Capítulo 7: Extasiados

695 36 31
                                    

A lado de la cabaña que rentaban había otra cabaña así que Pablo supuso que era el dueño de las cabañas,fuimos y tocamos en la otra cabaña y efectivamente el señor era quién rentaba la cabaña y después de unos minutos llegamos a un acuerdo y el señor no dejo entrar a la cabaña.

-Espero que descansen y aquí en la cabaña hay un pequeño bar y pueden tomar lo que quieran pero claro que tendrá un costo extra de igual manera en el buró que está en la sala hay preservativos por si necesitan-respondió el dueño de la cabaña.

Asentimos con la cabeza y el señor salió de la cabaña dejandonos sólos.

-Entonces mañana a primera hora nos iremos de regreso al hotel pero ¿Ahora que hacemos? Tal vez podría abrir una botella de whisky y después nos vamos a dormir-dijo Pablo sonriendo.

-No,no yo no quiero muchas gracias.

-Haber Laura sólo será una copa no pasa nada además necesitas relajarte.

-No Pablo tú bien sabes que lo que pasó ayer fue por que me relaje bastante y esto no puede repetirse-dije en tono serio.

-Está bien no tomaremos mejor vamos ha dormir para poder estar activos mañana a primera hora-respondió Pablo con voz cálida.

Pablo se fue a su habitación y yo a la mía,me recoste en la cama y empezó a llover bastante fuerte y se veía cómo el cielo se llenaba de relámpagos y éso me ponía bastante nerviosa ya que desde pequeña le temía a la lluvia cuándo estaba así de fuerte para tranquilizarme un poco comencé a caminar de un lado a otro y cuándo por fin estaba un poco más tranquila se fue la luz provocando que los nervios volvieran a mi,tome una vela que estaba en el buró y la encendí enseguida salí de mi habitación y caminé hasta la de Pablo ya estando ahí entré lentamente.

-Laura me sacaste un gran susto ¿Qué haces aquí?-preguntó Pablo sentándose en la cama.

-Yo ni loca me voy a dormir solá-respondí mientras me metía a la cama de Pablo.

-¿Qué?-preguntó Pablo confundido.

-¿Qué no escuchaste? Voy a dormir contigo hazte a un lado.

Pablo me miró confundido y en ése momento se escuchó un enorme trueno y yo rápidamente me cubrí con la cobija.

-¿Por que quieres dormir aquí?-preguntó Pablo.

-Tengo mucho miedo esta lloviendo muy fuerte y se fue la luz-respondí mirándolo.

-Tranquila Laura puedes dormir aquí-dijo Pablo sonriendo.

Pablo se acostó a un lado de mi y se tapó con la cobija.

-¿Te da miedo la lluvia?-preguntó Pablo.

-Bastante.

-¿Quieres que te abracé hasta que te quedes dormida?-preguntó Pablo con voz suave.

-Si-musite con voz cálida.

Pablo lentamente me tomó con su brazos y me acercó a el yo acosté mi cabeza sobre uno de sus brazos y el terminó de abrazarme,así sin decir nada nos quedamos dormidos.

En la madrugada me desperté y vi que Pablo me estaba mirando sonriendo y así sin decir nada se acercó a mi y con la yema de sus dedos comenzó a acariciar mi mejilla y unos segundos después sin decir nada me besó lentamente yo le seguí el beso y empecé a sentir un frío que recorria mi cuerpo de arriba a abajo sus besos eran bastante buenos y logragan hacerme sentir un mar de emociones después de un rato nos separamos y yo me senté en la cama.

-¿Qué pasa?-preguntó Pablo.

-Esto no puede seguir creo que me iré a mi habitación.

-¿Por que no puede seguir Laura? Se que no te desagrada el besarme.

-Mira Pablo es que....-no terminé de decir nada cuándo Pablo me interrumpió.

-Quiero hacerte el amor-susurró Pablo en mi oído.

Nos miramos a los ojos unos cuántos segundos y me lancé hacía Pablo y comencé a besarlo,me acoste en la cama y el se acostó sobre mi sin dejar de basarnos con sus manos comenzó a acariciar mis piernas.

-¿Segura que quieres hacerlo?-susurro Pablo en mi oído.

Yo asentí con la cabeza y le quite la camisa el también hizo conmigo lo mismo y apresuradamente me bajo el short dejándome en ropa interior,Pablo me beso la boca aceleradamente y escuchaba cómo nuestra respiración aumentaba con cada beso que nos dábamos de ahí bajo por mi cuello y siguió con mis pechos,me desabrocho el sostén y empezó a acariciarlos y darme pequeños besos en el nacimiento de mis senos después de jugar con ellos por un momento bajo por mi vientre y mientras lo besaba con sus manos seguía acariciandome,enseguida bajo lentamente mi ropa interior dejándome completamente desnuda,con pequeños besos inundó mis piernas y culminó en mi entrepierna,cada vez eran más deliciosos y más intensos los movimientos que hacía Pablo con la lengua y todo mi cuerpo principalmente la parte que Pablo tocaba se iba poniendo rígido,sentí nuevamente el frío que invadía mi cuerpo y era algo que estaba disfrutando mucho. Poco a poco comencé a entrar en una especie de paraíso,la sensación se fue intensificando y comencé a notar que ya no veía ni escuchaba bien,todo parecía haberse puesto de colores y cómo no aguantaba tanto empecé a gemir de placer,después Pablo se paró de la cama y se quitó los pantalones rápidamente y fue por uno de los preservativos que nos había mencionado el dueño de la cabaña. Al regresar se quitó los boxers y se puso el preservativo enseguida se puso sobre mi y me besó dulcemente podía sentir cómo el corazón se me quería salir del pecho por la adrenalina que sentía en ese momento y realmente me excitaba bastante,sentí cómo iba entrando y no pude evitar gemir de placer era una sensación increíble y nunca me había sentido de esa manera al parecer Pablo había encontrado mis puntos débiles,seguimos intimando y con cada movimiento me volvía loca y no paraba de gemir al sentir la presión y mis piernas hormigueaban y me hacían descubrir nuevas sensaciones,yo no paraba de gemir y escuchaba los jadeos de Pablo en mi oído al parecer el estaba disfrutando tanto cómo yo,sus movimientos eran rítmicos y cada vez aumentaban su valocidad,después de unos minutos mis piernas se debilitaron y sentía cómo temblaban Pablo y yo nos besamos nuevamente y terminamos con un buen orgasmo,había sido realmente maravilloso ya que los dos habíamos entrado a una especie de eclipse de placer y habíamos experimentado miles de sensaciones,nos separamos y quedamos rendidos acostados en la cama con nuestros cuerpos sudados y extasiados por el gran placer que habíamos recibido,mientras intentabamos recuperar nuestra respiración y hacer que volviera a la normalidad nos miramos y sonreimos enormemente al saber de lo que habían sido testigo las paredes de la habitación,estaba tan cansada que sólo cerré los ojos y me dormí.

15 Deseos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora