento exacto de tu accidente,de inmediato baje de la bicicleta a ayudarte y justo en ese momento iba pasando la anciana al parecer venía del monte con una canasta llena de hiervas, ella se ofreció a ayudarnos y por eso te llevé hasta su casa y ahí ella comenzó a curar la erida que te hiciste por el golpe.

-Pues muchas gracias nuevamente por haberme ayudado aunque te caiga mal-dije agachando la cabeza.

-¿Qué piensas acerca de lo que dijo la anciana? Me refiero a lo de que estamos conectados y que nos une algo muy fuerte-dijo Pablo deteniendose a mitad del camino.

-Es una tontería adem....

-¿Por que piensas que es una tontería?-preguntó Pablo tomandome de los hombros.

-Somos turistas y tal vez la anciana sólo lo dijo para sacarnos dinero.

-Eres la mujer menos romántica que conozco pobre de Octavio tener que lidiar contigo-respondió Pablo riendo.

-Ay por dios al parecer no podemos entablar una conversación sería por que de inmediato empiezas a atacar-dije rodando los ojos.

-No ya en serio,sea cuál sea la razón por la que la anciana dijo todo eso me debes 15 deseos y espero que cumplas tu palabra y cumplas también todos los deseos que tengo que pedirte.

-Será una tortura pero créeme que los cumpliré.

Pablo sonrió y seguimos caminando hasta llegar al hotel,al llegar Octavio y Romina estaban a fuera del hotel tomándose una margarita.

-Hola-dijo Pablo amablemente.

-No sabía que estaban juntos-respondió Octavio mirándonos.

-¡Ah! Es que nos encontramos en el camino-dije sonriendo.

-Bueno no se ustedes pero yo muero de hambre ¿Por que no vamos a comer los cuatro?-preguntó Romina emocionada.

-Pues no es mala idea-dijo Octavio.

Fuimos a comer a un lugar que quedaba cerca del hotel y mientras comiamos platicabamos,puse mi cabello atrás de mi oreja dejando añ descubierto un poco de la gasa que tenía puesta.

-Oye Laura ¿Qué tienes ahí?-preguntó Octavio frunciendo el ceño.

-Un pequeño accidente pero estoy bien no paso nada malo.

-¿Segura estas bien mi amor? Necesitas algo o quieres que te llevé con un médico,no quiero que te pase nada malo-respondió Octavio preocupado.

-Si estoy bien-respondí con voz cálida.

-Octavio eres tan lindo con Laura me enamoran ustedes dos,Pablo también me consiente muchísimo-dijo Romina sonriendo.

-Es lo mínimo que puedo hacer tu sabes que te amo mucho y me haces muy feliz-respondió Pablo y comenzó a besarla durante unos segundos.

-Laura yo también te amo muchísimo y siempre lo digo soy muy afortunado de tenerte en mi vida,eres una excelente mujer y se que también serás una excelente esposa-respondió Octavio y comenzó a besarme lentamente.

-¡Haber ya paren de besarse!-exclamó Pablo-Venimos a comer no a estarnos besando-respondió seriamente y siguió comiendo.