Capítulo 44: ¿Reconciliación?

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Pasaron tres horas y Pablo seguía conduciendo sin llegar a un lugar específico,ya había oscurecido un poco y yo comenzaba a cansarme por el largo viaje después sin darme cuenta me quedé dormida y me despertó la dulce voz de Pablo susurrando en mi oído.

-Despierta bonita.

Al despertar vi que todo era completamente extraño, todo a nuestro al rededor era bosque y parecía que estabamos bastante lejos de la cuidad, Pablo estaciono el coche y yo miré todo a mi alrededor.

-Pablo ¿Dónde estamos?-pregunte mientras miraba todo a mi alrededor.

Antes de que Pablo pudiera decir algo vi cómo un hombre se acercaba hasta nosotros, cuándo llegó al coche abrió la puerta y me ayudo a salir.

-Sea bienvenida señorita-dijo el hombre sonriendo.

-Buenas noches Javier-dijo Pablo sonriendo.

-Bienvenido señor en algún momento pense que ya se habían olvidado de esta cabaña, tenía tantos años que nadie se paraba aquí. Estoy tan feliz de poder verlo de nuevo.

-¿Qué pasa Pablo? ¿Que hacemos aquí?-pregunte mientras miraba todo a mi alrededor.

-Ahora lo sabrás,él es Javier y me conoce desde que yo era un niño, el junto con su familia es el encargado de cuidar esta cabaña desde hace muchos años, a mi padre siempre le a gustado mucho esta cabaña por eso cuándo era pequeño nos traía cada fin de semana y Javier siempre nos cuidaba a mi y a mis hermanos mientras jugabamos-dijo Pablo sonriendo.-Mira Javier ella es Laura mi novia y el amor de mi vida-añadio Pablo mientras me abrazaba.

-Mucho gusto señorita, pero ahora me retiro que pasen buena noche y si necesitan algo no duden en llamarme-dijo Javier haciendo una reverencia y se fue.

Pablo miraba la cabaña sin decir nada simplemente sonreía cómo si recordara todo lo bueno que había vivido ahí yo también miraba todo y el ver tan feliz a Pablo provocaba una sonrisa en mi.

-Ven hay que entrar a la cabaña-dijo Pablo tomandome de la mano.

Comenzamos a caminar hasta la puerta, subimos unas cuantas escaleras y cuando llegamos Pablo abrió la puerta,encendió las luces y entramos. Todo el interior de la cabaña era bastante acogedor se podía respirar tranquilidad,empezamos a mirar detalle por detalle todos los espacios de la cabaña,Pablo miraba con gran atención cualquier cosa que se le atravesaba y mientras lo hacía no paraba de sonreír.

-Ven quiero mostrarte algo biña-respondió Pablo y me tomó de la mano.

Caminamos hasta la parte trasera de la cabaña y al salir me llevé una gran sorpresa, había una pequeña mesa con un par de velas encendidas, sobre la mesa había dos platos con comida y una botella de vino. Todo resultaba perfecto ya que la vista tan hermosa encajaba con todo,había un gran jardín con flores de todos colores además había un río que cruzaba por los al rededores, todo me pareció tan sorprendente que me acerqué un poco a contemplar todo.

-Todo es tan hermoso que parece que no es real-respondí mirando a mis al rededores.

-Todo aquí es real mi amor-dijo Pablo dulcemente y me abrazó por atrás.

-¿Por que me trajiste aquí?-pregunte sonriendo.

-¿Aún no lo has entendido mi amor? Nunca me apartare de ti, siempre estaremos juntos-contestó Pablo casi susurrando en mi oído.

-Así será Pablo estoy muy feliz de poder estar contigo mi amor,creo que nunca me hubiera perdonado si te hubiera perdido.

-Ya no pienses en esas cosas mi amor,pero ahora supongo que estás muerta de hambre cómo yo así que no puedes negarte a la deliciosa cena que nos espera.

-Aún no logro entender cómo lograste todo esto-respondí señalando la mesa.

-De hecho fue bastante fácil, cuándo te quedaste dormida en el coche llamé a Javier y le pedí que preparara todo esto-contestó Pablo.

Nos sentamos en la mesa y comenzamos a cenar, mientras cenabamos hable con Pablo y le expliqué el mal entendido que había provocado la carta,el sabía cómo era mi madre así que estaba seguro de que yo no había mandado dicha carta. Al terminar de cenar fuimos a dar un pequeño recorrido por el bosque, fueron aproximadamente unos 20 minutos y después volvimos a la cabaña, mientras volvíamos Pablo me empezó a contar las grandes aventuras quehabía vivido ahí en ese maravilloso lugar,al volver completamente entramos a la cabaña y Pablo encendió la chimenea era una noche bastante fría así que el tener algo caliente nos servía bastante,mientras Pablo seguía contándome sus aventuras bebiamos lo que restaba de la botella de vino,pasaron las horas y nos fuimos a recostar a la cama,estuvimos unos cuántos minutos mirandonos sin decir nada y de repente Pablo se lanzó hacía mi y comenzó a besarme. Al separarnos nos miramos con gran deseo y no contuvimos nuestras ganas. Comencé a besarlo lentamente al principio, pero cuando las cosas empezaron a calentarse ya no pude contenerme. Deslicé la mano debajo de su camiseta,y comencé a acariciar su pecho. Pablo me ayudó a quietarle la camiseta y después comenzó a quitarme la ropa y la tiró en el piso. De un tirón me quito el sosten y enseguida me acarició los senos con las puntas de los dedos, tocandome suavemente,me quito la ropa interior y la arrojo al suelo. Él apresurado se quitó el pantalón y los boxers. Despues nos refugiamos dentro de las sábanas.

-Nunca me cansaré de decirte qué eres hermosa mi amor.-dijo Pablo acariciando mis hombros.

Sonreí y le di un pequeño beso en los labios,después el comenzo a acariciar y besar lentamente mi cuerpo desnudo, aparentemente sin prisa; no hubo parte de mi cuerpo qué no fuera recorrido por sus dulces labios. Empezó a besar y a dar pequeñas mordidas a mis piernas,sentí miles de sensaciones y comencé a gemir,sentía cómo mis piernas se estremecian al sentir las miles de sensaciones. Nunca antes lo habíamos hecho sin protección pero esta vez Pablo no venía preparado y nuestras ganas pudieron más que cualquier otra cosa, se puso encima de mi y comenzamos a besarnos,me devoro con pasión hasta qué alcanzamos el clímax con un prolongado grito de extasís. Salí de debajo de las sábanas con el rostro iluminado por una sonrisa, me tendí a su lado y él me acurruco.

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