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—¿Ellie? ¡Ellie, despierta! —Holly me sacude de los hombros, lo que me saca de mi lindo sueño: Yo en un campo de tulipanes —muy seguramente en Holanda—, con unos niños adorables: Uno de cabello color avellana y ojos aceitunados y una niña con ojos color miel y cabello castaño corriendo tras de mí.

De pronto me siento extraña. ¿Qué hace mi subconsciente soñando con niños?

—Holly... —me quejo con la voz ronca y abro los ojos. Ella parece estar en el mismo estado deplorable que yo—. ¿Qué es tan urgente que no puede esperar tres horas mas?

—Qué graciosa eres, cariño. Son las 12 de mediodía. Ya has dormido bastante, además —hace una pausa y me tiene mi celular—. Tu aparato ha estado vibrando. Ya sabes lo curiosa que soy y creo que es Chris el que te llama. —me mira con una ceja enarcada.

Tomo el celular con el ceño fruncido, fingiendo absoluta indiferencia. Me tengo que demostrar a mi misma que Chris no es dueño de mis pensamientos.

Mentirosa. —me dice mi subconsciente.

Deslizo mi dedo por la pantalla para desbloquearla y se abre directamente al registro de llamadas perdidas.

—¿Diez? —miro a Holly perpleja—. ¿Llamó diez veces? ¿por qué no me despertaste antes?

—Sabía que te pondrías en plan de "déjame dormir una eternidad más", así que te dejé todo lo que pude. De nada.

—¡Oh! —exclamo cuando el celular comienza a vibrar de nuevo en mi mano. Chris.

—Diablos, diablos, diablos. Contesta Ellie, ¡no te quedes piedra! —exclama Holly. Con dedos temblorosos deslizo el dedo por la pantalla y respondo.

—¿Hola?

—Ellie, gracias a Dios, ¿estás bien? —parece preocupado. Ja, pues que le den.

—Estoy perfectamente. Estaba profundamente dormida, de hecho. ¿Necesita algo? —Holly me dedica una mirada asesina y moviendo los labios me pide que sea amable.

—Cuídate, por favor. —suena tenso. Tal vez su llamada tenga algo que ver con la que recibí anoche.

—¿Sucede algo?

—No —responde, cortándome—. Hasta luego. —y cuelga.

—¿Qué te dijo? —pregunta mi amiga con el cabello enmarañado.

—Arréglate un poco, Holly. No quiero que asustes a tía Anne o a Joseph. —me burlo. Se levanta y se dirige al espejo, seguido de ello lanza un gritito de horror.

—Maldita sea —masculla, toma el cepillo y peina su cabello—. ¿Qué te dijo? —exige saber. Suspiro profundamente.

—Me preguntó si estaba bien, luego me dijo que me cuidara. —casi puedo escuchar trabajar al cerebro de Holly—. Anoche recibí una llamada sospechosa —añado.

—¿De qué índole?

—No sé quién era, pero me dijeron que me alejara de Chris o lo lamentaría. No tuve miedo, créeme, pero si me desconcertó un poco.

—¿Una ex amante o ex novia?

—Lo ignoro. La voz sonaba algo distorsionada. De cualquier forma, no pienso volver a ver a Chris, así que, quién llamó, puede estar tranquilo.

—No lo tomes tan a la ligera, Ellie... Tal vez alguien quiera utilizarte para hacerle daño a Chris.

—¡Estás loca! Sólo he salido en público una vez con él. ¿Cómo crees que alguien sabría que estuvo interesado en mí, o viceversa?

Te Pertenezco (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora