El fin de semana fue recibido de brazos abiertos por Andra; la intensidad que había vivido los días anteriores la estaba aterrando. ¡Y ella que pensaba que el último año no iba a pasarle nada! ¡Ja!
El sábado la chica se dedicó a sufrir y revolcarse por su cama, entre series, helado y lágrimas debido a los cólicos que le estrujaban el útero, se la pasó todo el día en pijamas, sin siquiera mirar su móvil. Quería alejarse de todo.
Sus padres se habían estado asegurando que estuviera bien y sus hermanos habían entrado a preguntarle si quería comer más de una vez pero nada había hecho que dejara su pequeña burbuja.
El domingo estuvo haciendo trabajos que se le habían acumulado y estudiando para su primera prueba.
A eso de las dos de la mañana, luego de terminar de estudiar lo que creyó oportuno, recordó que tenía celular (y vida social) por lo que se dedicó a revisar sus notificaciones y mensajes pendientes.
Tenía tres mensajes de Lorenzo, sesenta y ocho mensajes del grupo de la familia (ugh) y, para su grata sorpresa, seis de Ízan. Su corazón saltó violentamente en su pecho, sobresaltándola.
"Buen día, pequeñita. ¿Cómo estás? ¿Andrés (el que viene una vez por mes) ya llegó?" decía un mensaje suyo del sábado en la mañana. La chica se rió y siguió leyendo.
"¿Estás viva? Espero que sí, sino te echaría mucho de menos... Háblame cuando puedas" enviado el sábado de tarde; Andra seguía sonriendo como tonta.
"Estoy empezando a preocuparme, ¿debería?"
"Andraaaaaaaaaa"
"Buen día, galletita (?" ¿Galletita? ¿Qué mosco le había picado? (un mosco muy tierno, pensó Andra).
El siguiente mensaje había sido enviado hacían algunas horas, a eso de las diez de la noche.
"Está bien, acepto que me ignores de forma inminente. Que duermas bien, te quiero"
Al leer las últimas dos palabras, Andra volvió a sentir que su corazón daba un vuelco en su lugar. Le respondió rápidamente antes de leer los mensajes de Lorenzo.
"Hola, guapo. Perdona, estuve ocupada, mañana nos vemos, ¿sí? (y Andrés sí llegó :c)"
Los mensajes de Lorenzo le otorgaron otro par de sonrisas, pero ninguna tan amplia como las que adornaron su rostro tras leer los mensajes del coreano. ¿Qué efecto tenía aquel chico sobre ella?
Decidió volver a su ventana de chat y enviar un mensaje corto.
"Te quiero" decidió ahorrarse el "mucho" que quería escapar de sus dedos y envió el mensaje.
Aquella noche Andra se durmió imaginando a Ízan a su lado, acariciándole el pelo y besándole la nariz con cuidado, repasando sus pecas con la punta de sus dedos y abrazándola para que el sueño se apoderara de ella con más velocidad. Se sorprendió (muy poco) al notar que dicha idea le gustaba (más de lo que debería), y que tal vez Ízan también le gustaba (más de lo que debería; en realidad, mucho más).
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N/A:
¡Hola! No me maten c: Ayer olvidé actualizar xd Estuve muy ocupada; por lo que decidí actualizar ahora. El siguiente capítulo estará disponible a la noche. ¡Espero que les agrade!
En multimedia les dejo una de las canciones que me gusta escuchar cuando sufro de dolor de ovario xddd
xx
Iri
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Un coreano para llevar
Teen FictionAndra había pasado ya por todas las obsesiones que una chica promedio podría haber tenido: grupos musicales con canciones vacías pero pegadizas, cantantes guapos, cubiertos de tatuajes y con agudos complejos de rebeldía e incluso aquellos libros sob...