Un coreano para llevar

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Ízan no podía definir lo que estaba sintiendo en aquel momento. Ver a Andra en un abrazo realmente profundo con Lorenzo le hizo sentir un sabor agrio en la boca. No podía entenderlo del todo y se negaba a creer que fueran celos. Tal vez fuera por la incomodidad que una escena tan intensa le estuviera causando, o el hecho de que Gaby, la chica que había estado hablando con el otro chico, no parara de parlotear; el punto es que no se sentía muy bien. 

En cuanto ambos se separaron suspiró aliviado se acercó con cautela, dejando a la rubia frustrada detrás de él. 

  —¿Es seguro? —preguntó en tono de broma. Andra lo miró y rió. Incluso Lorenzo le sonrió bajo la poblada barba y asintió con la cabeza —les iba a decir que consiguieran un cuarto, ¿saben?—añadió, haciéndoles reír de nuevo -si Lorenzo no tuviera la barba tan grande, probablemente todos habrían notado sus mejillas sonrojadas. Eran momentos como aquel en el que agradecía su genética de hombres-casi-lobo. 

La tensión y tristeza que había rondado a los tres chicos durante las semanas anteriores se disipó (casi) por completo, lo que aligeró notoriamente el ambiente y mejoró el ánimo de todos. 

Sin embargo, Lorenzo no podía dejar de lado la aversión que tenía hacia Ízan, no podía concebir verlo con Andra y sabía que eso estaba mal, pero no podía controlar la rabia que se apoderaba de él en cuanto los veía juntos; Ízan por su parte no podía entender los sentimientos que le inundaban cuando de Andra se trataba; se sentía tan perdido como un ciego en medio de un tiroteo y aquello no le gustaba nada; y, finalmente, Andra se sentía completamente aérea, intentando averiguar qué sería de ella en los días que se aproximaban: pruebas importantes se acercaban, su período estaba básicamente en la puerta de su casa y además, ciertos sentimientos estaban comenzando a asustarla. Por suerte ya tendría cosas mejores en las que invertir todo su tiempo, concentración y esfuerzo. Su corazón confundido podría esperar; tanto melodrama le hacía sentirse una de aquellas chicas de los romances que solía leer y se odiaba por ello. Demasiado. 

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N/A: 

¡Buenas! Capítulo corto porque... sí c:

Perdonen la hora, chicos, no estaba tan inspirada xd ¿Qué piensan de lo que está pasando aquí? ¡Sigan votando! ¡Estamos llegando a las 700 lecturas y, con suerte, a los 300 votos! 

xx

Iri