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"¿Estas bien con esto? ¿Es demasiado para ti?" el rizado preguntó sentado al borde de la cama, esperando impaciente la respuesta del castaño.
"Yo... bueno... Sí, estoy bien" ladeo un pequeña sonrisa.
"¿Seguro?" ¿Cómo decirle que no? Si lo miraba de esa forma y le preguntaba si estaba cómodo, no podía decirle que no, si en la mañana aceptó, solo que ahora, bueno quizás aún no se hacía a la idea de Harry y él en una misma cama.
"Si, seguro" el rizado soltó un soplido, quería tenerlo en su cama, este ya era un gran paso.
Con nerviosismo claro se acomodó en el espacio que el rizado hizo para él, tomó los edredones y se cubrió el cuerpo, su respiración era algo errática, pero no tenía por qué serlo, Harry no había hecho nada y él realmente se estaba comportando de una manera tierna.
Harry no dijo nada, le costaba trabajo el estar así de cerca del castaño y no empezar a acariciar su cuerpo, ese cuerpo con el que tanto fantaseaba.
"¿Te puedo abrazar?" abrió los ojos como platos, esperaba cualquier cosa menos esa petición.
"Por supuesto que quiero" el rizado atrajo al castaño a su pecho pasando una mano por su cintura y la otra por el cuello, notaba el temblor en el cuerpo de Louis, aún estaba asustado.
"No temas, no voy a hacer nada que no quieras, te lo dije"
"Bien"
"Bien" el rizado lo abrazó protectoramente toda la noche.
Y así fue la primera noche en la que Harry y Louis amanecieron juntos.
(...)
"Buenos días" el rizado dijo mientras veía como el castaño empezaba a removerse en la cama, las cortinas estaban recogidas, dejando entrar la luz por los enormes ventanales.
"Buenos días" saludó el otro sentándose en la cama mientras con sus manos se fregaba los ojos antes de abrirlos.
"¿Dormiste cómodo?" Las mejillas del otro se tornaron rojizas como de costumbre durante las últimas cuatro mañanas.
"Si, gracias" mantenía la mirada gacha, siempre lo hacía, aún le daba vergüenza mirarlo al despertar.
"Mírame" pidió, pero el otro negó inmediatamente con la cabeza "Por favor Lou" rogó, no podía hacerlo si lo miraba iba a morir de vergüenza, él no podía mantener la mirada a alguien sin que sus mejillas se tornaran rojas.
No, no iba a hacerlo o eso creyó hasta que sintió como una mano tomaba su mentón hasta que su mirada fue subiendo poco a poco hasta encontrarse con una verde.
Al toparse con aquellos ojos azules algo se movió en su interior, nunca había tenido la intención como para ver con completa atención aquellos ojos que poseía el chico y ahora que, sin querer lo hizo no se arrepentía, ninguno de los mares y océanos se comparaban con el añil que tenían aquellos ojos, esos que lo miraban con profundidad, invitándolo a conocerlos, a saber que secretos guarda, a poder ver más allá de lo que conoce, a comprenderlos, a aprender a quererlos.
Porque si de una cosa estaba seguro Louis era que podía decir o inclusive afirmar era que sentía cariño hacia el rizado, porque desde aquella noche cuando cenaron juntos y se besaron algo había cambiado y por más que quería alejar ese sentimiento este se calaba más en su interior, haciendo que cada vez que ve a Harry su estómago cosquilleara, y no había sentido eso ni con aquella ex-novia de la cual ni recordaba el nombre. Y a estas alturas tampoco quería irse, Harry tampoco se lo había pedido. Eso le daba alguna esperanza a Louis.
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Forced
FanfictionLouis Tomlinson jamás había estado con un hombre, luego por azares del destino conoce a Harry. Su vida era relativamente perfecta, estaba bien y ahora en cuestión de horas su vida perfecta estaba acabada. Pero ¿Qué tan mal iba a ir su vida después...