15 Deseos

Capítulo 15: Sorpresas

-¿Que quieres Octavio?-pregunte mirandolo.

-Quiero hablar contigo,tranquila que no es para reclamarte o algo así.

-¿Entonces?

-Quiero terminar bien contigo,necesito saber que fue lo que hizo que nuestra relación se deteriorara-dijo Octavio mientras entraba a mi departamento.

-Tu falta de interés Octavio que no se te olvide que soy una persona y las personas se cansan del desinterés,se cansan de dar todo y que no baste,me cansé de hacer planes y tener que dejarlos,me cansé de ser olvidada e ignorada,simplemente me canse de ser la última opción para ti-dije mostrando la gran decepción que sentía.

-Pero tu te aislaste y comenzaste a alejarte de mi-respondió Octavio.

-Lo hice para no molestarte.

-Perdóname Laura,creo que me di cuenta demasiado tarde y no te preocupes que no te insistire a que estés conmigo,si tu felicidad está a lado de otra persona yo lo entiendo y de todo corazón te deseo que seas feliz, ¿Sabes algo? Fue bueno conocerte y coincidir contigo en esta vida, gracias por hacerme tan feliz mientras duró. Gracias también por ser sincera conmigo y alejarte cuando sabías que ya no podías darme nada más. Hubiera querido que lo nuestro durara para siempre pero si esto es lo mejor, no me queda más que aceptarlo,creo que el separarme de ti ha sido una de las cosas más duras que tenido que afrontar, pero era un abstaculo que debía recorrer, porque no estábamos predestinados para ser una pareja. Te quise, de eso no tengas dudas, pero no podíamos forzar una relación sin sentido. Igual quiero decirte que fuiste muy importante para mí y que sabes que siempre puedes contar con mi apoyo-dijo Octavio sonriendo.

-¿Lo dices en serio?-pregunte.

-Por supuesto tu sabes perfectamente que no soy una persona que se aferre a algo,tu me traisionaste pero lo hice yo primero así que no tengo nada que reclamarte,no te miento cuando te digo que me duele separarme de ti y que me gustaría retroceder el tiempo y arreglar lo que estropeó nuestra relación. Pero ahora es muy tarde, solo me queda resignarme a tu adiós. Gracias por amarme y por darme siempre lo mejor de ti ¿Entonces amigos?

-Muchas gracias Octavio y si claro que podemos ser amigos-dije y le di un abrazo.

Salió de mi departamento y yo me quedé un momento sentada en el sofá,sabía que Octavio era un hombre maduro y nunca guardaba resentimientos contra las personas pero nunca hubiera imaginado que reaccionaría de esa manera; en medio de mis pensamientos no me di cuenta que Pablo había llegado.

-Laura...-respondió Pablo mientras me sacudia.

Lo miré unos instantes y el sonrió.

-Qué ocurre hermosa ¿Estás bien?-preguntó Pablo.

-Si,estaba pensando en algunas cosas.

-Deben ser importantes cómo para distraerte de esta manera,pero bueno ese no es el punto. Es un poco tarde así que sólo pude conseguir pizza ¿Está bien?-preguntó Pablo sonriendo.

-Me encanta la pizza-respondí con voz cálida.

-Perfecto entonces no hagamos esperar a esa deliciosa pizza-respondió Pablo y me beso.

Me levanté del sofá y caminé hasta el comedor,nos sentamos y comenzamos a cenar,mientras cenabamos platicamos acerca de la fundación dónde trabajaba,después de un rato Pablo se fue a su departamento y yo me fui a mi habitación a descansar ya que había sido un día bastante largo y lleno de emociones,me desmaquille y me puse la pijama enseguida me metí a la cama y estaba tan casada que caí rendida y me dormí.

Al día siguiente desperté a las 9:30am era sábado y no tenía nada que hacer así que fui a la fundación dónde trabajaba ya que hoy recibíamos las donaciones de las empresas. Me bañe,me maquille,me arregle el cabello y me vestí,cómo era un día casual sólo me puse unos jeans negros ajustados y una blusa blanca de tirantes cruzados,tomé mi bolsa y salí hacía la fundación que quedaba a 20 minutos de mi departamento.

Al llegar entré y me dirigía hacía los salones dónde nos asegurabamos de guardar cobijas,juguetes entre otras cosas.

-Pense que no vendrías-dijo una de mis amigas del trabajo mientras la saludaba.

-Aquí me tienes Mariana-dije sonriendo.

-Se acaba de ir tu novio-dijo Mariana.

-¿Octavio?-pregunte confundida.

-Pues quien más boba,vino cómo todos los meses a dar su donativo y le pregunté que si vendrías y me dijo que no tenía idea.

-¡Ah! Genial-dije nerviosa.

-Bueno será mejor que nos pongamos a acomodar todo esto por que si no lo hacemos ahora terminaremos demasiado tarde-respondió Mariana sonriendo.

Comenzamos a acomodar todas las cosas que habíamos recibido cuándo llegó una de las niñas de la fundación.

-Laura,mira lo que tengo-dijo la pequeña niña.

-¿Qué pasó mi corazón?-pregunte dándome la vuelta.

-Me dijeron que te diera esto-respondió entregandome un ramo de rosas.

Tomé el ramo y empecé a buscar alguna nota pero no traía ninguna así que miré nuevamente a la pequeña niña.

-¿Quién te pidió que me entregaras esto?-pregunte sonriendo.

-No te lo puedo decir.

-¿Por que no?

-Lo prometí,yo sólo soy una mensajera-dijo riendo.

-Dime quién te lo pidió y te doy una golosina.

-Fui yo...

Al mirar de quién se trataba era Pablo con una gran sonrisa,me levanté y sonreí enormemente.

-Espero que te gusten.

-Están hermosas Pablo,muchas gracias ¿Cómo sabías que trabajo aquí? Me da gusto verte-dije sonriendo.

-Da la casualidad que yo soy el donante más importante de está fundación-dijo con una gran sonrisa.

-¿Qué? No te creo.

-Hablo muy en serio,no entiendo cómo no nos habíamos visto antes si vengo todos los meses.

-Esto es increíble,todo este tiempo te tuve tan cerca y no me di cuenta-dije con gran asombro.

-Vine a dejar el cheque y por la ventana te vi tan hermosa así que salí a buscar una flores para ti y cuándo iba entrando me encontré a está pequeña niña que me hizo el favor de hacer todo esto.

Sonreí y abracé a Pablo fuertemente.

-Ahora necesito que vengas conmigo-dijo Pablo y me tomó de la mano.

-¿Qué? ¿A dónde?

-Es una sorpresa Laura.

-Dime de que se trata.

-Si te lo dijera entonces dejaría de ser una sorpresa.