♦Dieciocho♦

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Parte 1









"¿A dónde vas?"

"Voy a tomar un baño, me siento incómodo" el ojiazul frunció el ceño "Ven, vamos a ducharnos juntos" el ojiazul enseguida relajó su expresión, intentó ponerse de pie, pero un tirón en la parte baja de su espalda lo hizo soltar un auch, el rizado lo volteó a ver, enseguida se acercó a él, lo cargo estilo nupcial y lo llevó hasta el baño.

Lo sentó con cuidado en la encimera mientras él se encargaba de llenar la bañera con agua caliente, una vez listo con un poco de burbujas metió al castaño en la enorme bañera, el cuerpo del castaño enserio se lo agradeció, el toque del agua en su cuerpo fue relajación.

Se metió en la bañera tras el castaño era tan surrealista estar en esa situación, ni siquiera él mismo lo comprendía. Cuando Louis mencionó el amor algo se sacudió en su interior, un sentimiento ya conocido y que creía haber olvidado. Muy al contrario de lo que él haría en esa situación, apretó más fuerte al castaño a su cuerpo y dejó un beso en sus cabellos. Él sabía por qué lo hacía.

"¿Estas bien? ¿Te duele?"

"Si y solo un poco" dijo el castaño mientras Harry lo ayudaba con el shampoo en su cabello.

"Bien. Eso es bueno" sonrió y de igual manera lo hizo 3l castaño aunque el rizado no lo viera.

(...)

"¿Y bien?" Liam lo miraba con una sonrisa enorme en el rostro.

"Tenías razón Lima" el ojimiel frunció el ceño por el apodo con el que lo llamaba su amigo "Hice lo que dijiste y funcionó, me llevó más tiempo del que creí, pero funcionó"

"Te lo dije, mis planes nunca fallan, siempre dan sus frutos" dijo triunfante.

"Baja un poco de ese ego" ambos chicos rieron.

"¿Y cómo fue?" el rizado negó con la cabeza divertida.

"Liam podrás ser mi mejor amigo e inclusive te considero un hermano, pero no por eso te voy a contar que posición hice durante el sexo eso sería mucho" dijo el rizado con una sonrisa.

"Bien, bien, me voy tengo una junta en cinco minutos" dijo el castaño mirando su reloj para salir enseguida de la oficina del rizado.

"Oh, olvidé algo" dijo antes de cruzar la puerta.

"¿Qué?" respondió el rizado mirándolo con impaciencia.

"Espero que el tiempo que te tomó conseguir lo que querías no haya afectado tus sentimientos, lo mejor sería dejar ir al chico, ya obtuviste lo que quisiste ¿no?"

"Me leíste la mente amigo, eso estaba pensando en hacer, el niño ya no me sirve" dijo mientras su amigo se marchaba completamente y un nudo en su garganta se formaba.

Una vez se quedó solo, frotó su rostro con las manos, pensar que en la mañana había todo había marchado bien hasta que el castaño lo despidió con un beso, eso lo descolocó ¿Por qué sentía esa opresión en el pecho? Y ¿por qué la sintió más al decir que ya lo había utilizado? Cuando las palabras abandonaron su boca sin su permiso. No sabía, el fin de semana lo pasó bien, el castaño se había mostrado incluso más afectivo con él. Y eso también lo tenía algo turbado, debía deshacerse pronto del asunto, por alguna extraña razón no quería ver al castaño como al resto de chicos, no quería que el castaño se enamorara, no de él, cuando él jamás sentiría eso. No otra vez.

Porque una parte le decía que había hecho lo de siempre. Sexo.

Y otra le decía que fue diferente. Amor. Pero esa misma parte lo atormentaba con recuerdos que él ya creía enterrados.

ForcedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora