Capítulo 35: Caricias

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-Entonces creo que lo mejor será que arranque-dijo Pablo.

Pablo sonrió y me dió un pequeño beso después de eso siguió conduciendo hasta que 5 minutos después llegamos a su departamento,entramos y empezamos a besarnos lentamente Pablo con su mano izquierda acercó mi cuerpo al suyo y mientras me besaba acariciaba mi espalda sobre la ropa.

-Hoy quiero amarte tanto cómo si te fueras a acabar,me encantas tanto que quiero disfrutar cada segundo a tu lado-susurró Pablo en mi oído.

Al oír sus palabras cada poro de mi piel comenzó a erizarse así que apresuradamente lo besé nuestras lenguas empezaban a juguetear un poco y después de unos segundos caminamos hasta la habitación de Pablo.

Estando ahí continuamos basándonos y mi respiración se hizo pesada y abrumada después de unos segundos Pablo empezó a desnudarme y sin dejar de besarnos caminamos hasta la cama y ahí Pablo se sentó y yo me senté sobre el,lentamente Pablo besó mi cuello y junto con este mis hombros mientras me besaba con sus manos acariciaba mi espalda baja,poco a poco fue subiendo sus manos con gran suavidad y cuándo llegaron a mi sosten Pablo lo desabrocho y fue recorriendo sus labios hasta llegar a mis pechos estando ahí los besó y jugueteo durante un rato después de dejar mis pechos resbaladizos y relucientes me acosté en la cama y Pablo se movió hacia abajo, pasando sus labios por mi vientre y por un instante besó un poco mi ombligo. Levanté la cabeza un poco y lo miré ansiosa de lo que venía. Tal vez lo hice como un acto de bondad, para darle más tiempo para prepararse,sólo quería estar entré sus brazos y poder disfrutar del momento,con una pequeña señal le indiqué a Pablo que se acercará a mi,el así lo hizo y cuándo estaba justo en frente de mi comencé a desvestirlo comencé con la camisa y mientras se la quitaba lo miré con morbo,realmente me encantaba esto después nos besamos nuevamente por unos minutos enseguida Pablo se levantó y se quitó el pantalón quedando en ropa interior después volvió a la cama y comenzó a besarme por todas partes no hubo ni un poro de mi piel que no haya sido recorrido por sus besos los dos nos perdimos entre besos y carisias después de juguetar un poco Pablo se puso de rodillas sobre la cama y se puso un preservativo que tenía en el pantalon que se había quitado y después se acercó a mi nuevamente. Con sus manos me separo las piernas y comenzamos a intimar y los movimientos que hacía Pablo eran rítmicos lo que hacía que me sintiera en el paraíso,mis labios ansiaban tanto los suyos que al besarnos sentía que cada poro de mi piel se erizaba. Una suma de sensaciones cambiantes arrasaban con mi cuerpo sus movimientos eran fuertes y repetitivos,sentía cómo todo mi cuerpo se movía a su ritmo y podía sentir mis piernas rígidas y mis entrañas temblando,mis gemidos comenzaron a salir sin estar yo consiente lo estaba disfrutando tanto que los gemidos salían por si sólos realmente no podía controlarme, él también comenzó a jadear cerca de mi oído y sentía cómo su respiración aumentaba cada vez más cada segundo que pasaba nuestra respiración se salía de control al igual que nuestros latidos del corazón. Las palabras no describen la sensación que estaba experimentando, tanto física como mentalmente. Lo logré Llegué a la cima del mundo o bueno al menos éso era lo que yo sentía por fin podía decir que me sentía plena y satisfecha ahora estando con Pablo estaba teniendo más sexo en una semana que el que tuve alguna vez con Octavio en tres años mientras las miles de sensaciones cambiantes arrazaban con mi cuerpo yo sólo tenía una pregunta en la mente ¿Dónde había estado todo esté tiempo? Realmente me había perdido de tantas cosas al estar con Octavio y sin temor a decir algo equivocado ahora más que nunca estaba segura que había sido la mejor decisión el haber escogido a Pablo sobre todas las cosas.

Cuándo terminamos Pablo se acostó a un lado de mi y los dos tratamos de normalizar nuestra respiración,me abrazo y me dió un pequeño beso en los labios,nuestros cuerpos estaban sudados y los dos estabamos realmente agotados.

-Oye eso que dicen sobre que las mujeres día con día se ponen más bellas es cierto y lo estoy comprobando contigo-dijo Pablo sonriendo.

-Esó lo dices por que apenas vamos iniciando pero en el transcurso de los años me pondré vieja y entonces no dirás lo mismo-dije riendo.

-Claro que no ¿Por que dices eso? Déjame decirte que si con el tiempo envejeces yo seguiría absolutamente loco por ti-dijo Pablo sonriendo.

Yo también sonreí y le di un beso en la boca.

-Eres un mentiroso-respondí sonriendo.

-Es en serio Laura te lo juro,tal vez hasta estaría más loco de lo que estoy ahora y ¿Sabes algo? Me preocupa estar tan enamorado a veces hasta no quiero ir a la oficina por que se perfectamente que es probable que no te vea en todo el día y eso me entristece bastante hasta he pensado en dejar de trabajar-respondió Pablo con voz suave.

-No me digas y entonces ¿De que vas a vivir?-pregunte sonriendo.

-Podría vivir de verte todos los días,por ti soy capaz de eso y más-aseguró Pablo.

-Tu no te imaginas lo que yo sería capaz de hacer por estar siempre contigo Pablo-dije y lo besé.

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