Gustarle a su amigo explicaba muchas cosas pero implicaba muchas otras. Primero, podría no ser así, podría no gustarle realmente (y rezaba para que eso no pasara). Segundo, en caso de gustarle, él no sabía que ella estaba enterada, lo que nos lleva a lo tercero; ¿cómo debería comportarse en ese caso? Varios chicos ya se le habían declarado pero esto era complicado: se trataba de su mejor amigo.
—¿Qué se supone que debo hacer? —le preguntó a Ízan a la hora del recreo.
—Actuar normal, supongo —ambos estaban caminando por el patio, siendo observados por un Lorenzo muy enfadado que se había rehusado a acompañarlos.
—¿Cómo? ¡Te mira como si te fuera a matar!
—¿Y? Es tu amigo, no el mío... —Andra bufó y maldijo mentalmente al universo. ¿Por qué le tenía que pasar eso? —Olvídalo por un segundo, ¿quieres? —Ízan se detuvo y se paró frente a ella —te compraré un helado para que te sientas mejor, ¿puede ser? Nos saltearemos la siguiente clase si quieres, entonces vuelves más tranquila —la chica no pudo evitar sonreír y aceptar.
La heladería no quedaba muy lejos de allí, en realidad tardaron muy poco en pedir y tomar sus respectivos helados en silencio; ambos sumidos en sus pensamientos.
Ízan estaba algo desconcertado; por mensaje siempre tenían tema, siempre surgía uno, sin embargo en persona... ¿por qué tenía que ser tan tímido? Era cierto que estaba intentando no serlo pero simplemente no podía. Se sentía cómodo con Andra pero en cuanto la timidez y la inseguridad tomaran cuenta, cualquier intento de parecer relativamente normal se iba al infierno (o un poco más abajo).
—¿Sabes qué? —preguntó la chica con brusquedad, sobresaltándolo un poco —¡Voy a hablar con él! —añadió terminando su helado (de menta). Miró a su compañía y sonrió, un poco cohibida y avergonzada —¿debería hacerlo?
—Deberías hacerlo —le animó el coreano observando una gota de helado que, inexplicablemente, estaba en la mejilla de la chica. Con cuidado y torpeza acercó su mano a ella y la limpió; su mejilla no tardó en pintarse de color rojo —tenías helado —explicó él al percibir la incomodidad en el ambiente.
Andra, por su parte, consideró esparcir el resto del helado por toda su cara.
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N/A:
¡Feliz navidad atrasada! :3 ¿Cómo pasaron? ¿Les dieron lo que querían? ¡A mí sí! YEY <3
¡Muchísimas gracias por leer! ¡Estamos llegando a las 500 lecturas!
xx
Iri
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Un coreano para llevar
Teen FictionAndra había pasado ya por todas las obsesiones que una chica promedio podría haber tenido: grupos musicales con canciones vacías pero pegadizas, cantantes guapos, cubiertos de tatuajes y con agudos complejos de rebeldía e incluso aquellos libros sob...