¿Fue solo una farsa? ¿Una mentira despiadada?
Jungkook, integrante de un grupo musical, se ve sorprendido por la repentina salida de su novio, Jimin, quien decide retirarse del grupo y poner fin a su relación de cinco años. A pesar de la tristeza y...
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—¿Hablas en serio? — preguntó Taehyung con incredulidad, mirándome fijamente a los ojos.
— Sí, siento que ya es momento de hablar con él — respondí decidido, tratando de ocultar los nervios que sentía.
Después de haber pasado un buen rato admirando y suspirando por el anillo que tenía colgado en mi cuello, había tomado la decisión de dar el siguiente paso. Estaba cansado de sufrir en silencio y anhelaba volver a los momentos felices que había compartido con Jimin. Quería recuperarlo y tenerlo de vuelta en mi vida.
Taehyung me miró con preocupación y duda en sus ojos. Podía ver que no estaba del todo emocionado con mi decisión, lo cual me inquietaba un poco.
— ¿Sientes que ya es el momento? — volvió a preguntarme, con un tono desgarrador en su voz.
Acaricié su mejilla con ternura y traté de tranquilizarlo.
— Lo es, Taehyung. Lo he pensado mucho y estoy decidido a escuchar lo que tiene que decir. No quiero seguir evitándolo, necesito enfrentar todo esto.
Taehyung suspiró pesadamente y desvió la mirada.
— Bien — respondió, aclarando la voz y asintiendo. — Entonces, ¿qué tienes planeado?
Sonreí, agradecido por su apoyo, y tomé su mano para darme fuerza.
— Sé que piensas que puedo salir lastimado y entiendo tus preocupaciones. Pero también he reflexionado sobre las palabras de los demás, y las tuyas... y tienen razón. Supongo que ya he sufrido demasiado y aunque pueda salir lastimado al intentarlo, estoy seguro de que no será así. Confío en Jimin, hemos superado muchas cosas juntos y sé que no me lastimará, no más.
Taehyung aceptó mis palabras con cierta resignación y noté cómo poco a poco su respiración se tranquilizaba.
Era entendible lo que sentía y el miedo que inundaba su cuerpo. Él había sido mi principal soporte durante todos estos años en los que había sufrido por la ausencia de Jimin, aguantando mis noches solitarias y oscuras. Seguía pensando que estaba soñando, que toda esta situación era producto de mi imaginación y que contribuía al dolor y la soledad que sentía al estar sin él.
Pero sabía que no estaba soñando, que todo esto era verdad y que Jimin había vuelto a mí, como había prometido hace cinco años atrás.
La emoción me invadía al imaginarme reencontrándome con él, recuperando todo lo que había perdido, teniéndolo de nuevo a mi lado. Pero también había un miedo constante, el temor de que sus palabras no fueran ciertas y de que volviera a sufrir.
