Te Pertenezco (Borrador)

12

Han pasado dos semanas desde la gala y lo ocurrido con Chris. Me parece un poco tonto clasificar mi tiempo como "Han pasado catorce días desde que vi a Chris", ó "Han pasado catorce días desde el casi beso entre Chris y yo".

Necesitaba respuestas que no estaba dispuesta a responderme a mí misma. Creo que últimamente me he vuelto experta en mentirme.

Chris despierta en mí un sentimiento de posesión y deseo que nunca creí que llegaría a sentir. ¿Cuánto tiempo podría tener a Chris para mí antes de que alguien se lo lleve?

Suspiro profundamente al recordar sus palabras...

"Lo peor que pudiera pasar es que te enamores de mí."

¿Es que acaso me cree idiota? Sé separar perfectamente lo físico de lo emocional pero, sinceramente, no quiero verme envuelta en una relación en la que sólo se involucre el acto físico como lo es el sexo.

No, creo que estoy lista para tener un romance.

Mi celular timbrando interrumpe mis pensamientos. Me inclino hacia la mesilla y desconecto el cable del cargador del aparato. Frunzo el ceño al ver el nombre de Holly. Qué raro, ya es media noche.

—¿Holly? ¿Qué sucede?

—Scott —dice entre sollozos. Mi sentido de alerta se activa.

—¿Qué pasa con él? —le digo con la voz entrecortada. Me siento de golpe.

—Ellie... Ven por favor. Tienes que venir. —comienza a llorar. En ése momento me entra el pánico. Salgo de la cama de golpe y le saco la información del lugar como puedo.

Tomé la primera blusa que encuentro y unos pantalones. Me cambio rápido y tras estar lista para salir, tomo mi bolso y el celular.

Abro la puerta y salgo en silencio por el pasillo hacia las escaleras, esperando que nadie se percate de mi ausencia. Tomo las llaves del tazón y salgo al garaje donde me espera el coche. Desactivo la alarma y, tras abrir el portón, salgo a toda velocidad del garaje y cierro el portón con el control inalámbrico.

•••

Un pitido constante nos asegura que Scott sigue con nosotros. Su rostro está sereno y su cabello castaño se ve como una maraña de rizos alborotados. Al verlo así se me parte el corazón.

Cuando llegué al hospital que Holly me describió, pregunté inmediatamente por Scott; la enfermera me dijo que habían tenido que sedar a la chica que lo acompañaba, puesto que había tenido un desmayo por los nervios.

A partir de ese momento comencé a mordisquearme las uñas. Holly siempre se ha caracterizado por su personalidad efusiva, pero cuando se encuentra en un momento de presión, tiende a entrar en pánico.

Mientras la enfermera me guiaba hasta donde se encontraba Scott, me informó que había sido apuñalado dos veces en el abdomen. Al parecer, las heridas no habían sido tan profundas, pero fueron lo suficientemente efectivas como para que Scott cayera inconsciente con una pérdida importante de sangre.

¿Cómo diablos había sucedido?

Holly yacía dormida en una habitación alejada de la de Scott. Su rostro se veía cansado y un poco hinchado.

Aprovecho y llamo a los padres de Holly para comunicarles que ella había entrado en pánico; ellos me informan que los padres de Scott ya han sido avisados. Suspiro, intranquila por la situación.

Me viene a la mente todas esas veces en las que Scott nos defendió a Holly y a mí de los niños abusivos. Ahora me encuentro llorando largo y tendido sobre el brazo de una Holly inconsciente.